A finales de la pasada semana, el puerto de Málaga vivió la primera exportación de transformadores del presente año. Con destino a la localidad francesa de Saint-Nazaire, esta operativa a cargo de la agencia Servimad Global se realizó en el muelle número seis, teniendo como protagonista al buque de bandera turca Muammer Yagci.

Cumplimentado el embarque de un transformador de 180 toneladas y dos estructuras auxiliares, en concreto un par de refrigeradores de 25 toneladas cada uno, dos grandes grúas móviles fueron las encargadas de realizar esta operativa; un minucioso trabajo que se ejecutó entre las 18:00 y las 00:00 del pasado jueves.

Pero con independencia del tiempo empleado, la carga realizada hace unos días participa de una muy significativa novedad; una circunstancia que marca una diferencia con respecto a las anteriores operativas de transformadores llevadas a cabo en los muelles malagueños.

Y si bien en todos los embarques de estas características efectuados hasta la fecha en el puerto de Málaga siempre se habían empleado buques de cargas especiales, en este último trabajo se ha utilizado un carguero convencional; un barco de 75 metros de eslora y dos bodegas usado exprofeso para este viaje.

Debida esta circunstancia al gran incremento de precios que está experimentando el mercado internacional de fletes, la opción de encontrar un barco que, cumpliendo las necesidades requeridas ofrezca costes razonablemente operativos sin tener que operar con un buque dedicado a las cargas especiales, posibilita muy significativamente la reducción general de las tarifas; algo en lo que se podrán beneficiar los futuros transportes de este tipo de cargas desde los muelles malagueños.

Con esta novedosa maniobra logística, y aunque los embarques de transformadores no constituyen un tráfico fijo y solo de producen en demanda de necesidades específicas, el puerto de Málaga se mantiene como un punto de primera elección a la hora de la exportación de estas cargas.

Iniciados estos transportes en septiembre de 2014, desde entonces, los transformadores manufacturados por la multinacional Asea Brown Boveri en su fábrica de Córdoba han navegado desde las aguas malacitanas a puertos de: Escocia, Italia, Arabia Saudí, Omán, Irán, Irak, Estados Unidos y ahora Francia.

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