El hombre atacado con un pico en Alcaucín, hospitalizado tres meses después

El hombre de 57 años que este verano fue atacado con un pico cuando se encontraba en su vivienda en Alcaucín, en la comarca de la Axarquía, continúa ingresado. Según fuentes familiares, se encuentra hospitalizado en una clínica privada situada en Málaga tras haber sido trasladado desde Vélez-Málaga.

La decisión de desplazarlo hasta la capital se habría producido, según un portavoz de sus allegados, por decisión del centro hospitalario. “El gestor ha dicho que no puede seguir allí”, señalan. La familia busca ahora una residencia o centro especializado donde pueda recibir la atención que necesita.

El paciente, que permanece intubado, sufre coágulos en la cabeza, por lo que requiere aspiraciones diarias. Su complicada situación supone un gasto adicional para sus familiares, que afrontan los costes mientras intentan encontrar una solución estable para su cuidado. La familia de las víctimas pide apoyo institucional para poder costear la atención médica y los cuidados especializados que el hombre requiere en su delicado estado.

Su esposa, de 56 años, también resultó gravemente herida en el ataque, aunque su evolución ha sido favorable tras someterse a una intervención quirúrgica por los golpes recibidos en la cabeza.

Los hechos ocurrieron el pasado 3 de julio, cuando un joven de 24 años irrumpió presuntamente en la vivienda del matrimonio, ubicada cerca del límite con la localidad granadina de Zafarraya. Según el relato de familiares, el agresor agredió a la pareja con un pico con la aparente intención de acabar con sus vidas y robarles el coche, aunque no logró llevarse el vehículo.

El supuesto autor fue detenido pocas horas después del asalto. El juzgado dictó entonces su ingreso en prisión provisional.

El matrimonio se había visto sorprendido en su casa, cerca de la localidad granadina de Zafarraya, por un joven, de 24 años. Una hija acudió para auxiliarlos. “Fue a ayudarlos, se metió en la casa corriendo y cerró la puerta, pero cuando -el agresor- dejó a los padres en el suelo y, viendo que ya estaban inconscientes, fue a por ella”, afirma un primo de las víctimas. Habían sido, según su testimonio, atacadas con un pico, con el que, además, intentó fracturar la puerta y, luego, las ventanas. Entonces “escuchó la sirena de la Guardia Civil y salió corriendo campo a través”. Los vecinos se habían implicado en la búsqueda, que dio sus frutos. Un dispositivo desplegado en las inmediaciones de la finca situada en la aldea de Espino localizaba el presunto arma homicida.