Un tercio del Hospital de Benalmádena, en los ladrillos y sin uso 18 años después de su inauguración
Pese al déficit de camas, no hay proyecto para acabar el edificio e impulsar su papel asistencial
Mientras el Sindicato Médico reclama que ponga a pleno rendimiento, la Administración destaca el incremento de sus consultas en los últimos dos años
El Hospital Pascual de Málaga sigue sin fecha de apertura dos años después de su cesión al SAS
El 8 de noviembre de 2007, el entonces presidente de la Junta, Manuel Chaves, inauguró el Hospital de Alta Resolución (Chare) de Benalmádena. Casi 18 años después, un tercio del edificio sigue en los ladrillos y, por lo tanto, sin uso. Con las listas de espera desbordadas, el tercer hospital de Málaga retrasado a 2032, el Pascual que no se abre y un déficit de camas hospitalarias en la provincia que se viene denunciando desde hace dos décadas, el Chare de Benalmádena continúa infrautilizado. Ni el PSOE acabó la obra cuando gobernaba la Junta de Andalucía, ni tampoco lo hace ahora el PP pese a que está enclavado en una zona densamente poblada y en crecimiento.
Y no sólo que una parte del edificio está sin terminar. Además, en realidad sólo funciona como hospital de lunes a jueves. Porque las instalaciones únicamente contemplan encames por la noche durante esos días. El centro hospitalario sólo realiza cirugía mayor ambulatoria (CMA), no tiene actividad quirúrgica de mayor complejidad, y las intervenciones que lleva a cabo prevén una hospitalización como mucho de un día. Los viernes incluso se programan las operaciones más sencillas porque esa noche ya no puede quedarse ningún paciente ingresado puesto que el fin de semana solo atiende urgencias.
Mientras el Sindicato Médico de Málaga (SMM) llega a calificar su situación actual de “desmantelamiento” y exige una apuesta por el centro sanitario para evitar “su conversión en un simple ambulatorio”, el Clínico –del que depende desde hace un par de años– destaca el incremento de sus consultas de especialidades desde entonces.
Sin embargo, para el delegado del SMM en el hospital, José Albertos Solera, “faltan inversión y personal; pero sobre todo, falta la voluntad de que funcione al 100%”. Desde su apertura hasta su adscripción al Clínico, el Chare dependía del Hospital Costa del Sol. Durante la gestión del centro marbellí, hubo un proyecto para acabarlo. Pero al final, la iniciativa quedó en un cajón y lo que estaba en ladrillos, así sigue.
Pero incluso la parte que está abierta, no funciona a pleno rendimiento. “Algunos días hay quirófanos cerrados por falta de anestesista”, denuncia Albertos Solera. Según el SMM, un quirófano estuvo cerrado 19 días en enero, cinco en febrero y 14 en marzo. Esta organización precisa que mientras a diario se asignan seis anestesistas al Hospital del Valle del Guadalhorce, al de Benalmádena se destinan dos. No obstante, “en ocasiones” se queda uno solo para todo el centro sanitario que, en caso de producirse una emergencia, “debe abandonar su puesto dejando en una situación de riesgo la asistencia anestésica programada”. El delegado del SMM denuncia que la infrautilización de las instalaciones da lugar a la paradoja de que hay vecinos de Benalmádena que son derivados a Cártama para una operación, pese a tener el hospital en su municipio.
Albertos Solera recalca que “hay miles de pacientes en lista de espera y que éstas se acortarían si el hospital se pusiera a pleno rendimiento. El Clínico lo está infrautilizando”. El SMM critica que mientras hay “salas completas en ladrillo y cemento” por falta de presupuesto, “se destinan fondos públicos a conciertos con hospitales privados”.
Por el contrario, desde el Clínico –centro del que depende en la actualidad– se indica que bajo su gestión, el Chare de Benalmádena “se ha potenciado” con la apertura de consultas de varias especialidades nuevas, lo que “ha permitido acercar la asistencia a la población para evitar desplazamientos”. También se resalta el “incremento de su actividad quirúrgica” y la oferta asistencial que ofrece tanto a Benalmádena como a Torremolinos.
Este Chare era uno de los cuatro que prometió el PSOE durante su etapa al frente de la Junta. Los otros eran el del Guadalhorce, Estepona y Mijas. Como la ejecución del proyecto se demoraba, el entonces alcalde de Benalmádena, el independiente Enrique Bolín, levantó el edificio con el apoyo económico del promotor Rafael Gómez Sandokan, luego imputado en la operación Malaya. Fue el primero de los cuatros chares que se construyó. La parte acabada se entregó a la Junta que lo equipó y lo puso en funcionamiento. Pero, casi 18 años más tarde, la parte sin terminar sigue en los ladrillos.
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