Málaga

Más de 2.200 empresas en la provincia de Málaga están implicadas en la FP Dual

Alumnos en el ciclo de FP Dual de Automoción del CPD San José.

Alumnos en el ciclo de FP Dual de Automoción del CPD San José. / Javier Albiñana

Es innegable que la Formación Profesional nació para estar pegada al tejido productivo de su territorio y facilitar unos estudios muy prácticos que terminaban con tres meses de estancia del alumnado en centros de trabajo. Pero en el curso 2014-2015 echó a andar en Málaga la FP Dual, un paso mucho más grande en la alianza entre el mercado laboral y el sistema educativo. Tímidamente se fueron sumando firmas a estos proyectos y, en los últimos cinco años, el crecimiento ha sido exponencial. Más de un 600% ha aumentado el número de empresas adscritas a estos proyectos, pasando de 355 en 2018 a 2.259 en 2023, 1.900 más en un lustro.

También se han multiplicado por tres los proyectos educativos que han optado por la formación en dual desde 2018, pasando de 55 hace cinco años a 174 en este presente curso. Esto conlleva, inevitablemente, un aumento de las plazas ofertadas en estas enseñanzas. Si en 2018 se habían dispuesto 641, en este 2023 han sido un total de 3.272, un 500% más.

“Cada vez hay más centros que se dan cuenta de lo bueno del modelo, tanto públicos como privados, porque reporta numerosos beneficios tanto a las empresas, como a los docentes y, sobre todo, a los alumnos, que son los principales beneficiados de todo esto”, subraya Juan Carlos Amaya, coordinador de la Formación Dual y jefe del departamento de Informática del Centro Público Integrado de FP Alan Turing, nuevo nombre del centro procedente del IES Campanillas. Y destaca lo positivo que es igualmente para el entorno empresarial.

“Las empresas pueden captar talento incipiente desde el minuto uno, ir formando al estudiante en su modelo, en su tecnología, en la cultura de empresa, es como hacer una cantera, así, una vez que titula la incorporación a la empresa es inmediata y no es necesario un proceso de adaptación”, agrega Amaya.

Otro de los motivos por los que las firmas participan es que pueden implicarse en la enseñanza. “Hay profesionales para los que puede ser gratificante transmitir sus conocimientos y colaborar con el desarrollo de la sociedad”, añade. En su campo, el de la informática, asegura Amaya que “las empresas ven muy claro que tienen que apostar por esta formación porque este sector es muy volátil y el alumnado, a raíz de estudiar con ellos desde el inicio, sienten cierto apego a la empresa, porque los han cuidado, porque les ha remunerado la formación, y valoran el hecho de que se hayan formado ahí, conocen a los compañeros y es más fácil que decidan quedarse”.

En cuanto a los beneficios para el alumnado, el primero es la motivación, según destaca el coordinador de la Formación Dual del centro Alan Turing, procedente del IES Campanillas. De hecho, resalta que en las charla de presentación del programa el 99% de los presentes manifiestan su deseo de entrar en la dual, “pero no hay plazas para todos porque cada vez hay más centros, somos muchos en el tablero de juego y nos tenemos que repartir la oferta de las empresas”, indica Amaya.

Otra de las bondades del sistema es que desde el segundo trimestre “van a poder estar en una plantilla de una empresa, con su tutor laboral, con los beneficios que la empresa puede ofrecerles, remunerados y saliendo del sistema reglado de enseñanza para hacer algo diferente, porque en clase nunca vamos a poder estar al nivel tecnológico de la empresa, aunque nos actualizamos y formamos continuamente, las empresas van unos pasos por delante”, añade el experto. Así que, además de tener un primer sueldo, les motiva la perspectiva tan alta que tienen de firmar un contrato después de su etapa formativa.

El profesorado igualmente obtiene beneficios al participar en estos proyectos. “Nos permite estar en contacto con empresas, con otras realidades, con responsables de proyectos, nos enseña la realidad del mercado, nos abre la mente y nos permite ver qué nuevas tecnologías son las más punteras y esto redunda en que queramos ampliar nuestra formación y solicitarla a la administración”, indica Amaya y subraya que en el sector de la informática, la ciberseguridad y la inteligencia artificial la empleabilidad roza el 100%. “Ahora estamos a la caza y captura de empresas nuevas y cuesta un poco más de trabajo porque somos más centros y porque todavía hay cierto desconocimiento, hay que hacer pedagogía”, concluye.

Pero no solo la Dual vive un momento de éxito. La Formación Profesional en general está en alza y en este curso son más de 1.000 alumnos los que se han sumado con respecto al curso anterior, según los datos de la Delegación territorial de Desarrollo Educativo y Formación Profesional. En total hay casi 34.000 estudiantes de FP en los institutos malagueños este curso. En el reparto por ciclos en la provincia, la FP de Grado Básico la cursan 2.737 alumnos, el Grado Medio, 12.635, el superior 18.243, los cursos de especialización de FP, 194 y el curso de acceso a Grado Medio, 107.

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