Los bares y restaurantes están recuperando a miles de clientes perdidos durante la pandemia y la previsión es que entre 2022 y 2023 se consolide el crecimiento de un sector clave para la economía malagueña. No obstante, la crisis ha sido gigantesca. Muchos negocios han tenido que cerrar definitivamente sus puertas, otros han sido traspasados a otros hosteleros y el resto han sobrevivido como han podido a base de endeudarse con créditos como el del ICO, entre otros, y de tener a sus plantillas en los Expedientes Temporales de Regulación de Empleo (ERTE). Se ve la luz al final del túnel, pero también la deuda en la cuenta bancaria.

Este es uno de los mensajes que han trasladado este lunes en Málaga los máximos representantes del sector al inaugurarse, de forma conjunta, el Foro Nacional de Hostelería y la vigésimo cuarta edición del Salón de Innovación en Hostelería (H&T) en el Palacio de Ferias. “Vamos a seguir necesitando las ayudas de la Administración”, dijo José Luis Yzuel, presidente de Hostelería de España. Su homólogo en Málaga y Andalucía, Javier Frutos, recalcó que “saldremos a flote pero la situación que vivimos y seguimos viviendo es muy complicada”.

La buena noticia es que, según Frutos, apenas quedan 300 trabajadores del sector en los Ertes. No obstante, al margen de la pandemia, los presidentes de ambas patronales señalaron que la hostelería está perdiendo atractivo en el mercado laboral porque los sueldos son bajos y los horarios malos, dificultando la conciliación de la vida laboral y familiar. “Tenemos que ser más atractivos”, afirmó Yzuel, añadiendo que es necesario mejorar “las condiciones de trabajo, no solo por lo salarial que a todos nos encantaría pagar mejores salarios, sino porque trabajamos a turno partido, los domingos y eso es difícil para la conciliación y siempre lo podemos mejorar”.

La pandemia generada por el Covid-19 ha marcado un antes y un después en todo. En la hostelería también ya que, como en el resto de los sectores, se ha demostrado que para sobrevivir hay que apostar por la digitalización, la sostenibilidad, la calidad del servicio y del empleo y la mejora de la formación, entre otros aspectos. Comer bien en un bar o restaurante es básico, pero tanto los clientes locales como los turistas quieren algo más. Y no es solo tener una carta digital, sino poder hacer reservas de forma ágil por internet, ser bien atendidos, buena relación calidad-precio, etcétera.

El resurgir del sector de la hostelería va directamente ligado al del turismo. De hecho, según explicó el viceconsejero de Turismo, Manuel Alejandro Cardenete, “un millón de turistas vienen a Andalucía por la hostelería y tenemos 45.000 empresas en el sector”. El viceconsejero de Turismo apuntó que “se confirman los datos de recuperación económica y sectorial” y destacó que las perspectivas turísticas andaluzas para 2022 son “increíbles”. Se espera la llegada de entre 26,5 y 29,5 millones de turistas, un volumen aún lejano de los 32,5 millones de 2019 -antes de la pandemia- pero tremendamente positivo teniendo en cuenta toda la incertidumbre que todavía reina con las variantes del Covid tanto en España como en sus principales mercados emisores de turistas.

Salado, Frutos, De la Torre, Valdés y Cardenete en la inauguración.

Fernando Valdés, secretario de Estado de Turismo, fue en la misma dirección. “Los datos empiezan a acompañar la sensación de que 2022 tiene que ser ya el año de la recuperación”, indicó el mandatario turístico, quien recordó la llegada de fondos europeos para impulsar al sector. Entre las distintas ayudas, Valdés explicó que Málaga ya cuenta con cuatro proyectos turísticos entre los beneficiarios de la primera convocatoria extraordinaria del programa de Planes de Sostenibilidad Turística en Destino en Marbella, Estepona, Sierra de las Nieves y Vélez-Málaga con una inversión total de 16,8 millones de euros.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y el presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado, también participaron activamente en la inauguración de este salón hostelero. El regidor hizo hincapié en que “el éxito depende de la formación y de la calidad del servicio” en un contexto marcado por los fondos europeos y un “Covid en descenso”. Salado, por su parte, recalcó que se espera que este año lleguen a la Costa del Sol 10,7 millones de turistas que generen un gasto de unos 13.000 millones de euros.