Un fiscal impide que el violador en serie de Málaga salga de permiso
El autor de 24 agresiones sexuales fue interceptado cuando estaba a punto de salir de la prisión de Córdoba gracias a un permiso penitenciario cuando llegó el fallo judicial
El violador en serie de Málaga, condenado por agredir sexualmente a 24 mujeres, estuvo el lunes a punto de lograr un permiso penitenciario de cinco días para abandonar la prisión cordobesa en la que está internado. Únicamente la obstinación del fiscal de Vigilancia Penitenciaria impidió que recobrara la libertad por un tiempo definido, al luchar hasta el último momento -el preso fue interceptado cuando estaba a punto de abandonar la cárcel en un taxi- para revocar la decisión de la sección Segunda de la Audiencia Provincial de Córdoba. El fiscal jefe de Córdoba, José Antonio Martín-Caro, alabó ayer la labor de su compañero y su persistencia para que el tribunal diese marcha atrás a su decisión debido a la gravedad de los delitos que se imputan a este delincuente sexual, que actuó en la capital malagueña entre 1997 y 2005.
Martín-Caro explicó, según recoge Europa Press, que el preso, J. C. G. R., de 35 años, y que trabajaba como profesor de Educación Física, está condenado a unos 270 años de privación de libertad y pidió un permiso de salida que no le fue concedido por el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria.
Ante esta negativa, recurrió e inicialmente en la Sección Segunda de la Audiencia de Córdoba se le concedió el permiso. Según informaba ayer el diario ABC Córdoba, sin embargo, la Sección Segunda revocó la decisión del Juzgado de Vigilancia y en contra del informe de prisión a este violador.
En esta ocasión, y por un fallo en el envío de la última hoja de la sentencia enviada por fax por la prisión, la Audiencia no tuvo acceso a la parte del fallo que recogía que "los permisos penitenciarios serán referidos a la totalidad de la pena y no a los 20 años que como máximo este violador podría pasar en prisión".
Este auto de la Sección Segunda de la Audiencia con fecha del 1 de septiembre de 2008 a favor del reo, recogía que "estimaba el recurso del preso solicitado el 11 de febrero de 2008 de cinco días de permiso ordinario con control adecuado a la personalidad del interno". Contra este auto, el fiscal de Vigilancia Penitenciaria impuso hasta dos recursos extraordinarios de nulidad. El primero de ellos fue interpuesto por el fiscal el 22 de septiembre y denegado un día después. Ante esta decisión, la Fiscalía decidió emitir un incidente extraordinario de nulidad de actuaciones con fecha del 15 de octubre, en el que solicitaba la suspensión del auto de la Sección Segunda que ya había llegado a Instituciones Penitenciarias.
Según explicó Martín-Caro, este recurso defendía que el preso no había cumplido la cuarta parte de la condena que es necesaria para tener beneficios penitenciarios, por lo que finalmente fue atendido por la Sección Segunda y se denegó el permiso. Esta decisión se comunicó a la prisión justo cuando el preso estaba ya en el taxi para salir.
De este modo, Martín-Caro destacó el tesón demostrado por el fiscal que, según dijo, "ha hecho muy bien la labor porque, con estos datos, no le dejaba nada tranquilo que este individuo estuviera en la calle".
El preso, un profesor de gimnasia, cometió 24 violaciones y agresiones sexuales consumadas y frustradas entre 1997 y 2002, y fue condenado a 271 años de prisión por la Audiencia Provincial de Málaga en 2005.
El perfil de sus víctimas varió con el paso de los años. Inicialmente su objetivo eran mujeres de mediana edad con el pelo rubio y que tuviesen hijos, mientras que después agredía a estudiantes extranjeras.
Para entrar en sus viviendas se disfrazaba de algún operario y no dudaba en usar la violencia para vencer cualquier resistencia.
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