De la consulta a Instagram: el endocrino malagueño Joaquín Puerma traduce ciencia en conocimientos sencillos
Entre las patologías que más trata, destaca la pérdida de peso y el hipotiroidismo
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Las redes sociales pueden ser un gran altavoz para la divulgación médica. Joaquín Puerma, endocrino de 35 años que vivió en Estepona hasta los 18, está convencido de que la medicina y la comunicación pueden ir de la mano. Defiende que su profesión combina sentirse "útil" y ayudar con el aprendizaje constante de cosas nuevas cada día. Durante la pandemia comenzó a compartir consejos médicos en Instagram, descubrió que acercar la información a la gente de forma sencilla es importante y, desde entonces, acumula más de 40.000 seguidores.
"Me gusta que cuando hay un problema poder ofrecer una⁹ solución definitiva", explica en una entrevista con este periódico. A veces, dice, se trata simplemente de acompañar o de "hacer que el proceso sea lo más fácil posible". Otras veces, sin embargo, el tratamiento de sus pacientes es más directo: "Tienes esta infección, pues pones este antibiótico; tienes este problema metabólico, pues pones estas soluciones de dieta y de medicación".
Puerma se mueve motivado por aprender. "Me encanta la cantidad de cosas que salen nuevas porque la medicina es un campo que cada día o cada semana o cada mes sale un fármaco nuevo, un artículo nuevo, una aplicación, una pieza más de conocimiento", afirma. El endocrino, que estudió en Granada, donde ahora reside, admite que no le gustaría estar en un campo de conocimiento que "no generase conocimientos nuevos tan frecuentemente como la medicina".
Su elección de especialidad también tiene que ver con su pasado personal. "La endocrinología me gusta porque me gusta mucho el estudio del cuerpo humano en su conjunto", confiesa. A su juicio, esta rama ayuda a ver el cuerpo humano como un "conjunto regulado, como un todo". "De pequeño tuve bastante sobrepeso infantil", recuerda, y aquella experiencia le marcó: "Tuve que acabar poniéndole remedio con hábitos, con deporte, con nutrición, y desde ahí me gustó el conocimiento de esta parte del cuerpo humano".
En su trabajo actual, Puerma combina la práctica clínica con el desarrollo de productos. "Nunca se nos puede olvidar que trabajamos por los pacientes", destaca. El endocrino ha participado en la creación de dos suplementos: uno ya está comercializado, un suplemento para tiroides, para mejorar la función tiroidea, la sintomatología y "ciertos aspectos como la bajada de anticuerpos o la prevención de enfermedad". También ha trabajado en un suplemento de proteína y creatina para "intentar ayudar a mantener la masa muscular" en pacientes que están en pérdida de peso.
Joaquín Puerma señala que su filosofía de trabajo reside en la sencillez. Defiende usar "lo mínimo indispensable", porque "vas a tener menos problemas y te vas a poder centrar en ofrecer la mayor calidad posible". "Una de las cosas que no me gustan del mundo de la suplementación es que parece que más es mejor. Y mejor es mejor", enfatiza.
Entre las patologías que más trata, destaca la pérdida de peso y el hipotiroidismo. "Es una enfermedad bastante denostada, porque se conoce como una enfermedad menor", lamenta. El endocrino sostiene que hay gente que puede llegar a tener "sintomatología que hace que su calidad de vida no sea óptima". Por ello, apuesta por una medicina "de pararse un poco más, de poder tener más tiempo" con sus pacientes.
Con respecto a los nuevos fármacos para adelgazar, que han revolucionado el tratamiento de la obesidad, comparte que "inicialmente se diseñaron para diabetes tipo 2, pero vieron que suprimían el apetito y cambiaban cosas a nivel del estímulo-recompensa". Además, aclara que no son recientes: "Estos fármacos existen desde 2008, y en España se han utilizado masivamente desde 2015 o 2016".
Divulgador en redes sociales
Puerma experimentó durante la pandemia la curiosidad de empezar a divulgar sobre la endocrinología en su perfil de Instagram. "Fue un pequeño experimento que al final se ha acabado convirtiendo en prácticamente una forma de vida", recuerda. Empezó a compartir conocimiento médico en redes sociales y vio que la gente respondía a sus publicaciones. "Te vas animando, te vas animando y cada vez lo vas convirtiendo en algo más profesional", añade.
Lo que empezó en los fines de semana de confinamiento en la pandemia, ahora acumula más de 40.000 seguidores, entre los que se encuentran la influencer La vecina rubia. "No me abruma que me siga tanta gente", asegura. También hace hincapié en que el mundo de internet y el mundo real son "dos cosas diferentes".
"Las redes sociales son un medio para un fin, no un fin en sí mismo. Doctor Puerma está para ayudar a los demás, entre ellos, también estoy yo", argumenta. Lo que más valora de esa faceta de instagrammer es la utilidad: "De nada sirve intentar ser el más listo del barrio si no ayudas a nadie". Cree que la divulgación debe ser comprensible: "Si piensas que te lo puede entender tu abuela o tu madre, es cuando estás empezando a hacer un buen trabajo".
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