El holding de los hermanos Blanes Sánchez, que controla la tecnológica de éxito Freepik, ha comprado el antiguo edificio de oficinas propiedad en su momento de Unicaja en calle Bolsa. La entidad financiera andaluz permanece en alquiler en el inmueble de más de 2.700 metros cuadrados, sede de su aseguradora Unicorp y de los servicios de banca privada. 

Con la demanda actual de oficinas en la zona y el alto coste del suelo en las cercanías de Larios, fuentes conocedoras del mercado cifran en unos 10 millones de euros la inversión que sería precisa para hacerse con este inmueble. La intención de los compradores sería rehabilitarlo y destinarlo al alquiler de oficina de alta calidad. A Unicaja le queda todavía unos tres años de contrato por lo que sería necesario alcanzar un acuerdo para poder acelerar la operación inmobiliaria. 

El conglomerado empresarial de los hermanos Blanes cuanta como sociedad matriz a Picasso Bidco, con un capital de 22 millones de euros, con sede en una céntrica calle de la capital malagueña, según figura en el registro. Pero la empresa más conocida de ámbos es Freepik Company, una compañía con un crecimiento exponencial y con una valoración de unos mil millones de dólares que aún no cotiza en bolsa.

Freepik que cuenta como socio también a Joaquín Cuenca ofrece un banco de imágenes y recursos gráficos. La firma cerró el año pasado con una plantilla de 577 profesionales y con el hito de ser la web cien más visitada en el mundo.

La decisión del grupo empresarial de los Blanes, que cuentan en su división también con la firma Alejandro Sánchez Patrimonial 2020, de diversificar sus negocios les llevó en abril de este año a la compra de la mayor parte del edificio de la Plaza de la Constitución en cuyos bajos se asienta la tienda Stradivarius. 

La adquisición incluyó 23 apartamentos de 59 a 118 metros cuadrados , seis oficinas y un ático frontal a la plaza con 160 metros cuadrados de terraza y vistas a Larios y a la Catedral. Como en el caso de calle la Bolsa, la iniciativa apuesta por la exclusividad. En este caso por proporcionar alojamiento corporativo de los denominado premium. 

Los inversores ya anunciaron este año su disposición de invertir durante este década unos 100 millones de euros en la compra de diversos activos en la Costa del Sol, pero también en Madrid. La pasada primavera se citaban edificios junto a la plaza de la Merced o villas en el Limonar o El Candado, pero finalmente el segundo paso conocido ha sido, de nuevo, en el corazón de la capital. 

Vivienda en la primera operación, oficinas, todavía con inquilino, para esta segunda que acaba de trascender. Un edificio de cinco plantas a la entrada de calle Bolsa y con historia. Algunos expertos defienden que se trata de la primera obra arquitectónica contemporánea que se construyó en el centro de la capital malagueña allá por 1970.

Su autor fue el arquitecto José Carlos Álvarez de Toledo Gross. Pero entre bambalinas se movió Mariano Vergara Casero, un ejecutivo bancario de éxito en la última mitad del siglo pasado. Abogado, profesor mercantil, con amplísima formación, miembro de la Cámara de Comercio, creador de la de compensación interbancaria, mecenas de la literatura y el arte y, desde luego, sin vértigo por la novedad. Y sin reparos en la lucha contra las filtraciones que impedían durante la obra asentar los cimientos en condiciones.

Porque hasta entonces, nadie se había atrevido a romper con la uniformidad de los inmuebles del siglo XIX. Y la sede de la entonces dirección general del sur de España del Banco Coca, lo hizo y encajó. Luego llegó Banesto y finalmente Unicaja. Su historia continuará.