"No hace falta en la Diputación ese monstruo de aparato"

Han pasado 10 meses desde que se conformó el último gobierno de la Diputación, un tiempo en el Gonzalo Sichar se ha batido con "animales políticos" de la talla de Elías Bendodo y Francisco Conejo. Ahora, con las elecciones generales a la vuelta de la esquina, acaba de apretarle las turcas a los populares para que avancen en el acuerdo de investidura, firmado el pasado julio, que le permitió a Bendodo mantener la presidencia de la institución provincial. El portavoz del grupo de Ciudadanos reconoce sentirse en "una curva ascendente de conocimiento político y, por lo tanto, mucho más seguro" para afrontar los años que restan de mandato.

-¿Planea realmente la sombra de una moción de censura sobre la Diputación Provincial?

-Esa sombra la ha montado el señor Moreno Bonilla, que ya está en la precampaña electoral, y hace esas declaraciones para intentar acaparar el voto de centro-derecha. Pero en la Diputación no tenemos intención desde Ciudadanos de hacer una moción de censura. Lo tendría que proponer algún partido, o nosotros mismos; y desde luego eso no se ha dado, ni siquiera viene argüido por el señor Conejo.

-¿No ha habido acercamiento por parte de los socialistas?

-No ha habido.

-¿Ni siquiera después de la ruptura del pacto de Mijas con los populares? Siempre se ha tendido a vincular el municipio con el acuerdo de la Diputación.

-Lo dejé bien claro en su momento y lo puedo volver a repetir. El PSOE estaba dispuesto a darnos el Ayuntamiento de Mijas para evitar que fuera de los populares. Y cuando Bendodo me propuso lo mismo, eso cambió totalmente la situación, porque es mejor apoyarse en los 11 concejales que tiene el PP que en los siete de lo socialistas. Así que en una demostración de que no trabajamos por combo, en Torremolinos apoyamos al PSOE, porque creíamos que era necesaria una regeneración y en Mijas, que también era necesaria, la regeneración ha venido por parte de que Maldonado sea el alcalde. Y la Diputación, en aquel momento, yo seguía la negociación tanto con el PP como con el PSOE, pero totalmente aislada de Mijas.

-¿Cómo valora la ruptura del pacto de Mijas?

-Creo que fue un matrimonio algo forzado, sin chispa desde el inicio, quizás porque los que iniciamos ese matrimonio fuimos Elías Bendodo y yo; pero luego no ha habido ningún feeling entre Ángel Nozal y Maldonado.

-Si te quitan una Alcaldía que has ganado con mayoría simple, poco feeling puede quedar.

-Los dos grandes partidos tienen que saber perder. Veremos el día, que espero que llegue en 2019, en que el Partido Socialista no gobierne Andalucía y le va a costar mucho, como le costó al PNV perder el País Vasco, a CiU Cataluña y al PP Galicia.

-Pero ahora se presenta una situación complicada para mantener esa Alcaldía.

-Teniendo cinco concejales es difícil, pero no sé como está la negociación ni la situación, no sé si recibirá el apoyo de algún otro partido, si algún otro se va a incorporar al gobierno, o si simplemente con desalojar a los populares del gobierno el PSOE se da por contento y no intenta entrar. O que hagan un pinza PP-PSOE y al final salga de ahí un nuevo acuerdo y nos quiten la Alcaldía. Aunque en estos momentos parece difícil.

-En Benalmádena se ha vivido quizás la crisis más importante de su partido en la provincia. ¿Cómo cree que le ha afectado a la imagen del partido?

-El problema lo detectamos desde julio, pero por ser tan garantistas es por lo que ha tardado tanto el proceso. En su momento dije que entendía todos los pactos en la provincia salvo el de Benalmádena y eso que en teoría no entraba en el gobierno, luego en seguida nos enteramos de que los tres concejales cobraban. Creo que la imagen de Ciudadanos se ha visto reforzada porque en cuanto ha visto una irregularidad se les ha echado. Pero lo que sí es cierto también es que nos han borrado la presencia institucional en Benalmádena y eso afecta más electoralmente que la pulcritud con la que hemos actuado.

-Volviendo de nuevo a la Diputación, lo que más le separa de Elías Bendodo, y ya lo ha dicho en varias ocasiones, es su política de contratación.

-En general nos separa del Partido Popular, porque en el Ayuntamiento pasaba lo mismo. Hemos estado muy duros hasta el punto de que en las últimas contrataciones de 5 abogados fuimos el único partido que votamos en contra; IU y PSOE se abstuvieron. Y nos separa mucho porque han salido varios casos seguidos. Ahora no se me ocurriría pactar un acuerdo de investidura poniendo que los directores generales sean "preferentemente" funcionarios, eso lo voy a quitar.

-Ese "preferentemente" le está pasando factura.

-Bastante, yo entendía como preferentemente pues dos de cuatro.

-Pero al final sí que han conseguido que al menos dos directores acaben siendo funcionarios.

-Salió ya uno a concurso público y ya hemos visto los nueve currículums de quienes se han presentado, aunque tres de ellos no cumplen con los requisitos.

