Málaga

Las familias de la manifestación

Con la familia, a la mani. Así han participado esta mañana muchos malagueños en la movilización del 1º de Mayo. Allí ha estado Antonio Márquez, con su mujer, María José Barea, y sus dos hijos. Él es ingeniero técnico y está trabajando. Pero ella está parada desde 2011 porque su empresa cerró después de 16 años. 

"Estamos en la manifestación para luchar por nuestros derechos y los de nuestros hijos", explicaba Antonio. Con una hipoteca y uno de los cónyuges en paro como muchos españoles, no ocultaban las dificultades para sacar la familia adelante. Así que han recortado los viajes y las salidas. "Tenemos para comer que es lo importante", decía ella, pero acotaba que se manifestaban para tratar de atajar el recorte de derechos.

Unos metros más atrás iba Inma Trujillo, con su hijo en brazos. Recordaba que hace años era ella la que todos los 1º de Mayo iba en el regazo de su padre, el primer secretario provincial de CCOO, Francisco Trujillo. Esta mañana la acompañaban en la marcha su madre y su marido. Él acaba de conseguir trabajo después de ocho meses sin empleo. Ella lleva tres años parada. Confesaba que durante los ocho meses en que los dos estuvieron en paro, su madre tuvo que echarles una mano. "Un capote y la espada", apuntaba su progenitora, María Liñán, ejemplo de esa España en la que los abuelos tienen que ayudar a salir adelante a sus hijos, ya padres de familia. 

Otra trabajadora, madre de tres hijos y viuda reciente, había empujado a los niños a sumarse a la protesta. "Les hace falta menos ordenador, menos videojuegos y más conciencia de la situación que estamos viviendo", reflexionaba. 

Carlos Sosa estaba con sus hijos, su mujer, su madre, hermanos y sobrinos. En total, 14 miembros de la familia para protestar por el desempleo, los desahucios, la Reforma Laboral, la precaridad, la privatización de servicios públicos... Él está trabajando, pero su mujer está en paro. La despidieron hace un par de meses tras el cierre de la empresa. También tiene que pagar hipoteca. "Es mejor reivindicar que quedarse en casa. Si te quedas en casa, los políticos creen que estás conforme. Y eso es lo que quieren, que no nos movilicemos", sostenía para explicar las razones de su presencia en la manifestación.

A su lado, su madre, Teresa Jiménez, contaba que la han despedido después de 35 años trabajando. "Yo he echado los dientes en estas manifestaciones y ahora más que nunca hay que venir", defendía. 

El abanico de edades ha sido total. Había yayoflautas -de los que corrieron detrás de los grises cuando no había democracia ni autonomía- para defender por los derechos conseguidos durante todos estos años. Pero también estaban los veinteañeros que iban detrás de la pancarta de las Juventudes Comunistas, banderas republicanas en ristre, clamando por un mundo más justo. 

Cuatro furgones de la Policía Nacional iban delante de la manifestación, vigilada desde el aire por un helicóptero de esa fuerza de seguridad y también por algunas patrullas de la Policía Nacional que reguló el tráfico. 

En la marcha también ha estado el ex concejal de IU Pedro Moreno Brenes, felicitado repetidamente por su pregón, en el que defendió el amor entre los gays y con ello, los otros modelos de familia. 

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios