Más de 100.000 firmas, repartidas en más de 60 peticiones publicadas en la plataforma change.org, han reclamado la dimisión de Luis Rubiales, por el beso a la jugadora de la selección, Jenni Hermoso, en la final del Mundial femenino. La petición más firmada, iniciada por la concejala socialista en el Ayuntamiento de Málaga Rosa del Mar Rodríguez y que cuenta con casi 70.000 apoyos, reclama la dimisión de Rubiales y califica su discurso de "machismo feroz y rancio".

"Con este discurso tan peligroso nos reafirma usted en que tenemos que hacer que se vaya ya del fútbol español", señala. Según se lee en la petición, la conducta de Rubiales "sobrepasa a todas luces lo que debe ser una felicitación formal en ese contexto, haciendo uso de la vulnerabilidad de la jugadora en un momento de tanta euforia y de su posición de poder".

En otra de las peticiones más firmadas, publicada por Ángel De Mora-Losana Careno, y que cuenta con más de 27.000 firmas, se tacha la actitud de Rubiales de "irreverente y poco ejemplar" y se pide su "dimisión inmediata".

"No debemos tolerar gestos ofensivos, inadecuados, molestos o irrespetuosos hacia ninguna jugadora o jugador en el fútbol o en el deporte en general", señala el impulsor de la petición. Además de las más de 60 campañas creadas en España, desde este fin de semana se han iniciado recogidas de firmas también desde fuera de España, en Reino Unido, Alemania o Canadá, que solicitan tomar medidas de forma inmediata.

"El fútbol debe ser un entorno seguro donde las jugadoras puedan demostrar sus habilidades sin ser agredidas sexualmente", escribe en su petición Sophie Allen, desde Reino Unido. Además, destaca que "este incidente ha sido ampliamente cubierto por fuentes acreditadas como BBC Sport, The Guardian y otros periódicos importantes de todo el mundo" y reclama la dimisión de Rubiales.

La madre de Rubiales, en huelga de hambre

Mientras tanto, Ángeles Béjar, la madre de Luis Rubiales, se ha encerrado este lunes en la iglesia de la Divina Pastora de Motril y se ha declarado en huelga de hambre hasta que se encuentre una solución a la “cacería, inhumana y sangrienta" que, ha dicho, "están haciendo con mi hijo con algo que no se merece”.

El encierro en la iglesia del barrio de Capuchinos de Motril se hará "de manera indefinida, día y noche" hasta que se haga justicia con su hijo, según ha dicho a EFE la madre de Rubiales, al que este sábado suspendió de toda actividad la FIFA tras la polémica del beso en la boca a la jugadora de la selección de fútbol Jenni Hermoso.

La mujer se ha quedado en el interior de la parroquia con su hermana una vez que se ha marchado el párroco de la iglesia y ha pedido a Jenni Hermoso que “diga la verdad” y “mantenga la versión que tuvo al principio de los hechos”.