Aunque el fuerte temporal de levante que ha azotado al litoral malagueño en los últimos días paralizó momentáneamente los trabajos de dragado de la futura marina de megayates, ya, instaurada la calma meteorológica, las labores de extracción de lodos en la dársena de Guadiaro han vuelto a la normalidad.

Tras arañar los fondos junto al muelle número dos, desde mediados de la semana pasada, la plataforma flotante que lleva a su bordo a la grúa que está realizando el dragado se movía varios metros para continuar con la fase de allanado.

En esta operación, además de los trabajos submarinos se está ejecutando de forma simultánea la evacuación diaria de toda la arena extraída que, cargada en camiones, se está transportando para su secado a la zona de San Andrés.

Comenzados estos trabajos bajo las aguas portuarias malagueñas a principios de noviembre, las previsiones inicialmente planteadas para la preparación de los fondos se ha retrasado; un hecho que prolongará la recogida de lodos al menos durante dos semanas más.

Una vez finalizado el dragado que, además del allanado del fondo se completará con la realización de dos zanjas submarinas a diez metros de profundidad de donde se extraerán ente 1.800 y 2.000 metros cúbicos de arena y lodos, se procederá con posterioridad a la colocación del más de un centenar de bloques ya fabricados que, esperando apilados junto al pantalán de levante, en la zona donde estaban las demolidas instalaciones de la Cruz Roja, conformarán dos muros de 30 y 50 metros que, saliendo respectivamente de los muelles uno y dos dibujarán la entrada de la marina.

Con el firme propósito, según informó IGY Málaga Marina a este diario, de que las obras de los diques que delimitarán la futura dársena de grandes yates quedarán rematadas antes de que finalice este año, los trabajos tanto marítimos como terrestres parece que están acumulando algunos retrasos; una demora que, según los gestores de la Marina entraba dentro de las previsiones.

Diseñadas estas zonas de atraque que podrán albergar a 31 barcos de recreo privados de entre 24 y 180 metros de eslora, la total operatividad de este complejo al que habrá que añadir una serie de instalaciones en tierra para diferentes servicios y que está presupuestada en 11 millones de euros, podría estar en uso para recibir a los primeros grandes yates a principios del verano de 2022.

Más información sobre marítimas en El blog de Juan Carlos Cilveti: La mar de historias.