Los escolares usan el ordenador para ocio y menos para estudiar

Un estudio de Eurydice defiende la implantación de las TIC pero advierte de que el 83% de los jóvenes se conectan en casa para entretenerse y sólo el 46% para trabajar

Un niño realiza los deberes con un portátil en su casa.
Un niño realiza los deberes con un portátil en su casa.
A. Beauchy · E. Ruiz / Málaga

17 de julio 2011 - 01:00

Es difícil encontrar ya argumentos que nieguen la utilidad de las TIC como herramientas de aprendizaje, pero ¿hasta qué punto están dando los escolares buen uso de las nuevas tecnologías en sus hogares? Sólo en Málaga, la Junta de Andalucía ha repartido con el programa Escuela TIC 2.0 en los dos últimos años más de 50.000 portátiles a niños de entre 10 y 12 años y ha prometido que dará otros 20.000 el próximo curso. Pero mientras el proceso de implantación de las TIC todavía cobra forma en los centros malagueños, un estudio europeo advierte que la mayoría de los jóvenes utiliza los ordenadores para ocio y poco para estudiar.

El informe, elaborado por Eurydice, una organización europea que evalúa las políticas educativas que se llevan a cabo en la UE, señala que al menos una vez a la semana los estudiantes se conectan el doble a internet desde casa para acceder a entretenimiento o diversión (83%) que para realizar tareas relacionadas con el colegio (46 %). En una proporción similar, el 67 % de los jóvenes utiliza al menos una vez a la semana el correo electrónico, pero sólo el 37 % lo emplea en relación con trabajos de la escuela.

Además, el documento indica que, aunque las TIC son una herramienta para el aprendizaje recomendada en todos los países de la UE, las prácticas son muy diferentes en las aulas de los diferentes estados. "Las TIC forma parte de la vida diaria de los jóvenes, por lo tanto, no es una simple herramienta para determinadas situaciones", señala el catedrático en Pedagogía de la Universidad de Málaga (UMA), Ángel Pérez Gómez.

Para el experto, las TIC están "infravaloradas", ya que "no solo deben utilizarse para la búsqueda de información, sino que se pueden aplicar a muchas otras tareas", indicó el catedrático en Pedagogía de la UMA, quien puso como ejemplo que se utilicen para crear laboratorios simulados en para la asignatura de Química. "De esta forma los alumnos no tendrían que mezclar los productos, todo se haría de manera simulada", puntualizó. Aunque hay menos disparidad entre los países europeos a la hora de disponer de equipos informáticos, la falta de un software apropiado de aprendizaje y de personal de apoyo "sigue afectando la enseñanza de los alumnos", según el estudio de Eurydice. Los docentes adquieren formación TIC en sus años de aprendizaje, pero no la suelen recibir posteriormente de forma continuada para asegurar su puesta al día. Así, el profesor de la UMA considera que "el problema" de la Escuela TIC 2.0 es el profesorado, quien "carece de la formación adecuada, a rasgos generales" para hacer uso de estas tecnologías". "El profesorado tiene la obligación de seguir formándose y de llevar esa formación a la realidad del aula y a las prácticas docentes diarias", señaló Pérez Gómez, quien recalcó que él apuesta por una "política de choque y una campaña que reactiva a los docentes y los reactualice en el uso de las nuevas tecnologías". Pero también cree que "cuando el alumnado desarrolle de forma cotidiana numerosas tareas educativas por medio de las TIC, el uso de estas herramientas con una finalidad educativa será más amplio". Y las familias forman el definitivo vértice de esta figura. "En cualquier consideración pedagógica, se plantean los tiempos escolares como situaciones limitadas, en las que el tiempo familiar se hace indispensable.

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