Málaga

Cinco estrellas para perros

  • Los centros para animales se han convertido en una buena alternativa a la hora de decidir qué hacer con las mascotas mientras sus dueños se van de vacaciones

Igual que un hotel, pero perruno. Las residencias para animales son una buena alternativa para dejar a las mascotas en un lugar seguro durante las vacaciones y se puedan disfrutar sin los problemas de qué hacer con la mascota, además de que ellos también puedan disfrutar de lugares pensados especialmente para ellos ya que cubren todas sus necesidades. Constan de una gran finca, zonas ajardinadas, habitaciones individuales y clínica veterinaria. Además, algunas ofrecen servicios de adiestramiento o chequeo médico durante el hospedaje.

En la Costa del Sol priman, sobre todo, las residencias para gatos y perros, ya que son los animales de compañía más comunes, pero también pueden encontrarse algunas en las que además cuidan a otros como conejos y cobayas, hurones, aves, caballos o tortugas. Manuel Parejo, gerente de la residencia canina Los Parejos, explica que la residencia canina "es lo mejor y es una pena que se abandonen animales teniendo estas instalaciones a un módico precio, aunque por suerte la gente se está concienciando".

Así, para el gerente de la residencia canina Don Animal, José Antonio Villodres, "agosto es el mes líder por antonomasia". Cuando más demanda hay es en verano, pero hay otras épocas del año también en las que están más completas como las Navidades y la Semana Santa en la que, como afirma Felipe Barco, gerente de la residencia Paraíso, incluso "hay lista de espera porque puede haber alguien que dice que no en el último momento".

Es probable que, por otro lado, preocupe cómo pueda sentirse la mascota al quedarse en un sitio desconocido, con personas desconocidas, sobre todo cuando es la primera vez. Barco asegura que al principio todos se estresan y pueden tardar en adaptarse "un rato, una hora o un día", aunque hay animales que se adaptan mejor. "Sin embargo, cuando vuelven a venir ya no se estresan, saben a donde vienen, conocen a los cuidadores, es como su segunda casa". Parejo explica que los animales "están extraordinariamente cómodos, se les dedica mucho tiempo, se está con ellos en la habitación acariciándolos..." y que además, cuando se van les hacen más fiestas a los cuidadores que han estado con ellos que a los dueños. Karl Bemnion, propietario de la residencia canina Costa del Sol, comenta que "normalmente se lo toman muy bien y después de un día se acostumbran a la rutina y a ver otros animales". Además, Bemnion destaca que en la residencia de animales hacen cosas que no pueden hacer con sus dueños porque pueden salir a la finca "sin correa y sin bozal". Para Villodres hay tres tipos de perros, el normal, que cuando llega sigue con su comportamiento alegre; el reservado, que al día siguiente ya esta bien; y el tímido, "que necesita cuatro o cinco días para que se convenza de que nosotros estamos para pasearlo y jugar con él".

Con respecto al precio varía en función del animal y la residencia. El de los perros ronda entre los 8 y los 13 euros al día, según el tamaño, aunque el precio medio de las residencias de la provincia es de 9 euros al día. El de los gatos suele ser un poco más barato, de 6 a 9 euros y el de otros animales, según indica Villodres, "9 euros el caballo, 7 los conejos, 8 los hurones, 2 las aves y 2 las tortugas".

"La situación está igual que el año pasado, quizás un poco más alto. Hay crisis pero en este sector no esta tocando de momento", afirma Barco. Pero no todos lo ven tan claro. Según Villodres "ahora se nota, la gente viaja menos días" y Bemnio comenta que "el año pasado ya se notaron los problemas económicos y este año son más cortas las vacaciones". Además, "ahora mismo se tiene la tendencia de no decidir qué hacer hasta el último momento".

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