Sanidad

Las dolencias crónicas de la Atención Primaria

Protesta del Sindicato Médico Andaluz ante la sede de la Junta, en Sevilla.

Protesta del Sindicato Médico Andaluz ante la sede de la Junta, en Sevilla. / Antonio Pizarro

La Atención Primaria es un enfermo con patologías crónicas. Y las sufre desde hace unas dos décadas. En una apretadísima síntesis, sus males pueden resumirse en falta de financiación, agendas “infinitas” y, por lo tanto, poco tiempo para que los médicos vean a sus pacientes. Los facultativos están “hartos”. Dos sindicatos han convocado , por separado, huelgas entre el colectivo en este mes de enero. La principal organización en la comunidad autónoma entre estos profesionales –el Sindicato Médico Andaluz (SMA)– fue el primero en mover ficha y en noviembre ya anunció una huelga de una jornada para el 27 de enero. Actuó con antelación para dar dos meses de margen a un posible acuerdo con el Servicio Andaluz de Salud (SAS). Pero la fecha se acerca y SAS y SMA no llegan a un acuerdo.

La situación se le complica a la Junta. Este viernes pasado comenzó la huelga indefinida de la otra organización, el Sindicato Médico de Primaria (SMP), de muy reciente creación y sin representación en la Mesa Sectorial, aunque encabezado por dirigentes que han formado parte de la Plataforma de Diez Minutos por Paciente y ¡Basta Ya!, que durante más de una década han denunciado las carencias de la Primaria. De momento, este paro ha tenido muy escasa repercusión en la provincia de Málaga. Pero el del viernes lo convoca el sindicato con mayor implantación entre los facultativos.

La presión de la pandemia está pasando factura al colectivo de profesionales sanitarios, muy especialmente a los de la Atención Primaria. Pero no todos los males del sistema hay que achacarlos al estrés que ha supuesto la gestión del Covid. Algunos de ellos son anteriores. El Sindicato Médico Andaluz volvió a concentrarse hace poco más de una semana a las puertas de la sede de Presidencia, el Palacio de San Telmo en Sevilla, en una protesta de carácter autonómico. Las fuentes consultadas aseguran que la situación que vive el sector es “insostenible”, sobre todo, por la sobrecarga asistencial, la falta de médicos y la precariedad en las condiciones laborales y retributivas. Algunas de esas reivindicaciones que plantean son de difícil resolución, por lo menos a corto plazo, y la escasez de profesionales sanitarios es una de ellas. Esta circunstancia no es nueva ni exclusiva de la sanidad pública andaluza. En los próximos años se jubilarán entre 7.000 y 8.000 médicos anualmente en toda España, sin contar el número de facultativos que marchan a trabajar al extranjero, unos 400 al año según las estimaciones más conservadoras.

Desde el SMA se estima que en torno al 20% de los cupos de médicos en los centros de salud se quedan a diario sin cubrir por un profesional, ya sea por descansos por guardias en la jornada anterior, vacaciones o ausencias por enfermedad o bien por otras razones, que podrían entenderse como las responsables del atasco del sistema: bajas de larga duración sin sustituciones, jubilaciones sin cubrir o falta de reposición ante renuncias o abandonos. Como consecuencia, los compañeros deben ir repartiéndose las agendas de los pacientes de quien haya faltado al trabajo.

Y esto es sólo el principio. Porque hay “una jubilación masiva del personal médico de Primaria sin recambio”, advierten desde el SMA. Por eso los profesionales insisten en que o se ponen ya medios para atajar el problema, que no pasa sólo por formar a más residentes porque de nada sirve formarlos y que se vayan, o la figura del médico de cabecera dejará de existir.

Detrás de esa falta de personal está la sobrecarga de las agendas de los profesionales. La situación difiere según los centros de salud o las consultas, pero el sentir general es que el médico está viendo a 40 pacientes o más por jornada. El SMA reclama un máximo de 35 pacientes al día para los médicos de familia y de 25 niños en el caso de los pediatras. Lo que exceda de esas cifras, el sindicato propone que pase a la tarde como continuidad asistencial, un trabajo extra al margen de la jornada ordinaria y que se retribuye aparte.

Para la organización, es “imprescindible” adecuar las plantillas a la población. Desde el SMA se urge a que desaparezcan de las agendas los pacientes citados a la misma hora –los llamados bises– y las “agendas paralelas” adonde se registran las citas de urgencias . Los facultativos denuncian que éstas, sumadas a la atención programada deriva en agendas “agendas totalmente elásticas” que dan lugar a “jornadas maratonianas” de asistencia que no les deja tiempo para hacer prevención y promoción de salud. Desde el sindicato apuntan a las demoras para acceder al médico de cabecera con cita previa como el desencadenante de la actual situación “de colapso”. “Tenemos una Atención Primaria en crisis, que está colapsada y en la que los pacientes tardan mucho en ser atendidos”, denunció el presidente del Sindicato Médico Andaluz, Rafael Carrasco. Esto se traduce en una sobrecarga de las urgencias de Primaria y hospitales. Carrasco habla de “medias engañosas”. “Hay pacientes que tardan diez, 12 o hasta más de 14 días en recibir una cita”, destaca. Una demora que, a su juicio, se ha convertido en algo “común” en todas las localidades, “tengan el tamaño que tengan, tanto en grandes grupos urbanos, como en cualquier localidad”.

El SMA es consciente de que no toda la culpa del tapón en la Atención Primaria la tiene esa falta de recursos. Los profesionales apuntan a una “falta de conciencia” y “pedagogía sanitaria” en la ciudadanía, que se ha acostumbrado a consultar al médico “para todo”, bajo el paraguas de la “demora cero” defendida por el Gobierno andaluz. Por otro lado, los facultativos reclaman también mejoras salariales. Para Carrasco, la carencia de médicos es resultado de la fuga de batas blancas. Por ello, exige “un plan serio de captación, fidelización y de mejoras de condiciones laborales que permitan hacer atractiva la profesión”.

Carmen González, la presidenta del otro sindicato –el SMP, el que convoca la huelga indefinida– fundamenta las razones de los médicos de familia para parar: “Estamos exhaustos. Necesitamos tiempo para ver a los pacientes; igual que un cardiólogo, un neumólogo o un cirujano. No podemos trabajar a destajo”. Reivindica tiempo suficiente y atención presencial, “no por teléfono o de bulla”. González también mostró la disposición del SMP para negociar con la Administración y aseguró: “No queremos quitar sitio a ningún sindicato con representación en Mesa Sectorial”. 

La Junta tiende la mano

Por su lado, la consejera de Salud, Catalina García, mantiene su tono conciliador. La titular de la rama sanitaria no oculta los problemas. “Faltan profesionales”, ha reconocido en reiteradas ocasiones. “Es verdad que no podemos cubrir las bajas y vacaciones y permisos porque no existen profesionales en bolsa para poder contratar”, incide García, que es consciente de que “hay mucho trabajo que hacer en Atención Primaria”, pese a las “mejoras” introducidas por el actual Gobierno.

Se refiere la consejera a los acuerdos alcanzados que, entre otras cuestiones, han supuesto la subida en la hora de guardia, en noches y festivos, la modificación y apertura de la carrera profesional y el “aumento en la nóminas de las enfermeras”. Otra solución es el aumento de las plazas MIR que Salud ha pedido al Gobierno. Desde la Junta se recuerda además que Andalucía es la comunidad que más presupuesto dedica a la Atención Primaria.

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