Málaga

Más de 36.000 electores llamados a renovar el claustro de la UMA

  • Compiten candidaturas presentadas por 13 asociaciones de alumnos, una lista abierta con 249 profesores y dos cerradas para el personal de servicios · 13 centros también renuevan su gobierno

La Universidad de Málaga celebra el miércoles, 16 de abril, elecciones dobles para renovar el claustro, su máximo órgano de gobierno, y las juntas de centro que gestionan las 13 facultades y escuelas.

La cita no es baladí. El claustro es, a efectos prácticos, el parlamento universitario que controla la gestión de la rectora, Adelaida de la Calle, mientras que las juntas de centro son el órgano de gobierno de cada facultad o escuela que, además, se encarga de elegir al decano o director. Este proceso electoral culminará antes de las vacaciones del verano con la renovación o reelección de los decanos y directores.

En conjunto están convocados a las urnas más de 36.000 electores, fundamentalmente alumnos (32.257), profesores (2.287) y personal administrativo y de servicios (1.707).

Cada uno de estos colectivos presenta sus propias candidaturas en un proceso en el que conviven las listas abiertas para votar a los profesores y cerradas para elegir a los alumnos y personal administrativo. En conjunto el claustro tiene 300 miembros electos, que proceden de forma proporcional de cada facultad y escuela. De ellos 153 son doctores, 42 docentes e investigadores no doctores o sin vinculación permanente, 75 estudiantes y 30 representantes del personal administrativo y de servicios (PAS).

Las juntas de centro, salvo algunas excepciones, cuentan con 31 representantes, de los que 17 son doctores, tres docentes o investigadores contratados, ocho estudiantes y tres del colectivo PAS.

El voto de los estudiantes se lo disputan las candidaturas presentadas por 13 asociaciones estudiantiles aunque no todas se presentan en todos los centros universitarios. Reforma, Estudiantes Críticos y Unión Independiente concurren en casi todas las circunscripciones (facultades y escuelas), donde compiten con listas específicas nacidas en estas facultades y escuelas.

Reforma se alzó con la victoria en la última consulta electoral. Consiguió 29 de los 72 representantes de alumnos que hasta ahora había en el claustro de la UMA y presencia en la mayoría de las juntas de centro.

Esta asociación estudiantil se creó en 1999 por simpatizantes de las Nuevas Generaciones del Partido Popular. Durante tres años su presidente ha sido Miguel Ángel Ruiz, que abandonó hace dos semanas el cargo para tomar posesión de su escaño en el Parlamento andaluz por el Partido Popular (PP).

Ruiz asegura que la vinculación de Reforma con las Nuevas Generaciones del PP "no es tan clara como se quiere hacer ver". Y destaca que dos de sus miembros claustrales "han ido en listas de Izquierda Unida y del Partido Andalucista". "Es una formación de gente que se preocupa por la Universidad y no sólo quiere ir a clase y a la cafetería".

Entre los puntos fuertes de su programa electoral figuran la apertura de la biblioteca general 24 horas al día y todos los días del año, así como la implantación del bono-comedor para los alumnos que almuerzan a diario en su centro.

El programa, según el secretario de la formación, Víctor García, se elabora "tras realizar en las aulas unas encuestas" para conocer las demandas estudiantiles. Después, ya en campaña, los candidatos se patean cada centro distribuyendo folletos y explicando el programa. El despliegue se financia "con actividades que hacemos a lo largo del curso, como la caseta de la feria, una paella que hicimos hace poco en Ciencias de la Comunicación o el paint ball que organizamos en noviembre".

Otra asociación en liza es Unión Universitaria. En las últimas elecciones claustrales logró diez representantes. Esta organización agrupa a la mayoría de las candidaturas independientes de las facultades y escuelas. Sus folletos han poblado en esta cita los centros universitarios. También los parabrisas de los coches estacionados más cerca.

En esta ocasión proponen que el calendario de exámenes y sus revisiones se fije al comienzo del curso, información de notas y cambios en las pruebas a través de SMS, conservación de los exámenes durante un curso académico, la apertura de las bibliotecas de Derecho, Medicina, Telecomunicaciones e Informática durante los fines de semana, y la general durante las 24 horas todo el año, así como flexibilizar los periodos de préstamo de libros. Unión Universitaria también entra en lo lúdico. Su programa incluye pedir al Vicerrectorado de Estudiantes que organice anualmente un viaje de fin de carrera para la totalidad de la UMA, recuperar fiestas patronales y organizar una barrilada.

Estas dos organizaciones tendrán que competir este año con un contrincante nuevo: Estudiantes Críticos, plataforma en la que se han aglutinado ocho asociaciones estudiantiles. Son los alumnos ideológicamente posicionados más a la izquierda.

La creación de la plataforma se ha hecho partiendo del espíritu común que comparten: "Nos une la defensa de la educación universitaria pública y, en este sentido, nos preocupan aspectos del proceso de Bolonia que caminan hacia la privatización de la universidad. Por ejemplo, cambian los criterios de medición para primar la rentabilidad frente al conocimiento. La universidad debe formar a trabajadores, pero también a personas", explica Alberto Garzón, de Economía Crítica, una de las asociaciones integradas en la plataforma.

También se oponen a conceptos como las becas préstamos, reclama que la universidad se implique en el control de las prácticas para que "los estudiantes no acaben siendo explotados por las empresas", así como la integración de los movimientos sociales en el consejo social. Finalmente, proponen cambiar la proporción de alumnos en los órganos de gobierno porque "ahora somos minoría frente a los profesores, de modo que se acaban convirtiendo en órganos de marketing, en los que la participación de los estudiantes no es real".

Junto a estas líneas generales presentan también programas específicos para cada centro, en función de las necesidades que detectan.

La plataforma ha buscado una opción singular para financiar esta campaña: "Durante varios días algunos estuvimos repartiendo publicidad, lo que nos permitió ingresar algún dinerillo en una cuenta para sufragar los gastos".

Además, todas las asociaciones acuden al Vicerrectorado de Alumnos para solicitar ayudas, así como a los decanos de los centros. "Y algunos se dejan caer", dice Víctor García.

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