Elías Bendodo, el impulsor del Caminito del Rey
El político, durante su etapa como presidente de la Diputación de Málaga, desatascó un proyecto que, por costoso llevaba años parado y que ha revitalizado el turismo de interior en la provincia
Elías Bendodo (Málaga, 1974), comenzó su carrera política muy joven, cuando con 25 años, en 2000, sustituyó a José María Martín Carpena como concejal en el Ayuntamiento de Málaga. Ese mismo año comenzó su andadura de cinco años al frente de las Nuevas Generaciones del Partido Popular en Málaga, donde más tarde sería presidente provincial. Desde que entrase, tuvo distintas responsabilidades en el Consistorio, donde fue número 2 en dos comicios distintos. Y desde allí fue ocho años presidetne de la Diputación de Málaga (2011-2019), con hitos como la reapertura del Caminito del Rey, que ahora cumple 10 años.
Esta etapa la dejó para ser consejero de Presidencia de la Junta de Andalucía entre 2019 y 2022, cuando le llamaron para ir a Madrid para tratar de recuperar para su partido el Gobierno central. Desde 2023 es diputado en el Congreso y actualmente es vicesecretario general del partido de Política Autonómica y Municipal y Análisis Electoral. Es decir, se sienta en la planta noble de Génova –donde se encuentra la sede del PP–, siendo uno de los hombres fuertes de Alberto Núñez Feijóo.
Licenciado en Derecho por la Universidad de Málaga, su figura política ha destacado por su lectura demoscópica y estrategia política. Tanto que, hasta esta última etapa en el Congreso, se congratulaba de no haber estado nunca sentado en la oposición.
Caminito del Rey
En ocho años muchos fueron los frentes que impulsó desde la presidencia de la Diputación de Málaga. Pero si hay un proyecto que destaca por haber cambiado el turismo del interior de la provinicia, y que ahora cumple una década, es el Caminito del Rey. Su predecesor al frente del ente supramunicipal, Salvador Pendón, trató de desatascar el proyecto durante años, encontrándose con un escollo difícilmente salvable: la propuesta era cara y España atravesaba una importante crisis.
Con la entrada de Bendodo en Diputación, un técnico le presentó una nueva solución. Hacer una estructura de madera sobre el camino primigenio. Costaría dos millones de euros, por lo que era relativamente barato. También sencilla, en comparación con las soluciones aportadas hasta el momento. El tiempo lo ha certificado como uno de los grandes atractivos del Valle del Guadalhorce, que ahora, con Francisco Salado al frente de la administración, encara una nueva ampliación para dotarlo de un nuevo puente colgante que se convertirá en el más largo de España con 110 metros.
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