Málaga

"La historia no es un teatro cuyos personajes fueron solo hombres"

  • La directora del seminario 'Luces y sombras de la Constitución Liberal de 1812' subraya la importancia de la mujer en este contexto histórico marcado por la discriminación

En esta edición de los Cursos de Verano, la Universidad de Málaga se ha sumado a la celebración del bicentenario de la Constitución de 1812 a través del seminario Luces y sombras de la Constitución liberal de 1812, que dio comienzo ayer en la sede de Ronda. Su directora, María Victoria Sendón, fue la encargada de inaugurar unas jornadas en las que la mujer tiene un papel predominante.

-Este taller gira en torno a la Constitución de 1812, pero hace especial énfasis en la figura de la mujer.

-Sí, el tema central es la Constitución de Cádiz, pero la principal aportación de este curso es analizar qué estaba pasando con las mujeres en ese momento de la historia. La historia se ha escrito hablando de Jovellanos, Carlos IV o Fernando VII y parece que las mujeres no existían, que todo fue un teatro cuyos personajes fueron solo hombres. Pero no es así. Y no solo es una reivindicación feminista, sino de metodología de investigación. No se puede investigar una época dejando al margen a la mujer, porque participaron muy activamente en estas revoluciones. Por ejemplo, en España participaron en las juntas patrióticas, cogieron cañones y fusiles, hicieron de espías… Lucharon en la Guerra de Independencia, y durante las Cortes de Cádiz las más cultas también hicieron tertulias muy interesantes e intervinieron mucho en lo que luego fue el pensamiento liberal y la Constitución. Sin embargo, no fueron recompensadas por su labor. Es más, a algunas incluso las decapitaron, como a Olimpia de Gouges por hacer la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadanía. Y en las Cortes de Cádiz ni siquiera las dejaban entrar, se tenían que disfrazar de hombres para acceder a San Felipe Neri, que era donde se reunían los parlamentarios.

-¿Ese olvido en la historia es solo por machismo?

-Bueno, es algo mucho más amplio. El machismo es más bien el síntoma, pero el fondo es el patriarcado. Vivimos en una sociedad patriarcal, pero no siempre ha sido así, sino desde hace unos 5.000 años. Y en una estructura así la mujer siempre tiene un papel subsidiario. El patriarcado se asienta sobre tres bases: la discriminación de la mujer, la explotación de la naturaleza y la guerra como forma de resolver conflictos o más bien de provocarlos.

-¿Cuáles son los ejemplos más representativos de mujeres que lucharon por la igualdad en esta época?

-Podemos destacar a Olimpia de Gouges en Francia y Mary Wollstonecraft en Inglaterra. Además, en Estados Unidos se dio la Declaración de Seneca Falls, para reivindicar los derechos de las mujeres.

-¿Y en España?

-Aquí estaba Francisca Larrea y Margarita de Morla, que eran quienes organizaban las tertulias más importantes. Además en aquella época hubo algunas periodistas, traductoras o pintoras muy importantes, por ejemplo.

-¿Cuáles cree que fueron los principales defectos de aquella Constitución?

-Fue una Constitución liberal, pero monárquica, porque no se atrevieron a hacer una república. Tampoco se atrevieron con la Iglesia y se acordó que la religión católica era la única y verdadera. También hay que tener en cuenta que la elaboraron gente ilustrada, mientras que el 80% de los ciudadanos eran analfabetos y apoyaban a Fernando VII, que fue el rey más nefasto de la historia. Es verdad que lucharon contra los franceses, pero por una cuestión patriotera. En realidad era una cultura muy rasa, muy poco ilustrada. Por ejemplo, la Constitución abolió la Inquisición y luego el pueblo pedía a gritos que se instaurara. Y por supuesto está la discriminación de las mujeres, a las que les negaron la ciudadanía, el voto y la educación.

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