Más de 10.000 explosiones al día por Navidad

Hace semanas que se pueden escuchar explosiones de petardos casi en cualquier barrio de Málaga. Con la llegada de la Navidad, esta práctica experimenta un repunte todos los años, hasta el punto de que el principal proveedor de explosivos en Málaga, la tienda Piromálaga, vende al día unos 10.000 explosivos durante las fiestas navideñas. Los principales compradores son adolescentes, pero hasta esta tienda de la Avenida de Europa acuden todo tipo de públicos, según ha podido comprobar este medio.

Sobre la explosión de petardos en la vía pública siempre ha existido un vacío legal en Málaga, que la nueva ordenanza de Convivencia Ciudadana viene a solventar y prohibir. Dado el incremento de esta práctica, especialmente desde hace tres años cuando abrió el citado negocio, el año pasado el alcalde prohibió tirar petardos en la calle durante las fechas navideñas a través del tradicional bando de Navidad. Hoy entra en vigor el reglamento sancionador de la nueva ordenanza de Convivencia, por lo que en adelante queda prohibida esta práctica siempre.

Tirar petardos en la vía pública está tipificado en el citado texto legal como una falta grave y puede acarrear sanciones de hasta 750 euros. La Policía Local ya tiene órdenes de multar, pero el coordinador de Seguridad del Ayuntamiento de Málaga, Florentino Villabona, subraya los problemas que existen para hacer cumplir este capítulo de la ordenanza. "Si vemos a alguien tirando petardos en la calle, procedemos a tomar diligencia para abrir el expediente sancionador e incautamos los petardos que tenga, pero es imposible estar encima de cada ciudadano", afirma Villabona, aunque apunta a que este año han detectado menos explosiones callejeras que en navidades anteriores.

Aunque tirar petardos en la calle está prohibido, su venta sí está regulada. "Nosotros distribuimos todo tipo de material pirotécnico, pero no somos responsables del uso que cada cliente le dé", dice el encargado de Piromálaga, José Antonio Olmedo. Esta Navidad, además, será la primera desde la última actualización de la normativa que regula a nivel nacional la venta de estos productos. El año pasado, la edad mínima para comprar petardos era de 8 años, pero se ha elevado a los 12 para los de la llamada clase I. Otros más potentes, de clase II, se eleva de 14 a 16 años y la venta de los de clase III, por su parte, se mantiene sólo para mayores de edad.

El precio de los petardos es asequible. Existen tracas por menos de un euro y una caja con una decena de los más potentes apenas vale 12,40 euros. Pero Olmedo advierte de los riesgos de un mal uso. "Los de clase III pueden volarle la mano a cualquiera, los otros no tienen peligro", dice, pues sabe que hay mucha pólvora por explotar.