Dos años y medio después de que saliese al mercado el 52% de los terrenos de Térmica, en la búsqueda de comprador, la operación se da por cerrada. Según fuentes próximas a la iniciativa, un fondo de inversión inmobiliaria, denominado Ginkgo Participations II, acaba de hacerse con la sociedad Nueva Marina Real Estate (NUMA), hasta la fecha propietaria de buena parte de los aprovechamientos urbanísticos de una de las parcelas más codiciadas de Málaga capital. El sector, sobre el que se asentó durante años una antigua central eléctrica, tiene al Ayuntamiento de la ciudad como el otro gran propietario.

De acuerdo con los datos aportados por las fuentes consultadas, este fondo cuenta entre sus principales inversores con instituciones europeas, tanto públicas como privadas, caso del Banco Europeo de Inversiones (BEI); la Caisse des Dèpots de Francia y el Grupo Edmond de Rothschild, al tiempo que "goza del Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas".

Conforme los parámetros asignados por el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU), los derechos que tenía asignados NUMA permiten la edificación de unos 250 pisos, a lo que hay que añadir una reserva hotelera con 28.648 metros de techo. Junto a este desarrollo se suma el que le corresponde al Consistorio, dueño de 29.500 metros cuadrados de techo residencial libre, algo más de la mitad, así como de todo el aprovechamiento destinado a VPO (aportado en el marco de la adquisición de los suelos de Arraijanal) y de 11.000 metros de uso terciario.

La información de la que se dispone sobre este fondo incide en su apuesta por abordar "importantes problemas ambientales, económicos y sociales relacionados con la transformación de sitios industriales abandonados en áreas urbanas". Antes que esta segunda edición del fondo, hubo una primera que financia siete áreas que requieren un redesarrollo en Francia y Bélgica, que suman 200.000 metros cuadrados en grandes áreas metropolitanas, con la previsión de creación de 3.000 viviendas y 5.000 empleos. "Se espera que el segundo fondo construya 350.000 metros cuadros, lo que sería equivalente a unas 5.000 viviendas y 8.500 empleos", apuntan varias informaciones consultadas.

Si bien no han trascendido los detalles económicos de la enajenación, que se viene fraguando desde hace meses, el montante de la misma es elevado. A modo de referencia, este periódico publicó el pasado mes de marzo una información con los parámetros económicos que se vinculaban a las operaciones de venta de la parte de Nueva Marina Real Estate (NUMA) y del Ayuntamiento en la Térmica.

Según varias fuentes expertas, el precio que la compañía eléctrica ponía a su parte del pastel ante potenciales inversores interesados rondaba los 40 millones de euros, mientras que en el caso de la porción municipal el precio de salida se situaba en unos 27 millones. Ello partiendo de un valor medio asignado al metro cuadrado residencial sin urbanizar de unos 850 euros, mientras que la tasación del metro cuadrado de terciario-hotelero ronda los 600 euros.

La aparición de un nuevo propietario abre la puerta al Ayuntamiento a iniciar contactos con la sociedad en pro de conocer su disposición a adquirir también los aprovechamientos municipales. Bien es cierto que al tratarse de un bien público, cualquier posible venta debería pasar por una subasta abierta al interés de otros promotores. La posibilidad de que haya un solo operador para Térmica sería lo ideal para un desarrollo más ágil del proyecto.