Habría que remontarse muchas décadas atrás para encontrar el primer cargamento de dolomita que salió por barco desde el puerto malagueño. Con una antigüedad que supera los cincuenta años en lo que a este tipo de tráfico se refiere, la exportación de este mineral de carbonato de calcio y magnesio con múltiples utilidades, constituye un constante en los movimientos de graneles sólidos dentro del recinto portuario malacitano.

Compartiendo los primeros puestos en las estadísticas anuales en lo que hace referencia a este tipo de mercancías junto al cemento (técnicamente el cemento sería un producto compuesto mientras que la dolomita no lo es), las cifras de este granel alcanzaron el pasado año las 154.000 toneladas, un 9,6% del total de sólidos minerales que se movilizaron por los muelles malagueños.

Con estos números, unos guarismos muy alejados de las 786.868 toneladas de graneles agroalimentarios gestionados en 2018, la dolomita participa de la peculiaridad de haber resistido los diferentes altibajos de mercancías que el puerto ha experimentado en las últimas décadas. Este hecho diferencial convierte a esta carga en un referente fijo que podía asemejarse a los tráficos de las líneas regulares; unas operativas periódicas en las que se realiza varios embarques mensuales.

Las cifras de este granel alcanzaron el pasado año las 154.000 toneladas, un 9,6% del total de sólidos minerales

Responsables de estos movimientos y de las exportaciones que desde Málaga nutren de dolomita al norte de Europa fundamentalmente, están dos empresas ubicadas en Coín; unas factorías con canteras propias que gestionan sus tráficos por el puerto.

Con unas cifras que superaron en el pasado ejercicio las 80.000 toneladas y significaron la salida de 30 buques, Prodomasa (Productos Dolomíticos de Málaga S.A.), consignada por la agencia Servimad Global, cargó en los muelles una amplia variedad de dolomita en diferentes presentaciones. Por otra parte, la empresa Áridos Los Coinos en 25 barcos gestionados por la agencia Marítima Condeminas movilizó el pasado año 70.000 toneladas de piedras decorativas y cantos rodados como productos dolomíticos elaborados.

Unas mercancías transportadas desde estas dos factorías por carretera y que apiladas entre los muelles seis y siete a la espera de ser cargadas, convierten al puerto en uno de los primeros exportadores nacionales de este mineral; un granel sólido que se lleva movilizando de forma ininterrumpida en Málaga desde hace más de cincuenta años.