Elena Bárcena: ''A pesar del crecimiento, Málaga sigue a la cola de la distribución de la renta''
La provincia ha crecido desde 2015, pero mantiene a barrios en la capital con tasas de pobreza que superan el 50% y una crisis de vivienda que afecta generalmente a los jóvenes
Ruiz Sinoga: ''Hemos de aprender a convivir con los terremotos, estamos en una zona de fricción de placas tectónicas''
La Academia Malagueña de Ciencias ha incorporado recientemente como académica de número a la catedrática en Economía Aplicada (Estadística y Econometría) de la Universidad de Málaga Elena Bárcena Martín. Su ingreso llega tras varios años investigando la renta, la desigualdad y la pobreza en Málaga, un trabajo que ha revelado contrastes profundos. La provincia es la que más ha crecido en renta desde 2015, pero al mismo tiempo mantiene a barrios en la capital con tasas de pobreza que superan el 50% y una crisis de vivienda que afecta generalmente a los jóvenes y familias con niños. Bárcena analiza las causas de estas brechas, los riesgos a los que está expuesto la provincia y las posibles medidas que solucionarían el problema.
Pregunta.¿Qué significado personal y profesional tiene su entrada a la Academia?
Respuesta.Quizás es un reconocimiento a una última parte de mi trayectoria, en la que, junto a otros compañeros de la universidad hemos trabajado sobre Málaga. Empezamos en época de pandemia, a través de medios on line. Gracias al liderazgo, en ese momento, de José Damián Ruiz Sinoga hicimos un grupo que ha trabajado junto con el Ayuntamiento para analizar la vulnerabilidad de los barrios de Málaga.
P.¿Por qué eligió la renta, la desigualdad y la pobreza en la provincia para su discurso de ingreso?
R.Tengo dos vertientes, una más aplicada y otra más metodológica. Esta última no la vi atractiva para el público y me puse en la situación de qué le gustaría conocer a un ciudadano malagueño que no supiese. Entonces decidí hablar sobre el nivel de renta, cómo ha crecido Málaga..., y, después, cómo se distribuye esa renta. Este discurso era una revisión panorámica de lo que estamos creciendo, pero todavía falta mucho por hacer. La intención del discurso era dar a conocer cuál es la situación de Málaga y cuál es la situación personal de cada individuo dentro de la provincia. Como ciudadanos nos comparamos con aquellos que están mejor y creemos que nuestra situación es peor de lo que realmente es cuando ves en conjunto toda la población.
P.Málaga es la mayor provincia con un mayor crecimiento de renta desde 2015. ¿Qué factores explican esta situación?
R.2015 es un periodo de bonanza económica. Del 15 al 19 hubo un crecimiento en toda España y Málaga tuvo mucho turismo, con un tirón a través de plataformas on line que facilita el movimiento de todo tipo de personas. Además, el crecimiento que está teniendo el Parque Tecnológico, empresas nuevas que están viniendo... Todo eso ha tenido un papel fundamental. Se han hecho un montón de cosas bien. Ahora, tenemos que seguir así. Está bien que en una primera etapa haya un tirón y se beneficien más unos que otros, pero después hay que intentar que llegue a todos.
P.Sin embargo, la provincia de Málaga sigue lejos de las que tienen una mayor renta. ¿Qué frena ese crecimiento?
R.Málaga estaba cuatro posiciones por detrás en 2015 y ese crecimiento le ha permitido adelantar a cuatro provincias españolas. La ha situado un poquito más alta, pero sigue estando a la cola de la distribución. Si nos fijamos en el mapa de España, el sur tiene una renta mucho más baja que el norte. En España hay un claro eje norte-sur. Málaga, a pesar de estar en el sur tiene algunas excepciones. Podemos colocar algunos municipios más arriba en el ranking nacional, pero la mayoría de municipios está en la parte baja de la distribución.
P.¿Cómo es la distribución de la renta entre los malagueños?
R.Lo fundamental es que cada persona sepa qué posición ocupa y para ello hay varios datos. Por ejemplo, el 11,5% de la población malagueña recibe menos de 7.700 euros anuales, el 25%, aproximadamente, recibe menos de 11.500 euros anuales. Por tanto, que cada uno analice cuántos euros recibe y dónde se situaría. El 8% superior recibe más de 38.500 euros anuales. Hay una gran parte de la población que puede desconocer su situación real en la distribución. Muchas veces nos llevaríamos una sorpresa al conocer que a lo mejor estamos en la parte alta de la distribución cuando pensamos que estamos en la media.
