La era digital convive con la tradición rural en Serrato

A caballo entre la Serranía de Ronda y la comarca del Guadalteba nos encontramos con Serrato, un núcleo de población que cuenta con la catalogación de entidad local autónoma, aunque forma parte del término municipal de Ronda y depende orgánicamente del Ayuntamiento rondeño. Sus pocos más de 500 habitantes han estado siempre muy vinculados al medio rural, con la agricultura y la ganadería como principales fuentes de riqueza, a excepción de los últimos años, cuando muchos de ellos vieron en la construcción de oportunidad de ganar dinero y disfrutar de las oportunidades que ofrece la ciudad.

Rodeado por tierras de cultivo, la era digital se abre camino en este pequeño pueblo, que se prepara para recibir la televisión digital terrestre mañana y que hace tiempo que inicio su adaptación a las nuevas tecnologías, aunque buena parte de sus habitantes son mayores y reconocen tener ciertos problemas a la hora de aprender a manejarlas. Ellos afirman que tendrán que hacer un importante esfuerzo para adaptarse a tantos canales y al manejo de varios mandos a distancia. Los vecinos se apoyan unos a otros para ayudar a aquellos que tienen más dificultades.

No obstante, la verdadera revolución llegó con internet y conexión a banda ancha, aunque para ello tienen que recurrir a conexiones inalámbricas, ya que al hacerlo por cable únicamente pueden contratar un mega de velocidad. Además, posee su particular zona wifi, que se ubica en la biblioteca del pueblo. Allí, una decena de ordenadores, llegados para diferentes programas destinados a fomentar las nuevas tecnologías, son ahora ofrecidos a los ciudadanos para que puedan navegar de forma gratuita. De momento, se tienen que conformar con poderlos utilizar de 16:00 a 19:00, tiempo que la biblioteca está abierta, lo que llega ocasionar algunas colas de espera, comenta un vecino. Precisamente, la renovación del convenio ha dejado los ordenadores sin conexión y eso ha ocasionado más de una queja y muchos esperan que el problema dure poco. En este sentido, el alcalde de la entidad, Francisco López, explicaba que ya han iniciado las negociaciones y "pronto" volverán a funcionar. En esta zona, mientras unos suelen salir para dar un paseo por algunos de los carriles cercanos, otros se dirigen a la sala de la biblioteca.

Mientras tanto, otros han decidido contar con su propio equipo en casa, aunque en muchos casos ha sido la petición de los hijos la que ha llevado a la compra de ordenadores y contratar conexión a internet. Es el caso de Cristóbal Sánchez y Rosi González, un matrimonio con 3 hijos que, pasados los 40, decidieron apuntarse a uno de los cursos de informática ofrecidos por el Ayuntamiento y aprender a manejar los ordenadores. "Te abre otro mundo y optas a todo", asegura Cristóbal, que se ha convertido en un gran aficionado a la navegación por la Red y que reconoce que pasaría muchas más horas en internet si el trabajo se lo permitiese.

Ambos explican como todo es "más fácil" desde que dieron el paso, y es que ya no tienen que viajar hasta Ronda para asuntos como la tramitación de la beca de sus hijos y la puesta al día del censo agrario, un índice obligatorio para los agricultores. "Ahora lo hacemos desde casa", cuenta Rosi, mientras nos cuenta que se han ahorrado muchos kilómetros por ello. En sus caso, a diferencia de su marido, es al correo electrónico a la herramienta que más partido le saca. "Puedo hablar y estar en contacto con todo el mundo sin problemas", nos dice.

Pero la mayor sorpresa nos la llevamos poco antes de dejar su casa, cuando Cristóbal nos confiesa que su último tractor lo buscó por la Red. "He pasado horas buscando, mirando y comparando, hasta que encontré el que quería", explica. No obstante, la compra sí que la hizo en un concesionario, aunque para cuando llegó ya no necesitaba ninguna explicación del comercial y sabía perfectamente el tractor que quería.

Al salir a la calle nos reencontramos con el entorno rural de Serrato, con los tractores aparcados en la calle junto a las casas y una tranquilidad absoluta. Incluso, nos podemos encontrar con tendederos de ropa en plena calle donde más calienta el sol. Nadie teme que la ropa pueda desaparecer y la dejan con absoluta tranquilidad.