Unos 25.000 empleados del SAS no han cobrado la productividad
El complemento se pagaba a final de mayo · Salud promete que lo abonará en 6 veces
"¿Dónde está la productividad?" ha sido una de las consignas coreadas en las protestas protagonizadas en los centros sanitarios por los recortes. Unos 25.000 trabajadores del Servicio Andaluz de Salud (SAS) en la provincia tienen suspendido ese complemento que deberían haber cobrado a finales de mayo y que oscila entre 800 y 15.000 euros anuales según la categoría.
CCOO estima que el montante global pendiente de pago al personal por este concepto (CRP) ronda los 50 millones de euros. "Todavía no se ha cobrado. El problema es que no hay liquidez. La promesa de la Administración es prorratearlo en seis nóminas, de julio a diciembre", explica el responsable de Sanidad del sindicato, Rafael González. Pero esa liquidación está en el aire porque, según apuntó González, está supeditada a la aprobación del plan de ajuste.
El impago ha generado muchísimo malestar entre los trabajadores de la sanidad pública que además sufrirán un recorte del 10% en todos los conceptos variables, en el caso de los fijos, y del 15% del suelo y la jornada, los interinos.
Para el secretario provincial del Sindicato de Enfermería (Satse), Eugenio Pérez, el prorrateo apunta a disimular la merma retributiva que a partir de julio sufrirá el personal: "Es maquillar las nóminas para que no se note tanto la brutal bajada que sufrirán los trabajadores. Es intentar disimular el recorte para que el descontento sea menor, cuando el descontento es máximo". El CRP retribuye el cumplimiento de objetivos de las unidades de gestión generalmente vinculados a la calidad en la asistencia y al control del gasto. Como es una sola paga anual, los sindicatos critican que se suspenda ya que casi todos los trabajadores organizan para este mes pagos excepcionales con cargo a ese ingreso. Satse incluso recuerda que corresponde al trabajo bien hecho de 2011, por lo que califica su aplazamiento como un "recorte retroactivo".
La indignación en los centros sanitarios es máxima. Las protestas se suceden convocadas por distintas organizaciones sindicales e incluso propiciadas por los propios trabajadores. Hace un par de semanas, la consejera de Salud, María Jesús Montero, advirtió a los sindicatos que si no aceptaban el plan de ajuste peligraba el pago de las nóminas de julio en el SAS. Para el secretario de Satse, "es sembrar alarma social y meter miedo a los trabajadores para que sean dóciles a los recortes". El desánimo cunde. Se palma en los distintos centros. Desde el celador hasta el cirujano. "Por que con vocación no se paga la hipoteca", decía Pérez.
Carlos Camacho, del Sindicato Médico, resume: "El pago de la productividad se demora y se prorratea". Además aclara que hay una parte del CRP -los remanentes, que es la proporción de los que no alcanzan los objetivos- que antes se repartía entre los que lograban mejores resultados. "Esa parte ya no se repartirá", aseguraba.
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