La historia de un ex político y ex jornalero

Antonio Romero asegura que no fue alcalde de Málaga "porque Felipe González me la tenía jurada" · Escribe un libro de su vida

Antonio Romero en una imagen tomada en 1996 junto a Manuel Chaves.
Antonio Romero en una imagen tomada en 1996 junto a Manuel Chaves.
Europa Press / Sevilla

19 de julio 2010 - 01:00

El ex dirigente malagueño del Partido Comunista de España (PCE) y sindicalista Antonio Romero presenta esta semana el libro Memorias de Antonio Romero. Un jornalero en los secretos del Estado (Almuzara), el que asegura que haber luchado contra la corrupción y la guerra sucia como miembro de la comisión de investigación parlamentaria del caso Roldán o del caso GAL, le costó "no ser alcalde del Málaga, pues Felipe González me la tenía jurada y cuando tuve suficientes votos para gobernar la ciudad, el PSOE prefirió votarse a sí mismo y dejar que Celia Villalobos (PP) fuera alcaldesa en minoría".

En una entrevista, el ex parlamentario malagueño se muestra orgulloso de la labor desarrollada como político en sus más de 30 años ostentando cargos políticos. Romero explica que tras dejar la escuela con 14 años, comenzó a trabajar de jornalero antes de militante del PCE, sindicalista y parlamentario. Entre otros aspectos, según señala, en el libro se desvela su actuación en la comisión de investigación parlamentaria del caso Roldán, donde estableció una magnífica relación con miembros de los Servicios Secretos, que le informaban "de todo lo saqueado en la Guardia Civil por Roldán".

En este punto, recuerda la frase "terrible y endiablada" del ex presidente del Gobierno Felipe González en la que decía que "la democracia también se defiende en los desagües y alcantarilla", según Romero, "avalando la tortura, el secuestro, el crimen de estado, la extorsión y convirtiendo el Estado de Derecho en estado de desecho". Así, añade que "luchar contra la corrupción y guerra sucia fue clave para un diputado como él, que era portavoz en la Comisión de Interior y Justicia y en la de Defensa", de ahí el título del libro.

Era inimaginable, según el ex dirigente del PCE, que un joven trabajador del campo ocupará puestos de tanta relevancia en instituciones como el Parlamento de Andalucía, el Congreso de los Diputados, el Senado, el Ayuntamiento de Málaga o el Consejo Europeo, siempre "luchando por sus ideas", dijo.

El libro, que se presenta este miércoles, es "la biografía de un comunista coherente, leal a su familia, a su clase, a sus ideas y a su partido" durante un vida en la que ha conocido a personalidades de la vida política española o europea como François Mitterrand, Fidel Castro o Arafat, ha vivido el "no" de los chilenos en las urnas a Pinochet, así como ha visitado países como Nicaragua o China.

Por otro lado, Romero, nacido en la localidad malagueña de Humilladero, confiesa que "volvería a hacer lo que ha hecho, pues no se arrepiente de nada". No obstante, admite que cometieron errores como cuando durante la lucha por la reforma agraria, Carrillo lo llamó como secretario general de CCOO del Campo en Andalucía para pedirle que no ocuparan fincas, pues podía ser causa de un golpe de Estado, ya mientras el Sindicato Obrero del Campo (SOC) era minoritario y no inquietaba al poder ni al ejército, ellos tenían presencia en toda la comunidad y podían provocar un golpe. En este sentido, aclara que "nos daría a cambio dinero para el empleo comunitario y dinero para el PER si dejaban la reforma agraria para cuando la democracia estuviera consolidada". Así, Romero reconoce que se equivocaron, pues finalmente el Golpe de Estado se produjo y "no conseguimos tierras para cooperativas como el SOC".

A este respecto, lamenta que "las tierras están más concentradas que nunca y en menos manos, por lo que el latifundismo no no sólo ha desaparecido, sino que se ha reforzado con subvenciones y ayudas europeas". "Ese fue un error de Carrillo", ha asegurado.

Además, sobre éste ha afirmado que "la época de Carrillo al frente del PCE no fue positiva para el partido, pues puso por encima de éste los intereses de la Transición democrática y de los poderes del Estado", añadiendo que "no se hizo la reforma agraria, no se luchó por la república, por la memoria histórica y se apartaron temas claves del momento".

Por otro lado, subraya que España cuenta con una ley electoral "cruenta y canalla", que cuenta un diputado al partido "medio millón de votos, mientras a otros, 50.000 votos". "Si IU y el PCE hubieran contado con una ley más igualitaria, cuando sacaba 20 diputados tendríamos 47 y España nunca hubiera estado en manos del Partido Nacionalista Vasco (PNV) o CiU". Romero, que en la actualidad pone su empeño como coordinador de la Red de Municipios por la III República, ha confesado que hace cuatro años le detectaron Parkinson, una enfermedad degenerativa que explica que haya decidido escribir sus memorias con 54 años, pues "no sé cómo estaré de capacidad para hacerlo en unos años".

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