Después de haber permanecido dos días fondeado en la bahía, en la jornada de ayer atracó en la terminal del muelle número nueve el buque de bandera letona Sophie, que llegó para cargar 1.500 toneladas de nitrato amónico. Procedente de Gijón y con destino a Casablanca, esta operativa constituye la octava de estas características que se realiza en aguas malacitanas en lo que llevamos de ejercicio; una exportación de un producto calificado como mercancía peligrosa que está presente de una forma habitual en el puerto de Málaga desde el año 2020.

Pormenorizando sobre esta carga que según previsiones finalizará entre este martes y el miércoles, habría que reseñar que esta mercancía que está clasificada como nitrato amónico técnico de grado explosivo se está gestionando manteniendo una serie de protocolos de seguridad; una mecánica, la misma que se ha llevado a cabo en anteriores operativas que pasa por el hecho de que cada uno de los camiones que han traído este producto realicen de una forma directa su respectivas descargas en las bodegas del buque, una actuación destinada a evitar que se efectúen labores de almacenamiento de la mercancía a pie de muelle.

Frente a esta premisa que forma parte de un complejo procedimiento que controla en todo momento el tránsito, la carga y la descarga portuaria de las mercancías peligrosas, la exportación en marcha necesitará de la llegada de entre 62 y 63 camiones que transportarán las bolsas de gran resistencia que, con una capacidad para una tonelada cada una ellas, albergarán la totalidad del nitrato amónico que navegará al puerto marroquí de Casablanca.

Realizada esta operativa que, según ha podido saber Málaga Hoy, se completará con otra que, en unos días cargará 2.000 toneladas de este mismo producto, el puerto malagueño, sin haber alcanzado aún la mitad del año en curso ya habrá movilizado 13.100 toneladas de esta mercancía; unos números que apuntan a que 2023 superará las cifras de exportación de nitrato amónico del pasado ejercicio.

Movilizado este producto desde que se inició su exportación malagueña en 2020 a puertos de: Marruecos, Mauritania, Túnez, Eritrea, Guinea, Ghana, Israel y Surinam, estos cargamentos que hasta la fecha siempre se han realizado a demanda y en cantidades muy controladas, convierten al puerto malacitano en uno de los mayores exportadores de nitrato amónico técnico de grado explosivo de España.