Expertos señalan al turismo como bastión del crecimiento económico
VII Jornadas de Turismo
El entorno global convulso no ha impedido que la economía mundial mantenga el pulso, gracias sobre todo a políticas públicas compensatorias y a unos efectos no inmediatos de los temidos aranceles
La economía andaluza mantiene un pulso firme frente a la incertidumbre global gracias al dinamismo del sector turístico, que se erige en eje de transformación estructural hacia un modelo más sostenible y digital. Así lo destacaron los expertos reunidos en las VII Jornadas de Turismo “Construyendo el futuro del sector”, organizadas por BBVA en el Hotel Barceló de Málaga, donde se analizó el papel del turismo como pilar de crecimiento y la adaptación del tejido empresarial a los nuevos desafíos macroeconómicos y tecnológicos.
La bienvenida de los presentes estuvo a cargo de María Rosa Esteban, directora de Banca de Empresas en Málaga, que dio paso a la primera intervención de la mano de José García Casteleiro, director de Banca de Empresas e Instituciones de BBVA España, quien contextualizó el encuentro en un escenario internacional marcado por lo que definió como un “desorden mundial”, aludiendo a las tensiones geopolíticas protagonizadas por “tres potencias como Rusia, China y Estados Unidos”. Pese a este entorno complejo, García Casteleiro subrayó la capacidad del sector turístico para mantener cifras récord y su relevancia como motor económico y de empleo no solo en Andalucía, sino en toda España. No obstante, advirtió de los desafíos que afronta el modelo actual y de la necesidad de avanzar hacia un turismo más sostenible y digitalizado como palanca de competitividad, con nuevos retos. “Como todos los que estáis aquí, sabemos como Andalucía tiene una combinación única: patrimonio, gastronomía, clima y, sobre todo, talento emprendedor y ganas. Muchas ganas. Desde BBVA percibimos un ecosistema empresarial muy dinámico, que combina tradición y vanguardia”, comentó Casteleiro.
A continuación, Miguel Cardoso, economista jefe para España y Portugal de BBVA Research, ofreció una radiografía del contexto macroeconómico global. Recordó que, pese al endurecimiento de los tipos de interés hasta hace año y medio y al aumento de las barreras comerciales, la economía mundial ha evitado el debilitamiento que inicialmente se esperaba. Ello gracias al efecto compensador de políticas monetarias y fiscales expansivas, entre otras, y al no efecto inmediato de las consecuencias arancelarias.
La economía global ha sorteado el debilitamiento hacia el que apuntaba
En este marco, Cardoso anticipó una moderación gradual del crecimiento mundial, de un 3,3% en 2024 al 3,0% en 2025 y 3,1% en 2026. Igualmente, su previsión de crecimiento económico para EE.UU. es de un 1,7% en 2025 y un 1,8% en 2026, con una inflación del 2,8% este año y del 3% al siguiente; mientras para la Eurozona las cifras son del 1,3% y 1% y del 2,1% y 1,8, respectivamente. Por su lado, el PIB de España crecerá en un contexto de desaceleración, aseguró, con cifras del 3% para 2025 y del 2,3 para 2026. Y, apuntó, Andalucía crecerá por encima de la media nacional este año, con un 3,2% -en 2026, un 2,3%-.
El economista destacó que Málaga lidera la creación de empleo regional. Apuntó a un “patrón visible: las regiones urbanas vinculadas al turismo generan más empleo.
