Turismo

Algo más que espetos y 'pescaito' frito

  • Empresarios deciden invertir en un concepto nuevo y rejuvenecedor en la zona de El Palo. El objetivo principal es atraer más público y complementar la oferta de los chiringuitos.

Con El Tintero como estandarte, el paseo marítimo de la playa de El Chanquete -al final de El Palo- siempre ha sido referente de la oferta de espetos y pescaíto frito . Sin embargo, en la variedad está el gusto, y la zona lleva unos años comenzando a incorporar diferentes matices para refrescar el catálogo y atraer más público de distintas edades y procedencias.

El primer punto de inflexión se remonta al 19 de marzo de 2013, cuando Paloma Cremades decide arriesgar y abre un establecimiento que rompe con las ensaladas mixtas y las mesas con mantel de papel. Nace Terral, un local moderno y al más puro estilo de Pedregalejo. Su carta es su principal reclamo, y abarca desde hamburguesas de diseño con diferentes tipos de pan, hasta ensaladas con una gran variedad de ingredientes entre los que elegir.

La dueña y encargada de Terral es veterana de la zona ya que su heladería Helados Cremades lleva abierta en la playa de El Dedo desde 1992. "La idea era montar algo de calidad y diferente, dándole otro ambiente a la zona. Al principio pensaban que estábamos un poco locos, porque ponemos velas y cuidamos el ambiente de una manera especial", comenta Cremades. Otro bar que ha decidido sumarse al cambio es Narval Copas. Tan solo lleva tres meses abierto, y su dueño, Manuel Delmonte, asegura estar "superando todas las expectativas sobre el negocio". Al igual que Cremades, también es propietario de otro negocio en la zona. Se trata de la marisquería Narval, que lleva siete años sirviendo pescado a toda máquina justo al otro lado del arroyo Gálica. Narval Copas combina una amplia oferta de helados artesanos, crêpes, batidos naturales, hamburguesas, ensaladas y cócteles.

Ambos presentan una imagen que dista del tradicional chiringuito a pie de playa. El suelo de césped artificial se impone en la nueva estética, las mesas son de madera o mármol, el menaje es moderno y elegante. Hay velas y los gin-tonics se sirven con cardamomo y rodajas de limón. El espacio que tienen concedido en la arena, donde habitualmente hay una jábega y se asan sardinas, se utiliza para poner más mesas o sofás de tipo ibicenco.

El público que acude a este paseo es muy variado. Durante el día abundan extranjeros que buscan tomar algo frío después del baño y familias que van a comer. Por la noche, la gente joven que busca tomar una copa acude a las terrazas y coincide con los que prefieren el pescaíto más tradicional. "Aunque vienen muchos extranjeros, la mayoría de nuestro público es de por aquí, de Playa Virginia y El Palo", comentó Cremades. Delmonte piensa que "al estar abiertos desde el desayuno hasta la hora de las copas, podemos recibir y atender a muchos tipos diferentes de público". Es el caso de la familia sueca Björk, que disfrutaba de un crêpe en la terraza de Narval Copas tras salir de la playa. "Llevamos aquí cuatro días de vacaciones. Nos gusta el pescado frito, pero también es bueno que haya más opciones para no aburrirnos", comentaba la madre.

A la oferta gastronómica se le suma la gran cantidad de casas en primera línea de playa que han sido reformadas y puestas en alquiler por semanas durante el verano. De esta manera, la fachada del paseo marítimo se va transformando poco a poco en un expositor de lo nuevo y lo viejo, para atraer turismo y comercio local. Desde su experiencia en la zona, ambos empresarios coinciden en que lo importante es aportar una alternativa para que la afluencia siga creciendo, y tanto el turismo como el público local disfrute de la playa y la gastronomía sin que nadie se quede fuera. Una apuesta ganadora para atraer más comensales a las mesas del paseo.

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