P.Hablaba de disparidades significativas entre varios municipios en relación con la renta.
R.No dividimos por el número de personas, porque no es lo mismo un adulto que un niño y ni el primer adulto que el segundo porque hay una serie de economías de escala dentro del hogar. Entonces Benahavís es el que mejor está, con 23.500 euros anuales por unidad de consumo, mientras que para Benamargosa son 12.500 euros. Si vemos el mapa de Málaga, la Axarquía y el interior son los que menos renta tienen. ¿Dónde se sitúan los municipios con mayor renta? En la costa, sobre todo en la occidental, Málaga capital y Rincón de la Victoria.
P.¿Y en la ciudad?
R.Tradicionalmente, teníamos el este como zona más acomodada y el oeste como más deprimida. Con las nuevas zonas de expansión como la finca El Pato, Teatinos… se ha concentrado una serie de viviendas de clase media, media-alta, gente joven, con trabajo..., que ha permitido romper ese eje este-oeste. En el oeste empezamos a encontrar determinados barrios o secciones censales con rentas altas.
P.Hizo una distinción entre el crecimiento y el bienestar. ¿Cuál es la principal brecha que hay entre ambas en la provincia?
R.El crecimiento se entiende como el aumento del PIB. En el caso del discurso me centré en la renta, es decir, recogíamos el papel que tiene el Estado en la distribución de ella. El que aumente la renta no tiene por qué suponer un mayor bienestar. Primero, porque la renta media puede aumentar si hay alguna parte de la distribución que esté creciendo, pero hay una parte de la población que no se está beneficiando. Parte de esa situación se está dando en Málaga y lo veíamos a través de los indicadores de pobreza, que mejoran, pero no tanto como para seguir ese liderazgo que sí se veía en crecimiento de renta. Y, por otra parte, es que el bienestar muchas veces es subjetivo. Eso significa que, aunque tu renta crezca, si la de los demás también, tu percepción no es positiva. Esa situación hay que recogerla de alguna forma. En parte, se ve a través de los indicadores de pobreza porque el umbral está en relación con la renta de toda la población española. Si sigues siendo pobre es porque, aunque tu renta haya crecido, no lo ha hecho al ritmo que ha crecido la nacional y, por tanto, te quedas atrás.
P.El umbral de pobreza también ha crecido, pero refleja mejoras en las condiciones de vida. ¿Cuáles son los grupos más vulnerables?
R.El colectivo más afectado son las familias monoparentales. Cuando hay niños en el hogar, hay más gastos y estos no son perceptores de renta. Si ese progenitor vive solo, tiene una fuente de ingresos y tiene que tener muchos para poder salir de la pobreza. Pero también se ven afectadas las familias con niños en general. El sueldo de la pareja hay que dividirlo entre las unidades de consumo. Hay dos fuentes de ingresos, pero debe dar para cubrir a todos los adultos y niños que haya en el hogar. Hablamos también de personas dependientes y de los jóvenes. En estos últimos influye el mercado de trabajo, la inestabilidad en el puesto, la temporalidad, el tiempo parcial que muchas veces es indeseado, los bajos salarios con los que se introducen en el mercado laboral... Además, hay que valorar la carencia material de las familias. Puedes aumentar el sueldo, pero si los bienes se encarecen... Hay muchos motivos que hacen que, incluso en una situación de crecimiento de renta, el bienestar material no vaya al mismo ritmo.
P.¿Qué barrios están expuestos a esa vulnerabilidad?
R.Palma y Palmilla que tienen tasas por encima del 60% de pobreza. También La Corta, La Virreina, Campanillas, Los Asperones, La Trinidad y El Perchel… Entre el 50 y el 60% de la población es pobre, es decir, más de la mitad de sus residentes.
P.¿Málaga necesita políticas territoriales diferenciadas para abordar la desigualdad que hay?
