Málaga

Un guardia civil jubilado atropella con su coche a ocho personas en Larios

  • Dos mujeres están en la UCI muy graves y un hombre, hospitalizado grave · El detenido tiene antecedentes por homicidio doloso y fue dado de baja por problemas mentales

Un guardia civil jubilado de 42 años, vecino de Málaga, irrumpió ayer a gran velocidad en calle Larios a bordo de un turismo marca Rover 25 con matrícula 3246 DBN y atropelló a ocho personas, la mayoría turistas extranjeros. Era mediodía, la vía peatonal estaba a rebosar de gente y el pánico dominó la principal calle de la capital durante varios minutos. Dos mujeres seguían ayer hospitalizadas muy graves y un hombre se encontraba en estado grave.

El conductor kamikaze, con iniciales A. B. M., jubilado por problemas psicológicos y con antecedentes por homicidio doloso, dio negativo en la prueba de alcoholemia y es natural de Alhaurín el Grande. Eran las 11:55 cuando sorteó los maceteros que delimitan el comienzo de la calle. Se oyó un acelerón y unos metros más adelante, en el cruce con Sancha de Lara y Martínez, embistió a un matrimonio de turistas italianos formado por Asumpta Mastroniani y Mario Cuarta, que momentos antes habían tomado un aperitivo en la cafetería Lepanto.

La mujer, según los testigos, voló por los aires y quedó malherida en el suelo. Un agente de la Policía Nacional fuera de servicio fue el primero que acudió a socorrer a la señora y alrededor de ella se formó de inmediato un corrillo de personas que contemplaban pasmadas cómo el vehículo aceleraba por la peatonal Larios en medio de toda la gente.

Asumpta Mastroniani, de 62 años, sufrió un traumatismo craneoencefálico y se encontraba ayer tarde ingresada en la unidad de cuidados intensivos (UCI) del hospital Carlos Haya en estado muy grave. El marido también fue hospitalizado, aunque con lesiones leves. La pareja había llegado a Málaga en el crucero Costa Europa, de bandera italiana, que procedía de Gibraltar y ayer mismo siguió rumbo a Savona (Italia).

Mediada la calle Larios, el turismo rozó con un lateral a Kari y Rita, un matrimonio finlandés que cayó al suelo. El hombre sufrió heridas en la cara y cabeza. Fueron conducidos al hospital Carlos Haya, donde se les trataron varias erosiones y dos horas después fueron dados de alta. Esta pareja y otro compatriota, que también recibió el alta médica tras ser atendido de varias lesiones leves, habían llegado por la mañana en el crucero Christina Regina.

El matrimonio explicó a las dependientas de la tienda Orly que los atendieron inicialmente que tenían previsto volar de regreso a su país a las 18:00 de ayer.

Carlos Orrán estaba en ese momento en la terraza del café Central de la plaza de la Constitución tomando un aperitivo cuando vio el Rover 25 negro que conducía el guardia civil jubilado llegar a toda velocidad. "Ya venía con la luna delantera rota. Embistió a una mujer, que voló por los aires y quedó tendida en el suelo".

Se trata de una turista alemana de 42 años que se encontraba en Málaga junto a su marido y su hijo adolescente. Esta herida permanece en la unidad de cuidados intensivos (UCI) del hospital Carlos Haya en estado muy grave. Sufre un traumatismo craneoencefálico y ayer tarde había sido intervenida quirúrgicamente.

Unos metros más adelante arrolló a otra pareja, un hombre de 59 años y su mujer de 52, ambos españoles. Los dos ingresaron en el hospital Clínico con contusiones y heridas. El último parte médico emitido ayer precisaba que la mujer se encontraba leve y pendiente de recibir el alta y el hombre, que sufre traumatismos, en estado grave, aunque no se temía por su vida.

"El conductor quiso buscar una salida hacia la calle Compañía y al ver que no tenía salida dio la vuelta y regresó a toda velocidad otra vez por la calle Larios".

El pánico ya se había desatado. Los transeúntes corrían despavoridos buscando refugio en las tiendas y gritando. Las dependientas de Bershka optaron por bajar el cierre. "No era miedo, era pánico. Habíamos visto el coche subir y la gente empezó a meterse en la tienda. Aquí sólo estábamos cinco muchachas, el vigilante estaba fuera y bajamos el cierre. Cuando el coche volvía, la gente empezó a aporrear la puerta y algunos se desmayaban. Enseguida regresó el vigilante y abrimos otra vez", explicaba ayer una dependienta de este comercio de confección textil.

El Rover 25 seguía su loca carrera en medio del griterío buscando la huida en dirección a La Marina. La italiana Asumpta Mastroniani seguía tendida en la calle. Rachid, un policía nacional de Melilla fuera de servicio, la atendía cuando vio venir de nuevo el coche por la calle Larios en dirección sur, y arrastró a la mujer hacia la pared para protegerla de un nuevo atropello.

Los transeúntes gritaban y pedían socorro mientras trataban de cerrar el paso al vehículo. Sin embargo, aunque el coche volvió a salir entre las jardineras hacia la calzada, tuvo que detener la marcha. Había automóviles parados ante el semáforo en rojo de la entrada de la Alameda Principal y un camión de Limasa dispuesto en diagonal entre los dos carriles le cerró el paso junto a la estatua del marqués de Larios. Allí fue retenido.

Rachid, el policía nacional de Melilla fuera de servicio, y José María, uno de los camareros de Lepanto, se avalanzaron. El agente se hizo con las llaves del automóvil y consiguió retener al conductor en su interior mientras calmaba a la muchedumbre enfurecida que la emprendía a golpes contra el turismo e intentaba alcanzar al individuo.

El camarero de Lepanto también sufrió lesiones. Fue trasladado al hospital Civil y atendido de daños en un brazo. Los facultativos temían que tuviera la muñeca fracturada.

A las 12:00 el conductor ya había sido acorralado. Tres minutos después llegaron las primeras ambulancias y apenas pasados unos minutos, un coche de la Policía Nacional se acercaba para llevarse al sospechoso. Las patrullas más cercanas de la Policía Local también habían acudido ya.

De los nueve heridos, cuatro están ingresados en el Carlos Haya y en el Clínico y cinco fueron dados de alta. El detenido está en los calabozos de la Comisaría.

El conductor que ayer atropelló a ocho personas en la calle Larios, identificado con las iniciales A. B. M., natural de Alhaurín El Grande, aunque vecino de Málaga y de 42 años de edad, cursó baja en la Guardia Civil en 2003. Oficialmente está jubilado por problemas psicológicos y aún se encuentra en tratamiento psiquiátrico. Además, la Policía reconoció anoche que tiene antecedentes policiales por homicidio doloso, aunque no precisó cuándo ni dónde se produjeron los hechos. El último destino que tuvo A. B. M. antes de abandonar la Guardia Civil por problemas mentales fue en Murcia. El ex agente ha sido acusado de varios delitos de homicidio en grado de tentativa y contra la seguridad vial. Anoche permanecía en los calabozos de la Comisaría, tras ser reconocido por los servicios médicos, a la espera de prestar declaración y pasar a disposición judicial. Tras ser retenido en la plaza de la Marina por el agente de la Policía Nacional de Melilla y acorralado por una muchedumbre de transeúntes, el ex guardia civil permaneció en el interior del vehículo en silencio. Al ser trasladado al patrullero se pudo ver a un hombre moreno, de complexión fuerte, con una camisa de cuadros desabrochada hasta el abdomen y la mirada perdida. Después se le practicó la prueba de alcoholemia, con resultado negativo. Tampoco se hallaron rastros de estupefacientes.

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