–¿Cómo asume su nueva responsabilidad al frente del IHSM La Mayora?

–Con muchísima ilusión. El proyecto, en el que se embarcaron hace más de diez años la Universidad de Málaga y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, esta por fin viendo sus frutos. Tras unos años de duro trabajo bajo la dirección de Enrique Moriones, se ha conseguido poner en marcha las nuevas instalaciones del instituto en el campus de Teatinos. Instalaciones que completan las ya existentes en la Estación Experimental de la Mayora. Disponemos ahora de una oportunidad extraordinaria para convertir el IHSM en un centro de referencia mundial en cultivos mediterráneos y subtropicales como la fresa, el tomate, aguacate, o mango, por citar algunos.

–¿Se prevé la apertura de alguna nueva línea de investigación?

–En el centro se está abriendo una nueva línea centrada en la bioeconomía circular que aborda el uso y valorización de numerosos residuos agrícolas para su utilización como bioplásticos. También, y en colaboración con grupos de la UMA, se trabaja en una línea de trabajo sobre la implementación de técnicas basadas en la tecnología 5G, en lo que sin duda representa una apuesta muy importante para el desarrollo de la agricultura del futuro, haciéndola más eficiente, inclusiva y sostenible.

–¿Alguna en colaboración con otras universidades europeas?

–El centro mantiene numerosas colaboraciones con universidades y centros de investigación europeas, asiáticas y americanas. La colaboración internacional es unos de los pilares de nuestro instituto, siendo un elemento esencial para mejorar la productividad científica y la formación de nuestros investigadores.

"Desarrollamos estudios para abordar la escasez de recursos hídricos en los subtropicales”

–¿A qué retos se enfrenta?

–El principal reto en los próximos cuatro años es cimentar el proyecto del centro para convertirlo en un referente internacional tanto en términos de investigación científica, de transferencia al sector y de formación de personal.

– La aportación de La Mayora al desarrollo de los subtropicales en la Axarquía ha sido crucial para la comarca. Ahora el problema está en la falta de recursos hídricos. ¿Tenéis abierta alguna línea de trabajo o prevista para tratar de paliar este problema?

–En cuanto a la escasez de recursos hídricos, estamos abordando este problema desde dos puntos de vista: el manejo de los sistemas de riego y el desarrollo de portainjertos más tolerantes a falta de agua. En el primer aspecto estamos desarrollando estudios para optimizar el uso del agua en aguacate en el marco de una colaboración liderada por ASAJA. Por otro lado, mediante proyectos en colaboración con grupos de la UMA, estamos estudiando la utilización de aguas depuradas para riego de aguacate, comparando diferentes sistemas de riego para reducir el consumo de agua y explorando el uso de tecnologías 5G con el fin de optimizar el manejo del riego de esta especie subtropical.

–¿Y el de portainjertos?

–Para el desarrollo de los portainjertos estamos realizando ensayos en campo de diferentes materiales en colaboración con instituciones extranjeras, y un estudio para el desarrollo de portainjertos poliploides de aguacate y mango más tolerantes a sequía. También mantenemos colaboración intensa con el sector en estos temas mediante contratos con diferentes empresas para evaluar sistemas de riego más eficientes.

"Sin investigación no hay desarrollo, resulta imprescindible que nuestra sociedad apueste por ella”

–¿En qué otros proyectos habéis involucrados a los subtropicales?

–Los proyectos son muy numerosos. Temáticamente podríamos agruparlos en: estudios de biología reproductiva para optimizar el cuajado; el desarrollo de herramientas moleculares para estudiar y conservar la diversidad genética; la puesta en marcha de sistemas de control biológico de plagas y enfermedades; la mejora de sistemas de propagación in vitro o la selección de portainjertos de aguacate tolerantes a hongos de suelo, entre otros.

- ¿Es el cambio climático el mayor reto al que se enfrenta la agricultura?

–Sin duda. El cambio climático, que es una realidad incontestable que va a impactar en muchos aspectos de nuestra vida, siendo la agricultura uno de los más afectados. La aparición de nuevas enfermedades, los cambios en los ecosistemas agrícolas, la mejora en el uso del agua, por ejemplo, son aspectos que se verán alterados por el cambio climático y a los cuales tendremos que responder mediante la investigación.

–¿Es el cambio climático el mayor reto al que se enfrenta la agricultura?

–Sin duda. El cambio climático, que es una realidad incontestable que va a impactar en muchos aspectos de nuestra vida, siendo la agricultura uno de los más afectados. La aparición de nuevas enfermedades, los cambios en los ecosistemas agrícolas, la mejora en el uso del agua, por ejemplo, son aspectos que se verán alterados por el cambio climático y a los cuales tendremos que responder mediante la investigación.

- En su trayectoria científica ha sido IP y ha participado en numerosos proyectos competitivos de carácter regional, nacional y europeo y ha colaborado con empresas y cooperativas del sector. ¿Cómo se traducen esos avances científicos en la empresa privada?

- Sin investigación no hay desarrollo. Es algo que a veces, en un mundo tan acelerado como el que nos ha tocado vivir, no parece tan evidente. Todos, y digo todos con mayúscula, los avances tecnológicos que la sociedad ha experimentado son fruto de la curiosidad y del trabajo científico. Por ello, resulta imprescindible que nuestra sociedad apueste por centros de investigación de primer orden que generen el conocimiento, para que posteriormente y de la mano de las empresas en la mayor parte de los casos, generen desarrollo social y riqueza. La mejora de la conexión ciencia-empresa es un tema pendiente en nuestro país que pasa por promover una mayor colaboración entre los centros de investigación y el sector productivo. Este acercamiento requiere una mayor concienciación por parte de los investigadores sobre la importancia de la aplicabilidad de sus estudios y una mayor implicación de las empresas en la financiación y el desarrollo científico.

"Quiero que el IHSM La Mayora se convierta en un centro de referencia a nivel europeo y mundial”

- Los proyectos son muy numerosos. Temáticamente podríamos agruparlos en: estudios de biología reproductiva para optimizar el cuajado; el desarrollo de herramientas moleculares para estudiar y conservar la diversidad genética; la puesta en marcha de sistemas de control biológico de plagas y enfermedades; la mejora de sistemas de propagación in vitro o la selección de portainjertos de aguacate tolerantes a hongos de suelo, entre otros. Por centros de investigación de primer orden que generen el conocimiento, para que posteriormente y de la mano de las empresas en la mayor parte de los casos, generen desarrollo social y riqueza. La mejora de la conexión ciencia-empresa es un tema pendiente en nuestro país que pasa por promover una mayor colaboración entre los centros de investigación y el sector productivo. Este acercamiento requiere una mayor concienciación por parte de los investigadores sobre la importancia de la aplicabilidad de sus estudios y una mayor implicación de las empresas en la financiación y el desarrollo científico.

–De hecho, antes hablamos de los retos, pero ¿cuáles son las principales dificultades?

- Aunque el nivel científico en nuestro país ha mejorado considerablemente en los últimos años, aun no hemos conseguido alcanzar a los países más desarrollados. El camino para lograr ese salto pasa por una mejora de la financiación y un cambio en el marco administrativo, que permita un sistema de captación de personal investigador similar al que tienen las mejores instituciones científicas, europeas, norteamericanas o asiáticas.

– Si pudiese pedir un deseo para los próximos cuatro años

- Conseguir que el IHSM La Mayora se convierta en un centro de referencia a nivel europeo y mundial para el desarrollo científico, tecnológico y formativo en la agricultura.