El estado de las explotaciones ganaderas en Málaga es “límite”. La situación de sequía prolongada -y sin vistas, de momento, a que se solucione a corto plazo- está provocando que las primeras granjas se queden sin agua para los animales, según indican varias organizaciones sector. 

El problema de la carestía de agua llega, además, en un momento especialmente delicado para los ganaderos con el valor de los piensos y forrajes “el doble de alto”. Aunque más bajos que hace unos meses, cuando el bloqueo comercial motivado por la guerra de Ucrania, de donde proceden algunos de los cereales con los que se elaboran los piensos, y la consiguiente inflación generada por el conflicto dispararon los precios. 

“Venimos de unos costes de producción muy elevados. La situación ha sido complicada y, justo ahora que la cosa estaba medianamente asentada, nos golpea la sequía”, detalla el presidente de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), Antonio Rodríguez. Es por esto que “ya hay explotaciones que están teniendo que mandar las reses al matadero”. Una práctica, por otra parte, "habitual" a causa de la "nula rentabilidad" en estos últimos tiempos. 

Otras, sin embargo, están optando por abastecerse con cubas de agua para que los animales no mueran. “Estamos pagando 250 euros por tanques de 10.000 u 8.000 litros. Esto es insostenible”, señala el secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores de Málaga (UPA), Francisco Moscoso. 

Desde el sector, afirman que llevan tiempo pidiendo que los escuchen a las administraciones, en concreto, a la Junta de Andalucía y la Diputación de Málaga, con quienes se reunieron recientemente, puesto que ya “son prácticamente todos los tipos de explotaciones” las que se encuentran afectadas tanto por la subidas de precios como por la sequía. “Necesitamos ayudas para aguantar hasta el próximo otoño. A ver si tuviéramos suerte y lloviera”. 

Y es que, ante esta cadena de reveses, explican, a menudo existen escasas vías. “Para mantenernos a flote, por desgracia, hay que endeudarse, esto es algo que viene de largo, y a eso súmale que tenemos que vender los productos por debajo del precio de producción”. A esto es preciso añadir las ayudas, que reclaman “sean más agiles, directas y efectivas”.