¿Cómo estudio yo a distancia?

Un millar de alumnos del curso de inglés 'That's English' aún no tienen el material para prepararse sus exámenes · Por él han pagado 180 euros

Un grupo de alumnos del programa 'That's English' ante las oficinas ubicadas en el interior de la Escuela de Idiomas.
Un grupo de alumnos del programa 'That's English' ante las oficinas ubicadas en el interior de la Escuela de Idiomas.

Quería aprender inglés. Y la modalidad que le ofrecía That's English se ajustaba a sus necesidades. Enrique, una de las 2.000 personas que cursan estos estudios en la capital, podía estudiar en casa a cualquier hora. Aprender con los vídeos y DVD cuando le apeteciera. Tiene incluso la opción de ir una hora a la semana a clase a practicar lo que ha aprendido. Y, una vez al trimestre, un examen.

Pero sobre la práctica todo ha cambiado. La base de esta modalidad a distancia de aprender idiomas es el material: un pack con libros, discos, material audiovisual... "y para los más de mil alumnos que hay en tercer curso sólo han llegado 60 paquetes", explicaba este afectado. La situación se está convirtiendo en insostenible: "los tutores deben estar 30 minutos cada hora de clase calmando los ánimos de los alumnos", explica la directora de la Escuela Oficial de Idiomas, Modestina Romero, que no sabe ya a quién acudir para que resuelvan el problema.

En las instalaciones de la escuela se encuentra la oficina principal de That's English en la capital. Allí es donde se matriculan la mayor parte de los malagueños, aunque hay otras localidades donde también puede hacerse como Fuengirola. Sin embargo, el programa es iniciativa del Ministerio de Educación, que cuenta con el apoyo y coordinación de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía. "Pero cuando les explicamos el problema sólo nos dan largas y ni siquiera nos dicen dónde pueden presentar sus reclamaciones los alumnos afectados", añade Margarita, secretaria del programa That's English. Tampoco respondieron ante las cuestiones de este periódico.

Según cuentan, les ordenaron deshacerse de todo el antiguo material porque para el presente curso todo cambiaría. Sin embargo, sólo han cambiado las portadas y todo el contenido es el mismo: "hasta mantienen las mismas erratas", aseguran. Por ello, les es imposible rescatar los libros de otros años. La única solución provisional que han encontrado es facilitar a los alumnos fotocopias de las unidades didácticas. "Pero yo he pagado 180 euros y quiero mi material", subraya Enrique, que aún no ha podido preparar el examen de diciembre.

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