La madre de María José falleció este lunes a las 18:30 de la tarde y su cuerpo no será enterrado hasta hoy miércoles a las 13:00. María José y su familia protestan sobre esta tardanza, ya que suponen dos noches velando el cuerpo. Durante este tiempo confiesan que se alarga el cansancio acumulado y se hace más difícil aun la situación en momentos que ya de por sí son duros. El caso de María José se podría extrapolar a cualquier fallecido en Málaga cuya muerte se certifique a partir de las 18:00 y los allegados opten por inhumar el cuerpo, que es lo que se conoce como enterrar. Los horarios de los trabajadores de Parcemasa provocan esta situación.

Según el sistema legislativo español, el cuerpo de una persona que fallece no se puede enterrar ni incinerar hasta que pasen 24 horas desde la certificación de la muerte. Por lo tanto, todos los velatorios incluyen una noche. Sin embargo, el horario de los operadores de servicio de Parcemasa es lo que provoca que el velatorio se alargue. En el cementerio público de Málaga los servicios de inhumación finalizan a las 18:00. Por lo que el cuerpo de la persona que fallece a partir de esa hora, una vez pasadas las 24 horas reglamentarias, deberá esperar hasta la mañana siguiente para ser inhumado, cuando los operarios retomen la actividad. Lo que provocaría dos noches de velatorio.

La familia de Andrea también pasó la misma situación cuando falleció su abuelo. “Ahora que se está hablando de salud mental debemos predicar con el ejemplo y pasar dos noches velando un cuerpo no creo que sea lo idóneo. Considero que es una tomadura de pelo para los dolientes”, indica la afectada. En este caso el fallecimiento se produjo a las 15:30, pero el traslado duró alrededor de dos horas por lo que al final se vieron en la misma situación.

“Son casos aislados los velatorios que se alargan más de dos noches, nunca hemos recibido quejas de este tipo”, indicaba Federico Souvirón, gerente de Parcemasa desde hace diez años. El responsable indica que Málaga es la ciudad de España con mayor número de cremaciones, ya que un 84% de las personas que fallecen son incineradas. La media nacional sitúa esta cifra en el 60%. Por lo tanto, Souvirón hace hincapié en que son pocas las familias que se ven obligadas a alargar el velatorio, ya que tienen que pertenecer a ese 16% y el cuerpo debe haber perdido la vida a partir de las 18:00.

“Los servicios de cremación se alargan hasta las 19:00. Debemos incinerar a una media de 14 cuerpos al día y llegamos sin problema al trabajo diario, nunca se queda un servicio de este tipo sin hacer de un día para otro”, explica Souvirón. “Tenemos el personal que tenemos y nunca hemos tenido queja. Si el tema tuviera la suficiente espesura ,ya habríamos planteado alguna solución”, concluye. Parcemasa es un establecimiento que está abierto las 24 horas. Tanto para el turno de mañana como el de tarde siempre hay 5 operadores de servicio trabajando y para las horas nocturnas se quedan 2.

El modus operandi del cementerio y el tiempo que estipula la ley para proceder a los servicios de inhumación o cremación provocan que algunas familias sugieran a las autoridades sanitarias que adelanten la hora de la certificación de la muerte. Esta es una práctica ilegal y que depende de las competencias personales de los médicos. “Es cierto que sí ha habido cierto debate para solicitar que la ley reduzca las 24 horas que tiene estipuladas, ya que ahora las muertes se certifican con gran precisión, pero no tenemos conocimiento de que el tema haya llegado más allá”, comentaba el gerente de Parcemasa.

Horario de Capilla

Entre los servicios de Parcemasa también se da la posibilidad de que el fallecido tenga una ceremonia tanto civil como religiosa. En este segundo caso se realiza en la Capilla, la cual está regentada por el Obispado. Los sacerdotes ofician la última misa a las 17:30. Por lo tanto, una persona que fallezca a partir de esa hora, su velatorio también se alargaría dos noches, ya que deben pasar 24 horas desde la certificación de la muerte también para este acto.

Sin embargo, Parcemasa pone a disposición de las familias la capilla a partir de esta hora de la tarde. Estas podrán buscar a un sacerdote externo para que oficie la misa. Es una opción voluntaria que el cementerio ofrece desde hace cuatro años, cuando llegó a un acuerdo con la autoridad religiosa.

“Es una medida que implantamos para que no tengan que pasar más tiempo allí”, explicaba Souvirón. Aun así, María José, la afectada por la situación, también comentaba que cuando falleció su hermano hace tres meses reclamaron este servicio, pero no se les concedió. “Solicitamos la capilla para que un cura que conocemos oficiara la misa, pero nos dijeron que una vez finaliza el horario oficial, esta se cierra. Al final nuestro cura dio la misa en la misma Tanatosala”, relataba María José.