Antonio Villalba, presidente del Colegio Oficial de Veterinarios

"Los extranjeros de la Costa favorecen la concienciación sobre los animales"

  • El responsable del colectivo de veterinarios en Málaga asegura que la globalización está favoreciendo la aparición de numerosas enfermedades emergentes transmitidas de los animales a los seres humanos.

El aumento de las exportaciones y la ganadería intensiva son el caldo de cultivo perfecto, según el presidente del Colegio Oficial de Veterinario de Málaga, Antonio Villalba, para favorecer la aparición de enfermedades transmitidas en los animales y los seres humanos. La alarma desatada en Alemania hace unos días por el brote de la bacteria E. coli ha vuelto a poner de actualidad un asunto que preocupa y mucho en todo el mundo.

-Como veterinario, ¿cómo valora la alarma que se ha desatado por la llamada ya crisis del pepino?

-El problema ha estado en Alemania que, sin tener fundamentos ni esperar los resultados analíticos, dio una noticia que después se ha demostrado que no era cierta porque la cepa causante del brote no se ha detectado en España. Lo que han hecho es crear una alarma social tal que los perjuicios económicos para nuestros agricultores han sido enormes y el problema es el tiempo que se puede tardar ahora en recuperar el prestigio de los productos y la confianza de los consumidores europeos. Alemania o la UE deberían indemnizar al sector por este perjuicio que se le ha causado.

-¿Deberían aumentarse los controles para evitar la transmisión de enfermedades de los animales a los seres humanos?

-España es el país de la UE que más controles hace a todos los productos que exporta. En este caso se ha demostrado también que la trazabilidad ha funcionado perfectamente porque se pudo comprobar de inmediato de dónde procedían los pepinos supuestamente contaminados.

-¿Cómo pueden haberse infectado tantas personas?

-Esta bacteria vive habitualmente en el intestino del ganado vacuno y cuando excreta la expulsa. Por eso se puede encontrar en terrenos agrícolas donde se abona el suelo con estiércol, pero en el caso de los invernaderos el estiércol de origen animal no se usa hoy en día. Otra forma de contagio es por regar las plantas con aguas fecales, es decir, procedentes de los desagües de las alcantarillas de las ciudades, cosa que tampoco ocurre en la actualidad.

-¿Por qué últimamente se dan tantas enfermedades entre los animales y los humanos como la gripe aviar o el mal de las vacas locas?

-Hoy en día el 60% de las enfermedades emergentes son transmitidas de los animales al hombre y viceversa. Estas enfermedades son transmisibles fundamentalmente por los mosquitos. Es lo que pasó con la fiebre del Nilo que en otoño se detectaron varios casos en Chiclana, Jerez, Sevilla y Estepona. Es un tipo de encefalitis provocado por un virus que se transmite a los caballos y luego a las personas mediante la picadura del insecto.

-¿Por qué están proliferando tanto este tipo de enfermedades?

-Porque cada vez hay más vectores que están llegando a nuestro país. Sin ir más lejos, en todo el litoral mediterráneo se está detectando ya un mosquito inédito hasta hace unos años como es el tigre que puede ser transmisor de una cantidad impresionante de enfermedades exóticas. La razón es con la globalización cada vez se importan más productos y más materias primas y es la ruta óptima para que entren insectos nuevos incluso en forma de larva o huevo. Con el cambio climático se está produciendo el hábitat propio para que todos estos agentes que no existían antes en España puedan sobrevivir. Por ejemplo, el mosquito transmisor de la peste equina no se encontraba antes de 1988 por encima del paralelo 44 porque no aguantaba el frío y ya se han detectado casos en Alemania e incluso en Dinamarca.

-¿Se podría tomar algún tipo de medida para evitar que la situación empeore?

-La lucha contra los mosquitos es muy difícil porque solo se podría hacer de forma localizada en humedales o en zonas donde haya ganado que es donde ellos pueden habitar. La solución está en evitar la concentración de materias orgánicas donde depositan las larvas y fumigar todas las zonas colindantes a explotaciones ganaderas. En cuanto a los animales, sólo cabe la desinsectación y tenerlos encerrados durante la noche con mosquiteras en las ventanas para que los mosquitos no puedan entrar.

-¿En la proliferación de estas enfermedades tiene también algo que ver la forma de cría que se practica en la actualidad?

-Quizás hoy en día al haber más explotaciones intensivas la concentración de animales es mayor. También se produce una mayor producción de los subproductos orgánicos como el estiércol o en el caso de los cerdos los purines, y que al estar más concentrados los animales aumentan considerablemente los riesgos. Hasta los años 60 la agricultura era prácticamente extensiva y no había esa concentración de materia orgánica, con lo cual esa concentración de insectos posibles portadores de las enfermedades tampoco se producía.

