La extensa estela de Jesús Castellanos

El nombre y la figura de Jesús Castellanos marcaron sus propias claves dentro del mapa cofrade la ciudad y la provincia. Pero sus creaciones, sus ideas y su capacidad resolutiva desembocaron en que su filosofía se haya expandido durante décadas y haya dejado su impronta en diferentes generaciones.

En las múltiples facetas que cultivó, fue dejando su sello personal, que fue imborrable. Tanto es así que su intensa actividad creo una corriente cuya valía se ha visto más reforzada en estos días en el que su estado de salud y su fallecimiento han conmovido a la ciudad. De hecho en la red social Twitter comenzó a utilizarse el hashtag #SoyCastellanista. Muchas de las razones para unirse a este movimiento tienen su origen en la cofradía de los Dolores del Puente. Castellanos fue su fundador junto con otros cofrades provenientes de la hermandad de la Estrella. De su cabeza nació el estilo de la hermandad y la diseñó de principio a fin, creándole una personal impronta. El colofón fue el conjunto antequerano diseñado para la dolorosa.

Uno de sus últimos hitos para la corporación del Lunes Santo fue el diseño de nuevo trono del Cristo del Perdón, que podría ver la luz en la próxima Semana Santa. Y es que como diseñador también ha colaborado con numerosas cofradías ideando enseres o diferentes piezas para los ajuares de múltiples imágenes. En el año 2000 fue el encargado de pregonar la Semana Santa y en su texto puso de manifiesto una mentalidad plural y puso en valor el sentido cofrade y religioso por encima de la apariencia. "Que nadie se siente fuera, que todos cabemos en esta casa hermandad, que es muy grande", decía refiriéndose a Málaga y su semana mayor.

Precisamente recoger el significado de la Semana Santa era el objetivo de crear un museo alrededor de ella. Un proyecto que se hizo realidad en marzo de 2010 y del que había sido nombrado director en la nueva junta de gobierno de la Agrupación de Cofradías encabezada por Eduardo Pastor.

Fue también médico, profesor e investigador y para él, la dignificación de la festividad del Corpus Christi fue otro de sus caballos de batalla. Fue el responsable del montaje del altar de la Agrupación de Cofradías y el encargado de conducir la carroza del Santísimo. Para todos los proyectos siempre contó con la juventud, a la que siempre apoyó. Los que trabajaron hombro con hombro con él cuentan que "de cualquier cosa sacaba una maravilla, no le ponía problemas a nada y para todo tenía una solución".