Del frío al calor en unos pasos

Del frío al calor en unos pasos
Del frío al calor en unos pasos

03 de noviembre 2011 - 01:00

LA ALPUJARRA

La controversia que se da en esta tierra andaluza no tiene parangón. En cualquier campo turístico es apreciable. Andalucía tiene playa y montaña, cocina tradicional y moderna, acción y tranquilidad. Incluso montañas donde uno tirita de frío para bajar unas decenas de metros y quedar bañado por los rayos del astro rey. Un ejemplo de esto es la Alpujarra. La ruta que le proponemos pretende acercarse a sus pueblos, saborear los paisajes, tocar la nieve y secarse el sudor de la frente. Y es que en la Alpujarra se dan unas condiciones climáticas muy características ya que se pasa del frío al cálido clima mediterráneo en muy pocos kilómetros.

Romanos, árabes y españoles trataron de conquistarla pero fueron los musulmanes los que la hicieron suya durante mucho tiempo, llenándola de historias y leyendas y sembrándolas de monumentos y disfrute para los cinco sentidos. La Alpujarra se encuentra situada al sur de grandes cumbres como el Mulhacén y Veleta y en su territorio se encuentran la Sierra de Gádor, la Sierra de Lújar y la Sierra de la Contraviesa. Es un terreno formado por grandes montañas, barrancos rápidos, ideal para viajeros con espíritu aventurero y establecer contacto con la naturaleza.

Su flora es muy rica ya que cuenta con bosques naturales de encinas milenarias, bosques de pinos, castaños y frondosas alamedas. Como consecuencia de la amplia variedad de paisajes, fauna y flora que contiene la Alpujarra granadina y almeriense, gran parte de su territorio está incluido en los Parques Nacional y Natural de Sierra Nevada.

Más de 35 municipios componen la Alpujarra, aunque hay autores que, por su situación geográfica añaden una quincena de localidades. La oferta hotelera es muy rica y variada. El espacio cuenta con hoteles, albergues juveniles pensiones y fondas. Otra modalidad de mucho éxito es la típica casa de labranza, inmueble que se suele alquilar a los visitantes. También se han instalado acampadas en Pitres y Trevélez, y la villa turística de Bubión. Además, se han creado rutas turísticas, como la Ruta medieval de la Alpujarra o Sulayr.

Así, Pampaneira es uno de los municipios más típicos de la Alpujarra. Destacan sus calles estrechas y el templo de Santa Cruz, de estilo gótico. En cuanto a la altura, hay que mencionar el municipio de Trevélez, el más alto de la península (1.476 metros) Sus jamones también son de reconocido prestigio. Juviles cuenta con una de las iglesias más bonitas de la zona, la iglesia de Santa María de Gracia. En cuanto a historia literaria, Yegen, ya que fue el lugar donde vivió el escritor inglés Gerald Brenan en los años veinte. Para inmortalizar vistas, Puerto de la Ragua es una opción.

Muchos de sus pueblos blancos están colgados de los bordes de los barrancos como si no existiera la gravedad. Por lo general, las calles son estrechas, laberínticas y empinadas ya que se adaptan a posibles nevadas. Otro aspecto original de la arquitectura de estos pueblos es el de las variopintas chimeneas, de formas piramidales y cilíndricas, que trabajan gran parte del año.

La arquitectura es muy rica y variada. En todos los pueblos existen iglesias que en sus orígenes fueron antiguas mezquitas. Componen el paisaje vestigios musulmanes como alcazabas, aljibes, acequias de regadío, edificios mudéjares y en algunos municipios se aprecian casas-palacio de estilo neoclasicista.

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