R.Málaga ciudad si está abordando estas disparidades porque trabajamos con el Ayuntamiento en elaborar unos indicadores de vulnerabilidad en los barrios de Málaga. En el Ayuntamiento hay cierta preocupación por esa disparidad. Estos índices están elaborados por un equipo multidisciplinar donde está José Damián Ruiz Sinoga, Julián Molina, colabora la directora de CIEDES, Mari Carmen García Peña, Salvador Pérez Moreno, compañeros del departamento, Francisca García Pardo, que es matemática, Ana Muñoz... Es decir, hay un grupo de gente que intenta ver el problema de las vulnerabilidades desde distintas perspectivas. No solo socioeconómica, sino demográfica, ambiental, territorial, asistencial... Con esos indicadores el Ayuntamiento intenta elaborar la agenda urbana y afrontar estas disparidades dentro de Málaga ciudad. En Málaga provincia ya es mucho más difícil articular cualquier intervención. Me imagino que sí son conocedores y que sí se necesita una política específica para afrontar estas disparidades.
P.Mencionó que la inflación afecta más a las rentas bajas. ¿Por qué ese impacto tan desproporcionado?
R.Aquí tiene que ver mucho cómo se componen las cestas de consumo. Cuando una familia es pobre, la mayoría de sus cestas de consumo son bienes básicos. La inflación ha afectado mayoritariamente a materias primas, a costes de la energía y a la vivienda. Si en una familia, esos bienes tienen una gran presencia, van a ver multiplicado el gasto. Mientras que familias con más renta, esos bienes suponen una pequeña parte y no se ven tan afectados. Además, los recursos para esquivar esas subidas de precios son mucho mayor para las familias más acomodadas porque tienen recursos financieros que les permiten beneficiarse de esos crecimientos en los precios.
P.El problema de la vivienda está afectando a Málaga.
R.Tiene un coste muy elevado. El precio de la vivienda tasada en Málaga es de un 34% entre 2015 y 2024, mientras que la renta subió un 20%. El alquiler también ha subido mucho. Todo esto hace que cuando una familia descuente del presupuesto lo que dedica a la vivienda, cada vez se le queda menos cantidad. Es necesario tomar medidas porque va a tener un efecto en la calidad de vida de las personas y en la planificación urbanística de la ciudad. Si los malagueños no pueden vivir en la ciudad, van a irse a otros municipios y, por tanto, las comunicaciones se puede colapsar, habría que dimensionar los centro de salud, las escuelas de esos municipios... Es un proceso que no solo abarca a la ciudad. De hecho, el aumento en el precio del alquiler Alhaurín el Grande, que no es un municipio colindante, ha sido muy alto y es el que más ha aumentado entre 2015 y 2024, con un 32%. Esto se debe a que la población no puede permitirse comprar o alquilar en Málaga ciudad. La media nacional no llega ni al 20% y en Málaga capital ha subido un 24% el precio de los alquileres.
P.¿Qué otras zonas sufren esta problemática?
R.Aquellas donde haya familias con bajas rentas, porque son las más afectadas. A una familia con renta alta una subida del 10% puede no suponerle nada. Pero hay familias que dedican más del 30% al alquiler y si se endeuda con esa cantidad, tiene muy poco margen de maniobra. Por tanto, el tema de la vivienda está afectando a los que tengan rentas bajas. ¿Quiénes son? Los mismos de la pobreza. Hogares con niños, jóvenes, que al estar iniciándose en el mercado laboral, no tienen una vivienda en propiedad y tienen que estar haciendo un esfuerzo económico, tienen bajos salarios, lo normal es que tengan niños...
P.¿Qué otros aspectos de su discurso destacaría?
R.Respecto a Málaga, hay dos cuestiones. Una es la pobreza laboral. Significa que hay gente que trabaja y es pobre. Incluso, si el salario mínimo está estipulado por encima del umbral de la pobreza, no permite salir a todo el mundo de la pobreza. Y este es un problema que tiene España, no hay datos para Málaga, pero los trabajadores pobres se mantienen. Incluso en épocas de recuperación en las que ha habido un descenso del desempleo, sigue habiendo mucha pobreza laboral. Por tanto, debemos pensar muy bien qué está pasando en el mercado laboral. Y, por otro lado, es la persistencia en la pobreza. Eso es cuando una persona es pobre y lo ha sido en dos de los últimos tres años anteriores. Significa que no ha podido salir de la pobreza. Caer un año tiene un impacto, pero es mucho menor que cuando se está de forma continuada. Porque caer un año en la pobreza puedes afrontarlo con ahorros, ayudadas familiares… Cuando esa situación se perpetúa, esos recursos se agotan y la situación es mucho más grave. Para España, porque no hay datos para Málaga, en el último año, del 23 al 24, la proporción de hogares que son pobres de forma persistente ha subido. ¿Esto qué significa? Estamos en una época de recuperación y hay crecimiento en la renta en toda España. Sin embargo, la proporción de personas que son pobres de forma persistente aumenta. Hay una bolsa de gente en la cola baja de la distribución que parecen que no pueden salir y, cada vez, están incrementando su percepción.
