Un botellón con amigos da para mucho. Suelen surgir muchas ideas que luego se evaporan con la resaca, pero hay veces que se quedan ancladas en la mente y prosperan hasta el punto de convertirse en un negocio. Es lo que le pasó al malagueño Pablo Sánchez, el impulsor de la marca de ropa Respet, que definen como “moda urbana 100% malaguita y como icono un espeto”. 

Sánchez es odontólogo y fue unos años a especializarse a Barcelona. En una Diada vio, con cierta envidia, cómo miles de catalanes portaban todo tipo de símbolos relacionados con su tierra. “Pensé que a los andaluces nos vendría bien algo parecido, pero que fuera inclusivo y que empatizara con gente de cualquier sitio”, recuerda este joven. Volvió unos días de vacaciones a Málaga, le contó su idea a unos amigos en un botellón y, entre todos, pensaron qué símbolo representaría mejor a una marca de ropa de Málaga. “Dijimos un montón que ya no recuerdo, entre ellos salió el higo chumbo, pero al final nos quedamos con el espeto”, dice.

El odontólogo regresó a Barcelona, dibujó un logo con un espeto e hizo una camiseta para él y sus colegas. “Al principio era en plan cachondeo pero me empezaron a pedir cada vez más y llegué hasta a saturarme”, narra. De vuelta a Málaga pensó que podría darle un enfoque más profesional y se instaló en una incubadora en El Rayo Verde, donde conoció a Marián Jiménez, una joven granadina experta en marketing que había estado previamente siete años trabajando en una agencia de comunicación especializada en moda. “Me gustó el proyecto de Pablo y me uní. Hicimos una web en condiciones, un proceso de investigación de fabricantes, actualizamos la marca y el logo”, indica Jiménez. 

Marián Jiménez y Pablo Sánchez posan con su ropa con vistas a la Catedral de Málaga.

Les pilló el Covid y tuvieron que echar un poco el freno, aunque también fue el momento en el que entró el tercer socio, Antonio Sobrino, que lleva la parte administrativa. Explican que en 2021 han sacado dos colecciones  de camisetas, sudaderas y complementos, en una de las cuales han contado con la colaboración de la diseñadora Bosska. 

Tras analizar diversas fábricas textiles, escogieron una en Archidona porque, según cuenta Jiménez, “era la única que trabajaba con materiales sostenibles y queremos que la sostenibilidad sea uno de nuestros principales valores”. En este sentido, detallan que están apostando por hacer unidades limitadas de las colecciones, fabricando a demanda e impidiendo tener un gran stock para evitar una mayor contaminación y, de paso, reducir riesgos financieros.

Lo venden todo a través de su sitio web (www.respet.es). Sánchez comenta que “la mayoría de los clientes son malagueños que viven fuera y que se sienten identificados con nuestra marca y nuestros valores, aunque también nos han entrado compradores de Barcelona, Madrid, Valencia, Estados Unidos o Bélgica”. Centran su canal de venta en la web, pero ya están conversando con tiendas físicas multimarca de la provincia de Málaga y de otros puntos de Andalucía para ir metiendo sus productos.

Posiblemente Sánchez nunca se habría imaginado que la Diada catalana y un botellón en Málaga iban a acabar en una marca ropa con el logo de un espeto. Pero así ha sido y, aunque sigue trabajando de odontólogo, está muy ilusionado con el presente y futuro de esta firma “malaguita”.