Los directores de recursos humanos no quieren ser Shrek
El máximo responsable laboral de la multinacional española Cortefiel destaca en Málaga que se ha pasado del "todo vale" a optimizar los recursos internos y reducir costes
"Es un tío raro que vive en un despacho al fondo al que nadie quiere ir y por el que es mejor no pasar por si acaso. Hay directores de recursos humanos que son como Shrek y si esto ocurre es un problema para la compañía". No lo dice el representante sindical de cualquier empresa sino, precisamente, el director general de Recursos Humanos de una de las principales multinacionales de España. Diego Charola dirige las riendas laborales del Grupo Cortefiel -un imperio con 7.000 empleados repartidos en más de 1.500 tiendas en 60 países- y ayer dio una conferencia en Málaga con motivo de la celebración del foro Andalucía Management.
Más de 200 directivos querían conocer las recetas de este experto para hacer frente a la crisis actual desde el punto de vista de los recursos humanos y Charola incidió en algunos aspectos a tener en cuenta. El primero, lógicamente, es que nadie quiere ser el ogro Shrek y para conseguirlo, según el directivo de Cortefiel, es necesario conocer bien el negocio y las capacidades de los empleados. Si se tiene una empresa pequeña o mediana mediante el trato personal y si se trabaja en una multinacional mediante programas de medición del talento en función de una serie de variables. La política de recursos humanos es uno de los pilares básicos de una empresa y la crisis económica ha supuesto un antes y un después. Charola destacó que antes de la crisis "todo valía porque se vendía todo y todas las compañías querían atraer y retener talento, fichar a gente de fuera aunque siempre es más caro que promocionar a empleados internos y no siempre es mejor".
La situación ha cambiado radicalmente. Este experto reconoció que "nos acomodamos todos e hicimos grandes programas de formación, de los que salen en las revistas, y ahora nos toca intentar que esa gente se quede, sea creativa y productiva con muchos menos recursos". Se ha pasado de una política de recursos humanos basada en una redistribución homogénea y una equidad a que la prioridad sea la reducción de costes y la optimización de los recursos. Dicho de otra forma, "ahora hemos pasado a identificar el potencial que tenemos dentro de la compañía y a permitir que los empleados transmitan sus ideas".
Charola recomendó que todos los salarios tengan una parte variable porque "una empresa es un negocio que tiene que dar resultados" y abogó por contratos indefinidos para aquel personal que se considere "imprescindible" y temporales para el resto. Eso sí, el director general de Recursos Humanos de Cortefiel lanzó un aviso a navegantes al señalar que "no hay que olvidar que las personas tienen memoria y en función de cómo se les trate en los momentos difíciles tratarán ellos a la empresa cuando la situación vaya bien". En este sentido, hizo hincapié en que "es fundamental gestionar las personas con coherencia para ser sostenibles en el futuro". Los directores de recursos humanos suelen ser los más temidos de la empresa, sobre todo, en momentos de crisis. La clave para no ser un ogro es ser coherente y tomar medidas transparentes.
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