Nita Carmona, la futbolista malagueña pionera en los años 20 que allanó el camino a la selección femenina

A las puertas de la celebración del España-Suecia, es imposible no recordar la figura de Ana Carmona Ruiz Nita (Málaga, 1908-1940). La malagueña, pionera al jugar al fútbol en los años 20 (eso sí, vestida de hombre), allanó el terreno de la selección femenina en un momento donde las mujeres no soñaban ni de lejos en convertirse en jugadoras profesionales de este deporte. Apodada como Veleta en las alineaciones, Ruiz se convirtió en la primera en jugar en un equipo masculino de fútbol español en el siglo XX.

Lo hacía disfrazada de hombre, vendándose los pechos y recogiéndose el pelo en una gorra. La apodaron Veleta porque cambiaba de forma: entraba como mujer al campo y salía al césped como futbolista. La malagueña nació el 16 de mayo de 1908 en el barrio de Capuchinos. Se enamoró de la pelota siendo una cría. Su padre trabajaba a veces como estibador en el Puerto. Allí, en sus grandes explanadas, veía jugar al fútbol a los curritos ingleses cuando su progenitor la llevaba.

Una adolescente jugando al fútbol en plenos años XX

El fundador del Victoria Eugenia, José del Pino, la invitaba con solo 15 años a encuentros en el extinto campo del Rosaleda Stadium. El padre Francisco Míguez Fernández también confió en su talento. Elsacerdotee se armó de valor para construir un campo con ayuda de estudiantes en 1925. Allí se jugaron los primeros partidos del Sporting de Málaga, cuyo promotor fue el mismísimo cura y del que Nita fue jugadora.

Su historia de leyenda está ligada a la del Sporting de Málaga. Se convirtió en su primer equipo oficial. "Como en aquellos tiempos no siempre iban todos a jugar, cuando faltaba alguien la ponían. Se recogía el pelo con un gorrito y se vestía como un hombre. En aquel momento se llevaba la ropa muy holgada. Los calzones eran casi hasta las rodillas y las medias eran muy altas. Pasaba por un chavea", asegura el periodista deportivo Jesús Hurtado en varias entrevistas.

En este conjunto coincidió con dos futbolistas de renombre: Quero y Bilba Torrontegui. Este último, después de jugar en el Sporting y otros equipos, llegó a vestir la camiseta del Sevilla como delantero. Además de saltar al césped con ese equipo, Nita entrenaba a escondidas en el desaparecido campo de Segalerva, en Capuchinos. Su familia vivía muy cerca de allí.

En plena dictadura de Miguel Primo de Rivera (1923-1930), Carmona fue castigada por alteración del orden público y la raparon. En aquel tiempo, lejos del momento dulce que se vive ahora en el fútbol femenino con la selección como campeona mundial, las mujeres tenían prohibido jugar al fútbol. La pionera se expuso a intimidaciones y a agresiones físicas dentro del campo al desvelarse su identidad.

La heroína se acabó trasladando a Vélez-Málaga donde tenía familia. Allí jugo tres años más con el equipo local, compartiendo césped con figuras conocidas como Alfonso Bermúdez y Antonio Castaños. Finalmente, a los 32 años, acabo falleciendo de tifus. Antes pidió ser enterrada con la camiseta del Sporting de Málaga.

El Área de Cultura del Ayuntamiento anunció este verano que tendría una calle asignada junto al cementerio de San Miguel, en el sector de Olletas. El Consistorio también tiene en mente instalar una placa conmemorativa en una zona cerca de donde nació. Nita Carmona es, en pleno marco de la celebración del España-Suecia, un ejemplo de la lucha de las mujeres contra la discriminación y los prejuicios. Un referente que peleó por poder disfrutar del deporte rey en un mundo de hombres que prohibía su práctica a las mujeres.