20 AÑOS DE 'MÁLAGA HOY' | Tribuna

La vinculación de la Fundación Unicaja con Málaga

Primer Concierto en la sala María Cristina tras su reforma.

Primer Concierto en la sala María Cristina tras su reforma. / ÁLVARO CABRERA (Málaga)

EN octubre de 2024 se cumplen diez años de la constitución de la Fundación Unicaja, pero su historia se remonta realmente mucho más atrás en el tiempo. En 2014, la caja de ahorros Unicaja se transformó en fundación bancaria, asumiendo ésta su legado patrimonial, su personalidad jurídica y su filosofía institucional. Unicaja como tal había nacido en el año 1991, fruto de la fusión de cinco cajas de ahorros andaluzas, que marcó un hito en la evolución del sistema financiero andaluz. Las Cajas de Cádiz y Almería habían iniciado su andadura hacia finales del siglo XIX, las de Ronda y Antequera, a principios del siglo XX, y la de Málaga, a mediados de éste. Más adelante, en 2010, la Caja de Jaén se sumó al proyecto.

Unicaja, como caja de ahorros, era una entidad de crédito que ejercía su actividad como intermediario financiero y, a tenor de su carácter social, carente de propietarios, retornaba a la sociedad una parte de su beneficio a través de su obra benéfico-social. En el contexto de la reforma del marco institucional de las cajas de comienzos de la pasada década, pasó a proveer la actividad financiera de manera indirecta mediante un banco de nueva creación, Unicaja Banco, constituido a finales de 2011. Unicaja, como caja de ahorros, mantenía la propiedad del Banco y, con los dividendos procedentes de éste, financiaba su obra social. Posteriormente se produjo la transformación jurídica antes descrita.

Primero como caja de ahorros, y luego como banco, Unicaja ha sido una de las pocas entidades que superó la etapa de crisis económica y financiera de la pasada década sin recibir ayudas públicas, y contribuyó, además, a la normalización del sistema financiero español con la integración de Banco Ceiss (EspañaDuero), culminada en 2018. En 2021 tuvo lugar la fusión con Liberbank. Como consecuencia de la salida a Bolsa en 2017 y de las citadas operaciones corporativas, la participación accionarial de la Fundación en el Banco ha pasado del 100% en 2011 a algo más del 30% en la actualidad, lo que le permite continuar siendo el principal accionista, con vocación de permanencia, lo que sin duda aporta estabilidad a una entidad incluida en el Íbex 35.

Como fundación bancaria, la Fundación Unicaja tiene una misión dual: por una parte, velar por la solvencia y la estabilidad del Banco, de manera que pueda seguir desarrollando eficazmente su función de intermediación financiera al servicio de las familias y las empresas, y, por otra, llevar a cabo una obra social, sustentada esencialmente en los dividendos provenientes de su participación en la entidad bancaria. Su ámbito de actuación se extiende básicamente a toda Andalucía y Ciudad Real, y su sede social radica en Málaga. No en vano, desde comienzos del siglo XX, a través de las entidades originarias, la Fundación ha estado presente en el proceso de desarrollo económico de Málaga y su provincia. Es un componente de su capital social, como entidad al servicio del interés general, profundamente arraigada en su entorno local, sin por ello renunciar a una proyección más amplia.

La presencia de la Fundación es patente en Málaga a través de centros culturales como el ubicado en el histórico edificio del Palacio Episcopal, o la Sala de Conciertos María Cristina; museos, como el de Artes y Costumbres Populares, o el Joaquín Peinado de Ronda; colegios, como el Rosario Moreno y el Sagrada Familia en Málaga, o el Fernando de los Ríos y el Juan de la Rosa en Ronda; complejos deportivos, como el de Los Guindos; o colonias infantiles, como las de Sabinillas y Ronda. La Fundación es, asimismo, propietaria de la sociedad anónima deportiva en la que se encuadra el Club Unicaja Baloncesto, amén de mantener colaboraciones con numerosos clubes de diferentes disciplinas deportivas.

Dentro de su Plan Estratégico 2023-2025 tienen cabida programas de actuación que abarcan los campos de la cultura, el arte, la música, la literatura, la formación, el deporte, la educación financiera, la solidaridad, la integración, la acción social, la protección del medio ambiente, la investigación, o la inclusión financiera, entre otros. Mediante vehículos específicos se realizan actividades de concesión de préstamos con garantía prendaria (Monte Activo), de inversión de recursos de capital en proyectos de emprendimiento con impacto social (Fundalogy), de educación financiera (Edufinet, en este caso en cooperación con otras entidades), o de acciones focalizadas en Ronda y su comarca (Fundación Unicaja-Ronda). Su respaldo a la conservación del patrimonio histórico-artístico es igualmente relevante, como refleja su aportación a las obras de protección de las cubiertas de la Catedral de Málaga.

En todos esos apartados, la Fundación Unicaja desempeña un importante papel directamente, o de apoyo y promoción, bien en solitario, o en colaboración con otras entidades públicas, privadas o sociales. En el cumplimiento de dicha labor está movida sólo por motivaciones de interés general, que son inherentes a su naturaleza jurídica, su misión, y su vocación al servicio de la sociedad. Su vinculación con Málaga es algo consustancial, en la medida en que forma parte de manera intrínseca de la sociedad malagueña. La Fundación Unicaja ha dejado su huella en el pasado, es una realidad en el presente, y está firmemente comprometida con el futuro de Málaga, al que quiere contribuir irrenunciablemente, a fin de lograr una mejora efectiva y sostenida del bienestar social.

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