Laboral

Un futuro a 3.000 kilómetros de casa

  • Tres malagueños relatan sus experiencias en la ciudad alemana de Hamburgo, donde trabajan en 'startups'.

Llegaron a Alemania con objetivos distintos y el destino terminó uniéndolos en el mundo empresarial. Juan Manuel Rojas, Samuel Miklas y Javier Atencia son tres malagueños afincados en la ciudad de Hamburgo, donde trabajan en la startup Cupon.es de marketing online.

Añadir experiencia en países extranjeros a sus currículums, aprender alemán o expandir horizontes fueron algunas de las razones que les llevaron a dejar la Costa del Sol. "He hecho todo tipo de trabajos en Málaga, desde animador infantil, camarero, chófer... Tenía un máster de marketing online y encontré unas prácticas, pensé que era un buen lugar para desarrollar los conocimientos adquiridos", relata Javier.

Juan Manuel estudiaba Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad de Málaga (UMA) y realizó un convenio para poder realizar las prácticas en Hamburgo. "Decidí añadir un plus a mi currículum. Cada vez la cosa está más competitiva en España y si tienes algo de experiencia en el extranjero todo es más fácil una vez que quieras volver y asentarte", argumenta.

La misma inquietud es la que le llevó a Samuel decantarse por trabajar en Alemania. "Aguanto poco en Málaga. He solicitado todas las becas que la UMA oferta en materia de movilidad. De los cuatro años de la carrera casi dos y medio he estudiado fuera", añade.

La adaptación a un nuevo país y estilo de vida tampoco ha supuesto una gran dificultad para ellos. Juan Manuel y Javier ya contaban con familiares en la ciudad que les ayudaron con los trámites burocráticos y el proceso de adaptación. Samuel, por su parte, ya había vivido fuera de casa en Madrid, Londres o Corea.

Eso sí, el color y la luz de la Costa del Sol no luce tanto en Hamburgo. "En Málaga se respira alegría por las calles, a eso también ayuda el buen clima que tenemos y la playa", relata Juan Manuel. "Los inviernos son muy duros anocheciendo a las cuatro de la tarde, aunque los veranos están bastante bien y la ciudad es preciosa", agrega Javier.

La gastronomía es otro de los puntos débiles para estos malagueños. Aunque reconocen que no se come mal, echan de menos el pescaíto fritoen un chiringuito, el vino dulce de Málaga o, simplemente, almorzar en una terraza. "Aquí también hago vida fuera, pero no es lo mismo", señala Samuel.

Pero si para alguien es duro una despedida, es para sus familias que, a la vez, se han convertido en un gran pilar en su estancia. "Todo fue mucho más fácil gracias a mi hermana ya que ella llevaba tres años aquí y su alemán es bastante bueno. Es mi segunda madre", explica Juan Manuel, quien además participó en un vídeo con motivo del Día de la Madre -celebrado el pasado 1 de mayo- que españoles afincados en Hamburgo realizaron para lanzarles a sus progenitoras un mensaje de cariño virtual. "Echamos mucho de menos a nuestra familia y amigos y en algún momento seguro que volvemos", recalca Javier, a quien su hermano le ayudó con los trámites burocráticos para poder asentarse en tierras alemanas, idea que también comparte Samuel.

No obstante, regresar a España no queda entre sus planes más cercanos. Si bien Samuel volverá a Málaga para su ceremonia de graduación y una vez que finalice el contrato, se quedará el tiempo justo para aprovechar el verano. "Tengo varias cosas en la cabeza pero no creo que me quede mucho por España, eso lo tiene ya mi madre asumido", explica. Juan Manuel y Javier tampoco ponen una fecha límite a su estancia en Hamburgo. "Nos quedaremos por aquí, pero también sabemos perfectamente que no de por vida, esto es sólo pasajero", argumentan. "Me gustaría aprovechar al máximo la experiencia y volver a España cuando pueda optar a un puesto de calidad en alguna empresa", añade Juan Manuel.

Una experiencia de la que miles de malagueños disfrutan bien por necesidad laboral o motivos académicos pero que, a pesar de las dificultades, hace crecer a la persona. "Creo que es más importante ver mundo que abrir un libro sentado en clase. Se aprende más, creces mucho al viajar y conoces más perspectivas del mundo. Ese es el principal motivo por el que viajo y seguiré viajando. Hasta que me canse, y seguramente sí vuelva a Málaga porque en comparación con otros, es de los lugares que tienen mejor calidad de vida en Europa", sentencia Samuel.

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