Es agosto, hay mucho tráfico en las carreteras de la provincia de Málaga y los accidentes están a la orden del día, ocasionando lamentablemente víctimas mortales. El año pasado perdieron la vida por accidentes de tráfico en Málaga 56 personas, 17 más que en 2018, según los datos oficiales de la Dirección General de Tráfico.

Los accidentes son, en la mayoría de los casos, evitables, algo que nadie debería olvidar porque se causa mucho dolor propio o ajeno. Hay miles de familias rotas en esta provincia y en este país por una mala decisión al volante. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado investigan todos los accidentes y las conclusiones son claras. El 40% de los accidentes con víctimas mortales en Málaga el año pasado se debieron a una distracción del conductor, por el motivo que fuera, aunque cada vez cobra más protagonismo el uso del teléfono móvil. Está totalmente prohibido, pero basta con estar 10 minutos mirando a personas conduciendo para observar que una buena parte de ellas -de los dos sexos- cogen el teléfono para llamar, ver el whatsapp, poner una canción o mirar un mapa.

Otro 20% de los accidentes mortales en Málaga tuvieron como origen una velocidad inadecuada, tanto en las vías urbanas como en las interurbanas. Pese a los radares y las señales de velocidad máxima permitida, en la autovía, por ejemplo, de la costa occidental circulan muchos vehículos por el carril izquierdo a más de 120 kilómetros por hora, incluso en la zona de Benalmádena que está ahora en obras.

Está prohibido usar el teléfono móvil, pero muchos conductores lo siguen haciendo

No respetar las normas de prioridad o conducir cansado o con sueño están detrás del 26% de los accidentes mortales en esta provincia. La ingesta de drogas (3,3%), una conducción negligente (3,3%), hacer giros incorrectos (6,6%) o la inexperiencia (3,3%) son otras de las causas que llevan a que mueran personas en la carretera.

Accidente de tráfico entre una autocaravana y un camión en Casabermeja.

Hay otros dos aspectos que también hay que tener en cuenta y que, en muchos casos, no pueden ser directamente achacables al conductor como la irrupción de peatones en la calzada o las averías mecánicas. En el primer caso, es más que llamativo el amplio número de personas que mueren por cruzar la carretera y ser atropellados, bien por culpa propia o por despiste del conductor. El año pasado fallecieron 381 peatones en toda España y casi uno de cada tres eran personas mayores de 65 años. De esas 381 personas, 134 tenían más de 75 años. Lamentablemente es bastante habitual ver a personas de avanzada edad cruzando con los semáforos en verde o por zonas que no están destinadas para ello.

Tráfico advierte que, por primera vez en la historia, hay más muertos en el colectivo considerado vulnerable (peatones, ciclistas y motoristas) que entre los que van dentro del resto de vehículos. El 53% de las personas que fallecieron por accidentes de tráfico el año pasado en el país pertenecían a este segmento. En el caso concreto de Málaga, por ejemplo, hubo 11 fallecidos conductores de motocicletas de más de 125 centímetros cúbicos en las vías interurbanas, sin incluir a los que perecieron en las ciudades. La cifra de motoristas fallecidos en el país fue la más alta desde 2010 y la de ciclistas fue la mayor desde 2007.