P.Una de sus líneas de investigación es la privación más allá del ingreso. ¿Qué formas de privación observa en Málaga?
R.En la privación material de Eurostat se consideran actualmente 13 ítems. Unos son a nivel personal y otros a nivel del hogar. Estos últimos son mantener la casa caliente, tomar proteínas, poder hacer frente a un imprevisto económico... El terreno más personal va a aspectos más sociales. Si puede tomarse algo con los amigos una vez al mes, si puede irse de vacaciones una vez al año... Es lo que se llama privación material. A nivel Málaga no hay datos oficiales sobre esa privación porque las encuestas con las que se analizan estos aspectos son representativas a nivel nacional o regional.
P.Su trabajo también aborda el género y la infancia. ¿Qué riesgos nota en la provincia?
R.La infancia es fundamental. El que haya familias con niños supone que están enfrentando mayores dificultades y esto se refleja a nivel nacional en tasas de pobreza infantil muy altas. Esto nos lo deberíamos tomar muy en serio. Si un niño se cría en pobreza va a afectarle a todo su futuro, si no tiene una alimentación adecuada va a tener más déficit de atención en el colegio, una menor educación va a afectar a su empleo futuro... Es decir, la pobreza tiene una trascendencia mucho más allá. Por tanto, la infancia debería ser una prioridad en cualquier agenda social. Por otro lado, el género también afecta porque las mujeres suelen tener trabajos a tiempo parcial no deseado. Muchas veces, de forma voluntaria, decide renunciar a un trabajo a tiempo completo para el cuidado de personas dependientes, no solo niños, sino también mayores. Por tanto, eso va a tener un efecto a lo largo de su vida. Una mujer que haya cotizado menos en su vida laboral va a tener una pensión más baja. Además, la mujer suele tener una esperanza de vida mayor, con lo cual vamos a encontrarnos con mujeres que vivirán más, pero que, a su vez, van a tener menores pensiones.
P.Si no se actúa, ¿cuál es el riesgo al que se enfrenta la provincia?
R.La falta de cohesión social y territorial, pero no solo en la provincia, sino en cualquier sociedad en la que haya una desigualdad alta. Esto no es deseable. Además, una sociedad con altas disparidades va a poder crecer menos porque solo cuando hay una cierta igualdad se permite aprovechar mucho más el crecimiento.
P.¿Qué medidas solucionarían estos problemas?
R.Hay distintas opciones. Para mí, la fundamental es la educación. Una educación de calidad va a permitir siempre dar recursos a las personas para afrontar situaciones de vulnerabilidad. Para ello, una educación pública de calidad, asegurar becas, facilitar los estudios… También acompañada de una educación universal, sobre todo, en infantil, de 0 a 3 años, que permite a los progenitores, normalmente personas jóvenes y mayoritariamente las mujeres que son las que renuncian al tiempo completo en el trabajo, volver al mercado laboral inmediatamente. Después, programas de refuerzos educativos en las zonas más vulnerables. Reforzar el ingreso mínimo vital, que es como la última red de seguridad que tiene una persona. Sin embargo, hemos visto que ese ingreso mínimo no tiene una cuantía adecuada, pero, sobre todo, lo más preocupante es que no está llegando a todos los que tendría derecho. Hay mucha gente que tendría derecho y no lo está demandando. Muchas veces por problemas burocráticos, por la exigencia que tiene, que no están claras, por tanto, hacer que ese ingreso mínimo vital llegara a esta población sería fundamental. Además, simplificar todos los procesos administrativos de las ayudas sociales. Hacer que siempre, aunque se trabaje, sea compatible con esas ayudas sociales, ajustándolas, pero de forma que nadie salga del mercado laboral por recibir una ayuda social. De cara, de nuevo a la infancia, las prestaciones por hijo a cargo que sean universales para todo el mundo. Simplificaría mucho los procedimientos y, después, se podría tener en cuenta a la hora de hacer la declaración de la renta. Y, por supuesto, garantizar una vivienda. Son una serie de políticas que aspiran a mucho, pero se puede ir empezando poco a poco para ir paliando las situaciones más extremas.
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