-El segundo se acordó para finales de año, ¿no?

-Como siempre, al final hay algo de retraso y va a ser para principios de 2017, pero ya he dicho que por los menos las bases se publiquen en diciembre.

-¿En todo este tiempo ha estado tentado alguna vez en romper el pacto?

-No, porque lo que son los acuerdos lo llevamos cumplidos en un porcentaje bastante alto. Creo que es un pacto que se puede cumplir entero a lo largo de 2018. De hecho ya estamos trabajando en lo que sería nuestro ideal de programa de gobierno para 2019. O como las aguas andan tan revueltas en el Partido Popular, que sepan que si hay cambio de alcalde habrá nuevo acuerdo de investidura y si hay cambio de presidente de la Diputación también, y sin el "preferentemente".

-Entonces, ¿su formación estaría dispuesta a un nuevo acuerdo con quien propusiera el PP?

-Que no esté imputado, porque de momento Málaga está más o menos salvada, pero se van acercando. Lo que sí haríamos sería apretar más con un programa más acorde con lo que creemos en Ciudadanos que deber ser la Diputación.

-¿Cree que en el primer pacto de investidura pecaron de ingenuos? Se le nota ahora más ambicioso.

-Más que de ingenuos, el equipo negociador de Ciudadanos eramos dos personas a las que nos encanta la cosa pública y la política y fuimos muy pragmáticos en cuando a ideas, pero reconozco que nos faltaba experiencia de batirnos con animales políticos. Dos inexpertos, batiéndose tanto con Elías Bendodo como con Francisco Conejo, pues es un poco como las heroicidades de la Copa del Rey cuando el Mirandés se carga a tres equipos de primera.

-¿Y han aprendiendo?

-Sí y eso lo palpan los otros partidos.

-¿Cómo es negociar con Bendodo?

-Mucho mejor de lo que creía. La relación en el Ayuntamiento de Málaga tiene más altibajos que en la Diputación porque cuando negocias algo con Elías Bendodo sabes que no tienes que volver a negociarlo, si has llegado hasta cierto punto, puedes despreocuparte porque eso se cumple.

-Eso con De la Torre es más complicado, ¿no?

-Sí, muchas veces está avanzado hasta cierto punto y de repente vuelve otra vez hacia atrás. En el acuerdo de investidura se dijo que los directores de distrito iban fuera, que tenían que ser funcionarios, y hasta el último momento estuvo intentando que no.

-La última confrontación con Bendodo ha venido de la mano de la empresa de Turismo, con unas bases a medida para contratar a actuales gerentes.

-No sabíamos nada, dicen que fue un error de comunicación, pero unas bases llevan mucho tiempo de trabajo. Pero ahí Bendodo ha demostrado ser un buen político y las anuló.

-Y tendió la mano a Ciudadanos para negociar unas bases más transparentes y amplias.

-Pero nosotros en esto, y es lo que ha sentado mal al PP, queríamos hacer nuestra propuesta sin estar contaminada, por así decirlo, de las ideas de los partidos. Mi exceso de lealtad me ha llevado a ser demasiado precavido y consultar siempre con el gobierno, con lo cual la población sabe qué se va consiguiendo pero no cuál es nuestro máximo.

-Después de 10 meses en la Diputación, a título más personal, ¿sigue pensando que las diputaciones se deben eliminar?

-Lo importante es prestar los servicios, pero hay soluciones para que no haya un aparato político tan grande. A lo mejor no es necesaria la Diputación si se pasaran competencias a las delegaciones de las comunidades. Pero desde luego lo que no hace falta es todo ese monstruo de aparato con 31 diputados, los cargos de confianza y tantísimos trabajadores. De todos modos, creo que como se necesita tanto consenso para eliminar las diputaciones, porque requiere una reforma constitucional, quizás sea más fácil empezar eliminando las mancomunidades, que creo que hacen una duplicidad de funciones bastante grande con la Diputación.

-¿Y dónde colocamos a todos esos políticos?

-Ese es el principal problema, yo cuando hablo de que llevan muchas mochilas me dicen que ya me crecerán a mí. Tendría que llevar una mini mochila de 11 meses, pero la mochila puedo asegurar que la tengo a cero.

-¿Cree que repetirá después de estos cuatro año?

-Hay bastantes cantinelas en los políticos, una es decir que "yo antes ganaba más dinero que al dedicarme a la política". Eso en algún caso es posible pero estoy seguro de que en la mayoría no y además me parece un insulto a la sociedad. Otra es que "yo dentro de tres años me voy a ir". A lo mejor estoy agotado, pero ahora mismo estoy en una curva ascendente de conocimiento político y por lo tanto me siento mucho más seguro que cuando entré y por eso me gusta más mi trabajo y tengo ganas de quedarme más tiempo. Pero luego depende de los votantes y de los afiliados por el tema de primarias. Esas dos cantinelas se las he oído a muchos compañeros de partido y de otros partidos. Quien diga eso es para decirle que dimita ya.