La ebullición creativa del psiquiatra malagueño que va por su sexta novela

Dice Fabio Rivas (Algarrobo, 1952) que lleva escribiendo desde siempre. Pero no publicó nada hasta que rondaba ya los 30, cuando tuvo la sensación de que las palabras que hilvanaba tenían consistencia y valían la pena. Desde entonces ha publicado seis novelas y un libro de poemas. Caleidoscópico, reflexivo y crítico, cuenta que a veces su punto de partida es un hecho real y otras, su pura imaginación. En Mar de cristal y fuego, su sexto trabajo de ficción, parte del asesinato de un teniente de alcalde que ocurrió de verdad. Aquel crimen fue el detonante de su creatividad. Así construyó una historia ambientada en un pueblo costero de Andalucía que toda la vida fue pobre, pero que con el turismo, el narcotráfico y un desarrollo urbanístico depredador pasó a ser rico. “Puede ser cualquier pueblo costero del sur, de Almería a Cádiz”, comenta. Allí, en Villanueva del Mar se encuentran Montosa, el inspector de la Guardia Civil que investiga el caso; María Rivera, la jueza que lo instruye, y otros personajes que tejen la trama.

“Pero no me ha interesado tanto lo policiaco, sino el juego de intereses y los sentimientos y emociones”, aclara. El final es cerrado porque acaba sabiéndose quién es el asesino. Más allá de las intrigas en torno a la muerte del político, la obra deja cierta reflexión sobre las culpas y su redención, algo tan arraigado en la cultura judeocristiana. “No es una crónica histórica, ni pretende serlo. Sino que a partir de un hecho real, se abre una ventana”, puntualiza.

En la trama se entremezclan intereses económicos, infidelidades, celos, rencillas políticas... Así se crea el verdadero escenario de la novela que pone el foco en la lucha por la supervivencia, la ambición, la corrupción, la decencia, la inocencia, la culpa, la codicia... En definitiva, un relato que se adentra en la mezquindad de las pasiones humanas.

Rivas –psiquiatra y ex jefe del área de Salud Mental del Hospital Regional– ya estás jubilado. Como médico, aclara. Pero no como lector o escritor, “porque es un modo de estar en el mundo”. Por eso dice que mientras tenga raciocinio y personajes bulléndole dentro por salir, seguirá construyendo historias, sean pura ficción o espoleadas por un hecho real, como Mar de cristal y fuego.

Reflexiona que cualquiera que sea el detonante de la “necesidad perentoria” de escribir, hay que aprovecharlo porque “en un proceso de escritura es fundamental. Luego se puede quitar, poner, reformar... Pero esa primera ebullición es fundamental porque algo se ha removido en ti que puede ser muy fecundo”.

De esa ebullición creativa de Rivas, antes de la última novela que acaba de ver la luz, nacieron otras cinco: Jesús el Querubino y la estrategia del mal, 1936, Debes dar muerte aquí a tu cobardía, Mester de Monos (La involución) y La Risa (El Otro Proceso de Josef K). También su único libro de poemas, Como brota el romero en el páramo yerto, premio de poesía Ateneo-Universidad de Málaga. En 1999, ganó el primer premio del certamen literario nacional La imaginación y el saber, con Camus por él mismo: Prolegómenos por un tratado de la felicidad, y en 2008, con Dospierre, ganó el PSN de novela corta. Durante tres años, además, tuvo una columna de opinión en Málaga Hoy, bajo el título Mitologías Ciudadanas.

Este médico-escritor o escritor-médico, confiesa que es metódico y caótico a la vez a la hora de escribir. Metódico porque lleva un orden en su cabeza y en su bloc de notas. Pero caótico porque empieza con una idea y luego algunas líneas cogen autonomía. “No siempre el punto de llegada es el que atisbaba en la partida”, confiesa. Porque, admite, hay aspectos a los que no les da relevancia, pero luego “a la hora de la escritura a veces se adueñan del relato”.

Tras dos años de trabajo del autor, Mar de cristal y fuego está ya en todas librerías, tanto en papel como en formato digital, y en Amazon. Cuesta 18 euros y ha sido editada por EDA. Aunque reconoce que tras publicarlas ve algunos aspectos mejorables de sus obras, sostiene que, en general, está satisfecho con los resultados.

Quizás por su sesgo profesional, Rivas escarba en las contradicciones del alma humana y las disecciona a través de sus novelas. También analiza la realidad con un espíritu muy crítico. Por eso dice que “algo radicalmente distinto está entrando en el orden mundial”. Al hilo de esta descripción, no rehuye la pregunta sobre estos nuevos tiempos con Donald Trump otra vez instalado en la Casa Blanca. “Se puede pensar que es estúpido, pero no puede serlo tanto. Pero los que hay detrás, seguro que no son estúpidos”. De ahí que crea que el mundo va hacia unos derroteros “inquietantes”. Unos derroteros que, quien sabe, quizás como aquel asesinato que ocurrió en realidad le inspiren para su próxima novela...