Una escapada apetecible
Mas de 13 kilómetros para disfrutar de las playas
ADRA
La ruta de hoy hace una parada en el municipio almeriense de Adra, uno de los asentamientos más antiguos de todo el Mediterráneo. A pesar de que el verano ya expira, esta localidad es el lugar ideal para exponerse a los rayos del astro rey. Sus playas se caracterizan por ser de guijarros y tener fondo marino rocoso. Suelen estar muy poco masificadas, excepto algunas como las de San Nicolás y el Poniente en los meses de verano y son aptas para el submarinismo. Así, la localidad cuenta con las siguientes playas de este a oeste: La Habana, Censo, San Nicolás, Poniente, La Caracola, La Gaviota, El Lance de la Virgen, Cala Junco, Guainos, La Alcazaba, La Juana.
El turismo en Adra no está tan desarrollado como en otras zonas del Mediterráneo. Eso la hace ideal para unas vacaciones tranquilas, sin masificaciones ni aglomeraciones. Su historia es de lo más extensa y destacada. La población conserva restos prehistóricos, que indican una presencia del hombre en la zona desde épocas muy remotas. Colonia fenicia y después griega, el garum creado en su puerto fue muy apreciado en todo el mundo clásico. A partir de la conquista visigoda, la población comenzó a sumirse en una progresiva decadencia.
Desde su puerto tuvieron lugar huidas masivas de moriscos, perseguidos por los ejércitos cristianos. Boabdil el Chico se exilió por aquí, y luego volvió a entrar a la península por el mismo punto, tratando de reconquistar el reino de Granada. La población conserva una torre de defensa árabe, similar a otras que pueden observarse en el litoral almeriense y granadino. Otras edificaciones de interés: casas del siglo XVIII y del siglo XIX. Adra es puerto natural de la Baja Alpujarra. Su ubicación resulta interesante por tanto para iniciar rutas de senderismo por la región. Asimismo, su albufera, bastante acosada por la agricultura intensiva, es un punto ecológico excepcional, de alto valor ornitológico. También resulta interesante observar el llamado mar de plástico, una alta concentración de agricultura de invernadero que existe entre Adra y El Ejido. Esta actividad industrial casi caracteriza el paisaje urbano de esta región y es origen del bienestar económico actual.
Desde el punto de vista monumental, Adra guarda varios vestigios, testigos mudos del paso del tiempo. La Torre de los Perdigones es el monumento más representativo de la ciudad, una chimenea de la actividad industrial del pueblo a finales del siglo XIX. Su puerto marítimo, las albuferas, terceras en extensión en España, o las Casas Barrocas junto al Cerro de Montecristo, lugar donde se encuentra la ermita de San Nicolás y posible yacimiento prehistórico asociado a la Cultura de los Millares son los enclaves más destacados.
La gastronomía en Adra destaca por su pescado local, que es excelente y fresco, ideal para comerlo a la plancha. Sardinas, boquerones, gambas -de las cuales existe una variedad local-, pijotas, pulpo o cazón pueden ser saboreadas en prácticamente cualquier bar de la localidad.
La localidad de Adra cuenta con más de 13 kilómetros de costa. Una de las playas más destacadas es la de San Nicolás ubicada entre el espigón de Levante de su Puerto y la escollera que la separa de la Playa del Censo. Tiene una longitud de 550 metros.
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