-¿Es de los que piensa que el sector ganadero está abocado a su desaparición?

-Es cierto que viendo la situación actual con la problemática que existe en cuanto a precios y mercados, el sector ganadero tiene un futuro muy negro porque es de los pocos mercados en los que el precio no lo pone el productor, sino el comprador. Eso provoca que haya sectores que estén pagando por trabajar y como consecuencia están perdiendo dinero. Además en el mercado mundial de cereales se está produciendo la misma especulación que antes había en el sector de la construcción. La bolsa de Chicago es la que controla todo el mercado mundial y ahora todo el mundo está invirtiendo y especulando en cereal fijando los precios que les pagan al ganadero por el producto final y que hacen que determinadas especies sean inviables de criar. En la provincia, el principal sector que tenemos es el caprino y el porcino blanco lo está pasando muy mal y cada día están desapareciendo explotaciones ganaderas.

-¿Tal vez la solución sea entonces la regulación del papel que los intermediarios ejercen en este proceso?

-Sí y que los gobiernos y la Unión Europea en este caso regulen el mercado y el comercio de la materia prima porque los precios que está adquiriendo el pienso y lo que se le está pagando por un kilo de carne o un litro de leche al productor hace inviable mantener una ganadería en estas condiciones. Mientras el comercio mundial esté regido por dos o tres entidades aquí no se conseguirá abaratar el coste del pienso y si no se hace el ganadero no puede producir porque no puede subir su producción en la misma proporción porque el consumidor directamente no lo compraría. Es una ruina.

-¿Es cierto que los precios de estos productos están como hace 20 años?

-Ahora mismo un lechón de entre 18 y 20 kilos se está vendiendo a unos 32 euros, es decir, algo más de 5.000 de las antiguas pesetas cuando hace 15 años se llegaron a pagar 14.000 pesetas.

-También hay otra enfermedad que empieza a preocupar como es la sarna de la cabra montés porque parece que no hay forma de combatirla...

-Ahora se han detectado algunos brotes en El Torcal como ocurrió en 1995 cuando las consejerías de Agricultura y Medio Ambiente colaboraron para aplicar un producto desparasitador en las cabras que logró recuperar bastantes animales. Ahora también se ha empezado a hacer un seguimiento.

-¿Considera que el caso destapado en el centro Parque Animal de Torremolinos marcó un antes y un después en la concienciación sobre el maltrato de animales?

-Fue lo que colmó el vaso porque cuando se hicieron públicas las fotos de tantos animales muertos hizo estallar la indignación de todo el mundo. Nadie entendía cómo un centro que se suponía que funcionaba como de acogida cometiera aquellos actos.

-Los ayuntamientos son los competentes en controlar el abandono de los animales domésticos, pero ¿cree que se toman verdaderamente en serio esta función?

-La ley de Bienestar Animal de Andalucía deja bien claro que los ayuntamientos deben contar con un centro de recogida y si no, pueden establecer convenios con entidades privadas para que sean ellas las que gestionen el mantenimiento de los animales domésticos que se encuentren en la vía pública. Pero no todos lo hacen.

-¿Las ordenanzas municipales que hay al respecto le parecen suficientes?

-Hay muchas, otra cosa es cómo las gestionen los ayuntamientos. Es que esa concienciación de la que hablábamos antes no es tan acusada en los pueblos del interior todavía como en la Costa, donde ha ayudado muchísimo la cantidad de extranjeros asentados que adquieren esa concienciación desde pequeñitos. A nosotros nos ha costado más hacernos con la idea, aunque poco a poco se va consiguiendo con la normativa que ha salido porque antes de 2003 no había ninguna legislación al respecto. Hoy en día, en cambio, cualquiera que le pegue una patada a un perro está cometiendo un delito que puede acabar en cárcel.

-¿Qué piensa entonces que falla cuando tantos animales que se compran son abandonados impunemente en cualquier sitio?

-Son modas. El comercio de animales exóticos mueve más dinero que la droga. Son miles y miles de millones de dólares lo que supone cada año y el 80% de los animales son ilegales. No se qué gusto puede suponer a alguien tener animales como los caimanes en casa y cuando después alcanzan un metro y medio de longitud los abandonan donde sea, como ocurrió hace poco en la zona de El Limonar.

-Además la crisis económica parece que está favoreciendo aún más los abandonos...

-Sí, está pasando sobre todo con los caballos y desde hace cuatro años existe un matadero en Humilladero donde se están matando para comercializar su carne en el norte de España y en países extranjeros donde es muy valorada. Es la única opción que han encontrado los ganaderos para darle salida a estos animales que de otra forma ya no se venden.

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