Cardoso prevé un crecimiento del sector turístico superior al PIB
Miguel Cardoso augura un crecimiento del sector turístico alrededor del 3%, por encima del PIB de 2025 y 2026 y apunta a una demanda interna que gana peso como motor de crecimiento. El aumento salarial por encima de la inflación y la caída de los tipos de interés mejoran el poder adquisitivo, avanzó, lo que se traduce en un mayor gasto de los hogares. Además, aprecia incrementos sostenidos en la productividad por hora, justificados en parte por la desestacionalización del sector turístico, lo que, añadió, se debe al envejecimiento de la población. “También se ha registrado un crecimiento importante de la inversión en los procedimientos de visado de obra nueva relacionada con el sector turístico”, en presupuesto y superficie visada y en la recomposición de plazas hoteleras. Cae el número de habitaciones de una y tres estrellas en tanto las de cuatro y cinco se disparan, pronunció. Entre los cuellos de botella del sector, destacó la repercusión de los aranceles en la disminución de las exportaciones españolas, la apreciación del euro frente al dólar o las bajadas de los tipos de interés; junto a la pérdida de competitividad española como destino turístico por la moderación de las llegadas y pernoctaciones de extranjeros. También apuntó hacia la debilidad del crecimiento económico nacional en términos de inversión por la baja rentabilidad empresarial, derivada de una excesiva regulación, incertidumbre impositiva y fiscal y falta de consenso estructural sobre las necesidades. Así, ante las amenazas externas y los nuevos retos, adaptarse a los cambios es un imperativo para un sector donde las sostenibilidad se va erigiendo como eje principal junto a la digitalización y la IA, y donde las tendencias de un turismo en volumen giran hacia uno en precios y calidad, tal y como puntualizó Cardoso.
Nuevos retos
El debate sectorial, bajo el título “El futuro del turismo: modelos de éxito en un sector en transformación”, reunió a Sara Ramis, Chief Client, Marketing & Sustainability Officer del Grupo Barceló, e Ignacio Ramos, Corporate Finance Director de HBX, con la moderación de Fernando Cejudo, Global Banker Hotels & Leisure, BBVA Executive Director, quien habló de 2025 como un año que ha mostrado mucha robustez y resiliencia del sector, “quizás con contrastes”, remató.
Ramis describió un horizonte “francamente positivo” para la industria turística, con 2025 y 2026 como ejercicios de consolidación tras la recuperación pospandemia. Matizó que el crecimiento del sector ya no se mide solo en volumen, sino en valor añadido, diferenciación y sostenibilidad, moviéndose el sector hacia un turismo más auténtico, más consciente y con mayor exigencia de calidad. En este sentido, aseveró que la sostenibilidad se ha convertido en un eje estratégico más impulsado por las instituciones financieras, turoperadores y marcos regulatorios que por el propio cliente final. Aun así, observó una tendencia creciente hacia la búsqueda de experiencias locales, entendiendo la sostenibilidad en sentido amplio como puesta en valor de lo local.
Cuando Cejudo preguntó por la realidad del modelo de negocio de Barceló, Ramis respondió que el objetivo es “ser rentables como compañía”. Aseguró que se encuentran en un “modelo intermedio que es muy competitivo”, entre el “asset heavy”, que pasa por ser propietario de los hoteles como RIU, y el “asset light”. Además comparó las compañías españolas frente a las americanas, manifestando que las primeras son “muy competitivas” con “notoriedad de marca” y “fidelización elevada”.
Somos cadenas familiares y los negocios los vemos como si fuéramos nosotros
Por su parte, Ignacio Ramos, quién relacionó la superación del PIB per cápita español al japones, “por primera vez en la historia”, con un símbolo de bonanza del sector turístico, ofreció una visión más tecnológica. Desde su posición en HBX, el mayor “banco de camas” explicó que la compañía procesa más de siete billones de búsquedas diarias y que la inteligencia artificial ya es una herramienta esencial para optimizar operaciones y personalizar la atención al cliente. Para ellos, admitió, invertir en este tipo de tareas que tras un aprendizaje liberan a las personas de actividades repetitivas y, de esta manera, pueden centrarse en aquellas de mayor valor añadido, es una obligación.
Tenemos una tecnología propia de reservas en las que invertimos e invertimos mucho
Ambos coincidieron en que el futuro del turismo pasa por integrar sostenibilidad, digitalización y rentabilidad bajo una misma estrategia, siendo herramientas como la IA una apuesta a futuro. Además, Sara Ramis hizo especial hincapié en la posición del cliente como figura central hacia la que deben ir dirigidas las estrategias desarrolladas por la entidad.
Con una economía regional que crece por encima de la media nacional y un tejido empresarial cada vez más diversificado, Andalucía encara el futuro con optimismo prudente. El turismo, afianzado como columna vertebral de ese crecimiento, se enfrenta ahora al reto de reinventarse para seguir siendo la palanca de resiliencia y proyección internacional de la economía.
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