Sin dinero y sin ideas

"Malo es que no haya dinero. Peor que no haya ideas". El vicerrector de Coordinación Universitaria de la Universidad de Málaga (UMA), José Ángel Narváez, cree que la eliminación fulminante de los campus de excelencia con los que se quería crear una primera división universitaria para competir en el terreno internacional y el recorte del 50% en los fondos globales de I+D tendrán "consecuencias irreversibles en las universidades españolas, no sólo porque falte dinero, sino porque desmocha la investigación, siembra la frustración y la falta de estímulo entre los investigadores". El vicerrector lamenta que el Ejecutivo que preside Mariano Rajoy haya desmontado el modelo que existía para impulsar la actividad científica y la excelencia universitaria "sin proponer alternativas". "Se dice que los campus de excelencia internacional se habían devaluado, que ya no se cree en ese modelo pero no se plantea otro. No se marca cuál es el camino para competir, mejorar y avanzar, porque nosotros estamos dispuestos".

La UMA pretende seguir adelante junto a la Universidad de Sevilla con Andalucía Tech, el proyecto con el que ganaron en octubre de 2010 el campus de excelencia internacional con el que se quiere potenciar la investigación en las áreas de las tecnologías de la producción, la información y las comunicaciones, y la biotecnología. "Vamos a continuar porque creemos en el proyecto y pensamos que ahí está el futuro, pero, evidentemente, ahora serán otros los ritmos con los que trabajaremos". Narváez recuerda que las universidades se engancharon al modelo porque creían en él pero también porque "era el que había". Por eso reprocha que desaparezca sin tiempo para demostrar su eficacia y sin que exista ninguna alternativa. "Con tantos cambios de timón es muy difícil avanzar", concluye, en alusión a la necesidad de que las políticas de investigación y educación se fijen en un pacto de Estado y no estén al socaire de los cambios de partido en el Gobierno.

El vicerrector malagueño subraya las consecuencias "irreparables" que tiene para los equipos científicos que se cierre el grifo de la financiación. " Si un grupo lleva cinco o seis años trabajando, ha alcanzado la fase en la que publica artículos en revistas científicas internacionales, empieza a tener reconocimiento y de pronto se queda sin fondos, se le siega la hierba bajo los pies. Nunca podrá recuperarse. Un científico no puede pararse dos o tres años, hay que estar permanentemente en la pomada para no quedarse atrás".

Desde este punto de vista entiende que el esfuerzo económico que se ha realizado en los últimos años para salir del atraso en la investigación ha quedado en nada, arriesgándonos a regresar a un panorama universitario similar al que tenía España en los años 70 "porque la investigación es lo que nos hace fuertes a las universidades". "No es socialmente responsable que un Estado tire por la borda el esfuerzo y el trabajo de mucha gente que él mismo ha financiado". El vicerrector confiesa que hubiera sido menos desolador "reconocer llana y simplemente que no hay dinero" y plantear alternativas que hubieran permitido rentabilizar el potencial existente. "Es preferible estrecharse el cinturón y, por ejemplo, plantear la fusión de grupos de investigación y subir los niveles de exigencia para que la competitividad sea mayor en vez de quitar el dinero a la I+D porque eso nos hubiera permitido ver que sí existía un modelo".

Para José Ángel Narváez lo peor es la "incertidumbre" que genera en universidades e investigadores los cambios anunciados por el gobierno y la "frustración". "Sus consecuencias son más devastadoras que la falta de recursos", aclara, para un país que por un lado denosta la calidad de sus científicos y por otra no deja de exportar titulados que se disputan las principales universidades y centros de investigación europeos.

También se muestra dolido por los argumentos que se han empleado para eliminar los campus de excelencia internacional. La secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, cuestionó la calidad de los proyectos y afirmó que las universidades se habían gastado los fondos destinados para financiar estos proyectos en "ladrillos". El vicerrector de Coordinación Universitaria de la UMA sostiene que esa afirmación, al menos en lo concerniente a la Universidad de Málaga, sencillamente "no es cierto". "No hemos dedicado a ladrillos ni un solo euro de los fondos de Andalucía Tech", recuerda. De hecho, los centros de investigación en arquitectura y paisajismo y el especializado en tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) se han nutrido con fondos Feder de la Unión Europea.