El Colegio de Economistas de Málaga ha cifrado en torno al 3 y 3,1% el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) en la provincia, magnitud que mide cuánto valen los productos y servicios creados en una zona determinada durante un periodo. No obstante, han denotado síntomas de desaceleración procedentes de la economía española, cuyo crecimiento del PIB se quedará entre el 2,6 y el 2,7% siendo este el primer año después de seis que no se crece por encima de los tres puntos.

Así queda reflejado en el Barómetro Económico de la provincia de Málaga para el segundo trimestre de 2018. Este documento refleja de manera independiente cómo se va comportando la economía respecto a diferentes indicadores: el empleo, la creación y destrucción de empresas, el turismo y los alojamientos, créditos y financiaciones, entre otros.

Los economistas malagueños destacan como datos positivos que se han creado un 4,27% (252) más de empresas entre junio de 2017 y junio de 2018, en contraste con el descenso del -1,35% en Andalucía y el -2,64% en España. La tasa de mortalidad de las sociedades es de un 18,6% respecto a las creadas, que podría ser achacable a una mayor creación en años anteriores aunque también está por debajo del nivel andaluz (21%) y español (22,4%).

En cuanto al empleo, la tasa de paro se encuentra en el 20,21% (159.800 desempleados), sin romper lo que se ha denominado como "barrera psicológica" de los 20 puntos pese a que la provincia ha alcanzado el récord de la serie histórica en afiliaciones a la seguridad social desde el inicio de la crisis: 626.110 inscritos, casi 26.000 afiliados más que julio de 2017.

Otra serie de datos destacados por los economistas han sido el crecimiento del turismo y de los alojamientos en establecimientos hoteleros (+1,73%), el tráfico aéreo (+6,4%) y una desestacionalización de este sector al no tener como único aliciente el turismo de sol y playa, demostrable en que de los 18 millones de viajeros que el aeropuerto de Málaga recibe, solo cuatro millones se concentran en julio y agosto.

También han incidido en un aumento de las viviendas visadas (+150%) y finalizadas (+38%) lo que denotaría una recuperación del sector de la construcción y a medio plazo aumentaría la oferta de viviendas, lo que apaciguaría el aumento de precios; y un aumento en las matriculaciones de automóviles (+14,6%).

Preocupaciones

Aunque el decano del Colegio, Juan Carlos Robles, ha apuntado que no existe "ninguna señal de alarma" debido a un crecimiento generalizado "en todas las magnitudes y por encima de la media", sí han mostrado una especial preocupación en el precio de la electricidad, "una auténtica barbaridad" alcanzando los 80 euros el megavatio por hora, un 51% más que en 2017.

El vicedecano del Colegio, Antonio Pedraza, también ha arrojado una preocupación en cuanto al precio de la vivienda y del alquiler, que ha sufrido "una subida vertiginosa"que afecta a estudiantes y a familias que buscan estabilidad. "Está subiendo a 900 o 1.000 euros, y es una bestialidad cuando hace año y medio estaba en torno a 400-500 euros", ha precisado.

La inflación también preocupa. Situada en el 2,2% afectaría negativamente al poder adquisitivo de las familias, ya que los aumentos salariales no han recogido la pérdida sufrida durante la crisis económica y el precio del carburante se ha elevado, afectando también a la cesta de la compra.

Por último, los economistas han indicado que el ánimo de los inversores ha afectado negativamente a la economía española ya que "la estabilidad política y la seguridad jurídica brillan por su ausencia". La "amenaza" de una subida de impuestos por parte del Gobierno del PSOE y un nuevo rumbo de políticas económicas respecto a las del PP, ofrecen un panorama "no deseable" según la opinión del Colegio.