Los estudiantes de la UMA aprueban más con Bolonia
La tasa de rendimiento académico crece entre 10 y 20 puntos en Derecho, ciencias y las ingenierías El crecimiento es generalizado en todas las titulaciones
El rendimiento académico de los alumnos de la Universidad de Málaga ha crecido en todas las titulaciones y en algunas de forma espectacular. Si en el curso 2010/2011 los estudiantes de Derecho sólo lograron superar el 33,5% de los créditos en los que se habían matriculado, el curso pasado el porcentaje de aprobados superó el 55,8%. Derecho, junto con ciencias y las ingenierías son las que arrojan cambios más significativos en la tasa de rendimiento (créditos superados frente a créditos matriculados), posiblemente porque son las que partían de notas más bajas.
En la Escuela de Telecomunicaciones sube el rendimiento en todas las titulaciones con algunos casos tan significativos como el grado en Ingeniería de Sistemas Electrónicos que pasa de un magro 20,9% de créditos aprobados a 35,3%. El cambio también es importante en el grado de Ingeniería del Sonido al lograr un 32,7% de aprobados frente al 19,5% del curso anterior. La Escuela Politécnica arroja cambios tan llamativos como el 19,2% de créditos aprobados en el grado de Ingeniería Electrónica Industrial que el año pasado remontó hasta el 35,7%. Los títulos en Diseño y Mecánica también han experimentado un aumento de diez puntos, hasta alcanzar una tasa de rendimiento del 40 y 39% respectivamente, mientras que los alumnos del grado en Tecnologías Industriales que imparte la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial superaron el 43,3% de los créditos, frente al 36,9% del año anterior.
La tendencia también se mantiene en la Escuela de Informática. Si en el curso 2010/2011 el porcentaje de aprobados en el grado en Ingeniería del Software fue del 21,3% el año pasado creció hasta el 39,3%, mientras que el título en Ingeniería Informática alcanza el 30,2% de aprobados, frente al 22,5% previo.
En la Facultad de Económicas la tasa de rendimiento avanza 10 puntos en los grados de Economía y de Finanzas y Contabilidad (56,6% y 51,4%, respectivamente), mientras que en Ciencias crecen tres títulos: Matemáticas (43,7% de aprobados frente al 29,1% anterior), Ambientales (44,6%, con nueve puntos más) e Ingeniería Química, que alcanza el 34,8% de créditos superados (cinco puntos más). En este caso, el grado en Química se mantienen sin cambios apreciables (39%).
Aunque estos sean los casos en los que más llama la atención cómo ha mejorado la tasa de rendimiento académico, el panorama es bastante similar en el conjunto de las titulaciones de la Universidad de Málaga sometidas al plan Bolonia que han alcanzado su segundo curso, después de que en primero los porcentajes de fracaso y abandono se mantuvieran sin cambios respecto a los antiguos planes de estudios.
La explicación general que dan decanos y directores de centros reside en que la experiencia de un curso completo ha permitido a alumnos y profesores adaptarse a la nueva metodología y filosofía que rige en el espacio europeo de educación superior (EEES) o plan Bolonia, donde la evaluación continua y la capacidad de aprendizaje personal cobra peso en la misma medida que lo pierde el examen convencional y donde se espera que el docente haga un seguimiento individualizado del estudiante.
El decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Málaga, Juan José Hinojosa, subraya que estos resultados demuestran "el aprendizaje de profesores y alumnos. Se iniciaron unos estudios nuevos y unas metodologías nuevas y las cosas no se hacen de un día para otro, hacen falta periodos de adaptación. Esa es la única razón de por qué ha mejorado el rendimiento académico". Desde su punto de vista, los cursos siguientes mejorarán aún más los resultados que, no obstante, no se podrán apreciar en toda su realidad hasta que no concluya la primera promoción de grados del plan Bolonia "y el modelo esté consolidado". Juan José Hinojosa descarta que detrás de la mejora académica exista una rebaja del nivel de exigencia.
Jesús Fernández, director de la Escuela de Industriales, está de acuerdo con este punto de vista. "El primer año empezamos a impartir los títulos un poco a ciegas. No teníamos experiencia, cambiaba el concepto de los créditos y la metodología. Después nos dimos cuenta que había unas asignaturas demasiado amplias y otras cortas y fuimos corrigiendo y mejorando, por eso no es de extrañar que se hayan producido mejores resultados". El director de la Escuela Politécnica, Alejandro Rodríguez, observa lo ocurrido en los mismos términos: "Los grados necesitaban su rodaje y se han ido depurando posible fallos de un año a otro, al tiempo que el profesorado ha ido acumulando experiencia docente con los nuevos planes".
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