Málaga

La dificultad para tratar la esclerosis es acertar con el tratamiento de cada paciente

  • Oscar Fernández, jefe de Neurociencias del Hospital Regonal, participa en los cursos de la Universidad de Málaga en Marbella

El jefe del servicio de Neurología del Hospital Regional de Málaga, Oscar Fernández, advirtió ayer de que los médicos especialistas en esclerosis múltiple tienen la dificultad de no saber qué tratamiento utilizar con cada paciente.

Fernández aclaró que "la dificultad estriba en elegir el mejor tratamiento porque, gracias a Dios, hay muchos", ya que hoy se dispone de doce tratamientos distintos para combatir la enfermedad, incluso el más avanzado, la terapia celular, cuando hace quince años no existía ninguno. El neurólogo ofreció ayer la conferencia "La esclerosis múltiple: de la epidemiología a la terapia celular", que se incluye en el programa del curso de verano "Enfermedades neurodegenerativas: de la investigación básica a la clínica", que organiza la UMA en Marbella.

El investigador recordó que la esclerosis es una enfermedad crónica inflamatoria y degenerativa que afecta a personas jóvenes, a partir de los treinta años, y que conlleva minusvalía.

Con los tratamientos actuales, señaló que no sólo se ha conseguido estabilizar la enfermedad, sino también que se retroceda y se mejore de la discapacidad. Afortunadamente, los avances en la investigación de la esclerosis han permitido que en las consultas el número de enfermos en sillas de ruedas haya descendido respecto a hace veinte años.

"Se ha cambiado de manera significativa la discapacidad; somos capaces de retrasar más o menos diez años de la invalidez" señaló el licenciado.

La atrofia cerebral es una de las consecuencias de la esclerosis múltiple, lo que provoca que se pierda cerebro a una media de uno por ciento al año, y de esta forma en diez años un enfermo de esclerosis pierde el diez por ciento de su cerebro, con lo que a la discapaciad se suma el deterioro cognitivo.

"Aparentemente no se nota mucho porque pueden hablar y están bien, pero todo lo que hacen es muy despacio, y esto es muy grave porque, por ejemplo, para conducir se requiere una reacción rápida que estos enfermos no tienen" explicó Fernández.

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