Málaga

La estación del Metro en la Alameda, sin 'boca' para ganar zona peatonal

  • Urbanismo apuesta por llevar la estatua del Marqués de Larios casi a la entrada de la calle que lleva el mismo nombre

Plano de Urbanismo en el que se elimina la rotonda del Marqués de Larios y se plantea el traslado de la estatua.

Plano de Urbanismo en el que se elimina la rotonda del Marqués de Larios y se plantea el traslado de la estatua.

La estación del Metro en la Alameda Principal, bautizada con el nombre de Atarazanas, no tendrá edículo. La eliminación de este elemento de la parada se da por segura después de que en las últimas semanas representantes de la Junta de Andalucía y del Ayuntamiento de Málaga hayan estado negociando este asunto. El objetivo que se persigue al prescindir de esta referencia del ferrocarril urbano, así como protector de los viajeros, no es otro que el liberar lo más posible el lateral norte de la calle, que será cerrado al tráfico de vehículos, para el tránsito peatonal.

Así lo confirmaron a este periódico fuentes de las dos administraciones, implicadas de manera directa con el proyecto de transformación de la Alameda Principal. El compromiso asumido por la Consejería de Fomento es el de reurbanizar la zona afectada en la actualidad por la ejecución del tramo entre el río Guadalmedina y la calle Torregorda conforme a los criterios de la Gerencia de Urbanismo, que apuesta por convertir este ala en peatonal; el Consistorio, por su parte, asume la apuesta por desarrollar un modelo semejante en la parte sur de la calle.

En este escenario, las fuentes consultadas justificaron la supresión de la ya tradicional caseta del Metro, que identifica la ubicación de la parada, en la necesidad de eliminar cualquier obstáculo en el futuro espacio peatonal. De hecho, incluso la localización de las escaleras que darán acceso a la estación subterránea se desplazará hacia la zona más próxima a los edificios, de manera que quede en una posición lateral y no central.

Sobre ello, desde Fomento confirmaron la buena disposición existente, si bien recordaron la necesidad de realizar "los ajustes técnicos necesarios para que no haya edículo y que el acceso sea por el lateral norte". "Estamos tratando de adecuar ambas peticiones del Ayuntamiento, va por buena vía pero hay que cerrarlo desde el punto de vista técnico", añadieron. Sobre el acceso a la estación Atarazanas, recordaron la existencia de paradas en Madrid que solo disponen de una escalinata, como si se tratarse de un aparcamiento subterráneo.

Esta es una de las medidas contempladas en el marco de la apuesta municipal por transformar la Alameda Principal y por incrementar sustancialmente la superficie reservada a los vecinos, logrando del orden de 15.652 metros cuadrados de uso peatonal. La fórmula finalmente puesta sobre la mesa, tras varios meses de análisis y debate vecinal, supone el cierre del tráfico en los laterales norte y sur, manteniéndolo únicamente en el eje central. En el mismo habrá dos grandes plataformas para el transporte público (una por sentido y de 6,5 metros de ancho cada una) y otros dos viales para tráfico privado, en sentido este-oeste.

Otro de los elementos que en las últimas semanas ha generado más comentarios en relación al proyecto de semipeatonalización de la Alameda es la previsible eliminación de la rotonda del Marqués de Larios y el traslado de la estatura dedicada al noble malagueño. La posición que en este momento cobra más fuerza e el seno de Urbanismo pasa por emplazar la imagen de Larios en la perpendicular de la calle Larios, en la acera norte.

Esta posible ubicación forma parte de uno de los planos que los responsables de Urbanismo, con el concejal Francisco Pomares a la cabeza, expusieron el pasado viernes a representantes de la Agrupación de Cofradías de la Semana Santa de Málaga en un encuentro celebrado para explicar la propuesta de intervención. El documento gráfico se observa la desaparición de la rotonda, la conexión directa del tráfico desde el Paseo del Parque y la Alameda Principal y la recolocación de la estatua en la parte norte. La decisión definitiva, en cualquier caso, sigue pendiente de adoptarse, entre otras razones ante la posibilidad de que sobre la iniciativa tenga que pronunciarse la Delegación de Cultura.

La regeneración urbana de este eje podría avanzar el año que viene. El compromiso del alcalde, Francisco de la Torre, es el de reservar fondos en el presupuesto de 2017 para licitar y arrancar los trabajos en la parte sur, aunque aboga por coordinar las tareas de manera que la incidencia sobre el tráfico de la zona sea la menor posible. En este sentido, no descarta fasear la obra en tres anualidades, culminando la operación en 2019.

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