El que fuera director económico de la empresa Promálaga hasta hace menos de una semana, Francisco Muñoz, está siendo investigado por los juzgados por presuntamente recibir mordidas de empresas proveedoras de esta sociedad municipal. De acuerdo con la información adelantada este martes por la cadena Ser, el ex directivo cobraba presuntamente a través de su pareja, procuradora de profesión, el 10% de los contratos realizados por la empresa pública.

La pesquisas judiciales se remontan, al parecer, al año 2017, si bien el despido de Muñoz se ha producido en fechas recientes. En concreto, según ha informado el Ayuntamiento por medio de un comunicado oficial el pasado 26 de septiembre. En el escrito, se precisa que el despido fue comunicado a los consejeros de Promálaga ayer, en el marco del consejo de administración. Al tiempo, se añade: "ni el Ayuntamiento ni Promálaga, sociedad 100% municipal, pueden dar por ahora más información sobre este asunto, ya que hay una investigación judicial en curso".

El ex director económico está investigado por los presuntos delitos de cohecho y blanqueo de capitales, así como su mujer.

El caso fue destapado por un empresario, que alertó al gerente de Promálaga y luego contó a la policía que al negarse a pagar la mordida había dejado de licitar con esta empresa municipal. Fue el propio gerente, Francisco Salas, el que denunció el asunto a la Policía.

De acuerdo con los detalles conocidos, Promálaga contrataba a empresas proveedoras con la supuesta intervención del director económico y a cambio su mujer recibía el pago de casi el 10% del contrato por supuestos servicios prestados en su condición de procuradora, según fuentes judiciales.

Los investigadores de la Agencia Tributaria calculan que entre 2015 y 2016, Promálaga habría pagado a sus empresas proveedoras 342.000 euros, de los que casi 33.400 fueron a parar a la pareja del directivo de la sociedad pública. El número de empresas que habrán abonado mordidas al ex directivo era de hasta seis.